Vida Sana
Frutos secos, una alternativa saludable para mantenernos con energía en casa
La noción de fruto, que proviene del vocablo latino fructus, alude a un producto de ciertas plantas que cobija y brinda protección a las semillas. Surge por el desarrollo del ovario de la flor tras la fecundación. El adjetivo seco califica a lo que no tiene líquido. No te pierdas la cantidad de beneficios que este alimento tiene para tu salud y la de tus hijos.
Se recomienda consumir 120-150 gramos de frutos secos por semana
Los frutos secos, por lo tanto, son aquellos que carecen de jugo. Se trata de frutos con una cáscara muy dura que presentan un porcentaje de agua inferior al 50%.
Este grupo incluye: nueces, pistachos, almendras, mani, castañas, piñones.
El contenido energético de los frutos secos es muy elevado. Se caracterizan por contar con un elevado nivel de proteínas y grasas, y en muchos casos también de vitaminas del grupo B.
Cuentan con un alto contenido en grasas, entre un 50% y un 70%, y por su densidad energética, 160 o 180 kcal por cada 100 gramos, los frutos secos acarrean más beneficios que disgustos para la salud. Y es que, además de ser una excelente fuente de nutrientes esenciales, aportan un elevado contenido de proteínas, antioxidantes, fibra, minerales y vitaminas B y E. A lo que se añade que las grasas que contienen son ‘buenas’, es decir, monoinsaturadas y poliinsaturadas, “ayudan a disminuir los niveles de colesterol LDL, bajan los triglicéridos, disminuyen la coagulación de la sangre y mejoran la salud de los vasos sanguíneos». Con tales propiedades no resulta extraño que la OMS recomiende su inclusión en el marco de una dieta saludable.
- Calcio y Zinc
Las almendras son los frutos secos que más calcio aportan, en concreto 269 mg cada 100 g. Por tanto, son una buena opción para complementar o incrementar los niveles de este mineral y prevenir la osteoporosis o combatir las molestias óseas. Por su parte, los piñones contribuyen con interesantes cantidades de zinc, 6,45 g cada 100 g, lo que ayuda en la formación y la mineralización de los huesos y articulaciones
- Función intestinal:
Con un 10,6% de este nutriente, los pistachos son buenos amigos del buen funcionamiento de los intestinos. Muy de cerca le siguen las nueces, que aportan un 6,5%, lo que las convierte en buenas enemigas del estreñimiento.
- Colesterol: avellanas, nueces y almendras
Estos frutos contribuyen en la mejora de la salud cardiovascular. Resultan ricos en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, los cuales ayudan a mantener la salud de los vasos sanguíneos y a controlar los niveles de colesterol. Las más destacadas desde el punto de vista nutricional son las nueces, puesto que son el único fruto seco que aporta cantidades importantes de omega-3. Este ácido graso es importante porque ayuda a reducir los citados niveles de colesterol y de triglicéridos, así como a rebajar la presión arterial. Las avellanas y las almendras disminuyen los niveles de lípidos en sangre y de homocisteína, un aminoácido que en grandes cantidades daña el revestimiento de las arterias y aumenta el riesgo de bloqueo de los vasos sanguíneos.
- Diabetes: anacardos, piñones, pistachos…
Según investigaciones realizadas por el doctor David Jenkins, y publicadas en la revista ‘Diabetes Care’, apuntan que estos frutos secos ayudan a controlar los niveles de lípidos y glucosa en sangre en Diabéticos de tipo 2.
Son ricos en oligoelementos –minerales que el organismo necesita en mínimas cantidades–, sobre todo en magnesio. Este es coadyuvante de la resistencia de la insulina, lo que ayuda a prevenir el desarrollo de diabetes de tipo 2. Los anacardos, con 292 mg cada 100 g, son los que más aportan. Por su parte los pistachos, destacan, además, por su elevado contenido en potasio –1.025 mg–, cuya deficiencia impide el control de la diabetes.
5. Sobrepeso: nueces, avellanas y almendras
Tradicionalmente se ha vinculado a los frutos secos con el incremento de peso. Sin embargo, no es tan cierto y hay numerosos estudios que así lo demuestran. El estudio publicado en la revista ‘American Journal of Clinical Nutrition’, concluye que “las dietas ricas en frutos secos, comparadas con diferentes dietas de control, no aumentan el peso corporal, el Índice de Masa Corporal o la circunferencia de la cintura. Nuestros hallazgos apoyan la inclusión de frutos secos en dietas saludables para la prevención cardiovascular».
Los frutos secos más oleosos, como las nueces, las almendras y las avellanas, aportan grasas saludables y tienen un poderoso efecto saciante. Estos son ideales para ingestas como colaciones, de manera de evitar el consumo de alimentos ricos en harinas.
- Demencia: almendras y avellanas
Otra de las virtudes de este grupo de alimentos es su posible poder en la prevención de la demencia cognitiva. Tanto las almendras como las avellanas son ricas en vitamina E, que se relaciona con un menor deterioro cognitivo e incluso con un retraso de este. Así lo demuestra el estudio estadounidense realizado conjuntamente por el Hospital General de Massachusetts (HGM), el Centro Médico Bedford y la Escuela de Medicina de Harvard. Concluye, tras el análisis de 540 pacientes de la Unidad de Trastornos de la Memoria del HGM, que la ingesta de vitamina E retrasa el deterioro de las funciones cognitivas en pacientes con alzhéimer.
Ideas para integrar los frutos secos a la dieta:
- Colocar variedad de frutos secos en un recipiente tapado, y consumir un puñado al día.
- Integrarlos en yogures
- Integrarlos en preparaciones caseras, como panes con harina integral o galletitas de avena.
- Integrarlos en ensaladas de frutas.
La recomendación es consumir 120-150grs por semana de frutos secos.
You may like
Vida Sana
Plan de alimentación para un inicio de año saludable
¿Te sientes un poco más pesado después de las fiestas? Después de los excesos, es normal querer volver a la normalidad. En HSN te proponemos una dieta equilibrada y rica en nutrientes que te ayudará a sentirte más ligero y lleno de energía.
Claves para bajar de peso tras las fiestas navideñas
Entre las más destacadas podemos decir que:
1. Prioriza alimentos ligeros y ricos en nutrientes
Después de los excesos, lo más importante es darle a tu cuerpo los nutrientes que necesita para recuperarse. Opta por alimentos frescos y naturales, como frutas, verduras, y proteínas magras. Estas opciones no solo son ligeras, sino que también te aportan la energía necesaria para volver a tu rutina.
2. Evita los alimentos ultraprocesados y azucarados
Los ultraprocesados y alimentos altos en azúcares son los principales culpables de la acumulación de grasa y sensación de pesadez. Evitarlos te ayudará a limpiar tu organismo de forma rápida y efectiva, además de mejorar tu digestión.
3. Controla las porciones y las comidas
El control de las porciones es clave para reducir el peso de forma efectiva. Comienza comiendo despacio y escuchando a tu cuerpo para no excederte en cada comida. Dividir tus ingestas en 5 o 6 pequeñas comidas al día también puede ser útil para mantener el hambre bajo control y evitar el picoteo.
4. Incorpora actividad física gradual pero constante
Volver a moverte después de las fiestas no significa que debas lanzarte a entrenamientos intensos. Comienza con actividades suaves como caminar, yoga o pilates para que tu cuerpo se adapte de nuevo al ejercicio. Poco a poco, puedes ir aumentando la intensidad para quemar las calorías acumuladas.
5. Incluye más fibra en tu dieta para mejorar el tránsito intestinal
Después de los excesos navideños, a todos nos apetece sentirnos más ligeros y con más energía. La fibra es nuestro mejor aliado para lograrlo. Incorporando alimentos como la avena en el desayuno, una ensalada de lentejas para comer o un batido de espinacas para merendar, no solo estaremos cuidando nuestra digestión, sino que también nos sentiremos más satisfechos y con menos ganas de picar entre horas.
Alimentos depurativos recomendados después de navidad
Manzanas: Ricas en fibra, ayudan a la digestión y eliminan toxinas. Tienen efecto saciante con pocas calorías.
Piña: Diurética y digestiva, facilita la eliminación de líquidos retenidos y mejora la digestión tras comidas pesadas.
Alcachofas: Ayudan a desintoxicar el hígado, promueven la eliminación de grasas y mejoran el tránsito intestinal.
Espárragos: Diuréticos naturales, ayudan a reducir la retención de líquidos y a eliminar toxinas del cuerpo.
Infusiones: Facilitan la digestión y pueden ayudar a desinflamar, como el té verde, que además acelera el metabolismo.
Copos de avena: Ricos en fibra soluble, mejoran el tránsito intestinal y proporcionan energía sostenida sin exceso de calorías.
Pescados azules: Fuente de ácidos grasos omega-3, que ayudan a combatir la inflamación y contribuyen a la quema de grasa saludable.
Arroz integral: Fuente de carbohidratos complejos, proporciona energía sostenida y es rico en fibra, lo que ayuda a la digestión.
Lentejas y otras legumbres: Altas en proteínas vegetales y fibra, proporcionan saciedad y ayudan a regular el tránsito intestinal.
Verduras verdes (lechuga, col, brócoli, apio, etc.):
Muy bajas en calorías, ricas en fibra y antioxidantes, ayudan a depurar el cuerpo y mejorar el funcionamiento digestivo.
Apóyate de complementos específicos
Después de tanto turrón y polvorones, es normal querer sentirse ligero. En HSN tenemos suplementos naturales te ayudarán a mantener la línea de forma gradual y sostenible.
Sabemos que después de las fiestas cuesta volver a la rutina. En nuestro nuevo Pack – Recupera la Línea, encontrarás productos como Evodren, Evoblocker, Evoburn (sin estimulantes) y glucomanano en polvo. Están específicamente seleccionados para depurar y ayudarte a perder esos kilos de más que a todos se nos acumulan tras una temporada festiva.
Fuente: HSN Blog.
Melanie Ramos.
Vida Sana
LA QUINOA Y SUS PROPIEDADES
La quinoa es un pseudocereal originario de los Andes, cultivado en Bolivia, Perú y Chile desde hace más de 5000 años.
Se trata de un grano pequeño y redondo, similar al tamaño de la semilla del amaranto, amapola o la chía, y se considera uno de los alimentos más completos debido a sus propiedades nutricionales, rico en proteínas, carbohidratos, fibra, vitaminas y aminoácidos esenciales.
La quinoa es ideal para diferentes dietas, especialmente para los vegetarianos o veganos, ya que es una excelente fuente de proteínas. Además, el consumo de quinoa ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mejora la digestión.
Si estás interesado tanto en este producto como en algún otro cereal, verdura o fruta, te recomendamos asistir a Fruit Attraction, la feria especializada en hortalizas, frutas y verduras líder en España
Los tres tipos de quinoa
Existen tres tipos y cada una ofrece diferentes propiedades nutricionales, pero todas son ricas en proteína, vitaminas y minerales.
La quinoa negra es la más rica en antioxidantes y tiene propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes.
La quinoa blanca es la más conocida y tiene propiedades que mejoran el tránsito intestinal.
La quinoa roja, por su parte, tiene un alto contenido de fibra y ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. En definitiva, todas las variedades de quinoa son una excelente fuente de nutrientes.
Propiedades y beneficios de la quinoa
Destaca por sus propiedades nutritivas, ya que es una excelente fuente de vitaminas, proteínas y minerales. Entre sus nutrientes se encuentran el calcio, la fibra, el magnesio, el fósforo, el zinc y antioxidantes.
La quinoa es además una alternativa para personas celíacas o intolerantes al gluten, ya que no contiene esta proteína. Gracias a su bajo índice glucémico, se convierte en una opción saludable para controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Cómo se prepara la quinoa
Es un alimento muy versátil y fácil de preparar, a continuación, te contamos cómo:
Lo primero que debemos hacer es lavarla cuidadosamente bajo agua fría para eliminar la saponina que la recubre y le da un sabor amargo.
Una vez lavada, debemos cocerla en dos partes de agua por una de quinoa, a fuego medio durante unos 15 minutos o hasta que el grano se abra. Podemos añadirle un poco de sal y pimienta.
Nuestras mejores recetas con quinoa
Si quieres experimentar con nuevos platos y ampliar tus opciones culinarias, te contamos algunas recetas que puedes hacer con quinoa:
Ensalada de quinoa y aguacate: mezcla quinoa cocida con aguacate en cubos, tomates cherry, cebolla morada, jugo de limón y cilantro picado. ¡Una ensalada fresca y saludable!
Cazuela de quinoa y vegetales: cocina quinoa con caldo de vegetales y mezcla con vegetales salteados como zanahoria, cebolla, pimiento y espinacas. Hornea en el horno con queso rallado y disfruta.
Hamburguesa de quinoa y frijoles negros: mezcla quinoa cocida con frijoles negros, pan rallado, cebolla y especias como comino y cilantro. Forma hamburguesas y cocina en la sartén hasta que estén doradas.
Arroz con quinoa y verduras: mezcla quinoa cocida con arroz y saltea con vegetales como zanahoria, cebolla, pimiento y brócoli. Añade salsa de soja y aceite de sésamo para darle sabor.
Bol de quinoa y salmón: mezcla quinoa cocida con salmón ahumado en tiras, aguacate en cubos, tomates cherry y espinacas. Aliña con un aderezo de limón y mostaza.
Estas son solo algunas ideas, pero la quinoa se puede utilizar en una variedad de recetas, como sopas, guisos y más. ¡Experimenta y encuentra tu nueva receta favorita!
Fuente: Ifema Madrid.
Vida Sana
VITAMINAS PARA UNA VIDA SANA
Las vitaminas son sustancias orgánicas imprescindibles en los procesos metabólicos que tienen lugar en la nutrición de los seres vivos. Tanto su carencia como su exceso pueden producir enfermedades y trastornos graves.
Las vitaminas no aportan energía pero sin ellas el organismo no sería capaz de aprovechar los nutrientes. Deben ser aportadas a través de la alimentación, puesto que el cuerpo humano no puede sintetizarlas, a excepción de la vitamina D, que se puede formar en la piel con la exposición al sol y las vitaminas K, B1, B12 y ácido fólico que se forman en pequeñas cantidades en el intestino.
Normalmente, con una dieta equilibrada se dispondrá de todas las vitaminas necesarias y no hará falta ningún aporte adicional de suplementos vitamínicos.
Se pueden clasificar en dos grupos: las vitaminas liposolubles que se disuelven en grasas y las vitaminas hidrosolubles que se disuelven en agua y desaparecen durante la preparación y la cocción de los alimentos.
Vitaminas liposolubles:
Vitamina A
Vitamina D
Vitamina E
Vitamina K
Vitaminas hidrosolubles:
Vitamina B1
Vitamina B2
Vitamina B3
Vitamina B6
Vitamina B12
Vitamina C
Liposolubles:
Vitamina A:
Mantiene en buen estado la vista, el sistema inmune, la piel y la capacidad reproductora. Aporta beneficios al corazón y pulmones.
Hortalizas de hoja verde
Frutas verdes, naranjas y amarillas
Lácteos
Pescado (salmón y bacalao)
Pollo y ternera
Vitamina D:
Absorción del calcio. Fundamental para el funcionamiento del sistema nervioso, inmunitario y muscular.
Yema de huevo
Pescado de agua salada
La exposición al sol es la mayor fuente de vitamina D
Vitamina E:
Antioxidante y Cicatrizante.
Aceite vegetales (girasol, maíz, soja)
Vitamina K:
Coagulación de la sangre.
Hortalizas y verduras de hoja verde (acelgas, brócoli, lechuga)
Pescado
Hígado
Hidrosolubles
Vitamina C:
Absorción del hierro. Antioxidante. Reparar y mantener cartílagos. Interviene en la formación del colágeno.
Toda la fruta, verdura y hortalizas. Concentración en naranjas, pimiento, tomate y brócoli.
Vitamina B1 (tiamina):
Suministrar energía a través del metabolismo de los carbohidratos. Fundamental para la contracción muscular y conducción de señales nerviosas.
Cereales
Legumbres
Levadura de cerveza
Huevos, pescado
Carne magra
Lácteos
Frutas y verduras
Vitamina B2 (rivoflavina):
Producción de glóbulos rojos. Necesaria para mantener en buen estado piel, mucosas y cornea.
Carnes
Lácteos
Cereales
Vegetales verdes
Vitamina B3 (niacina):
Mejora el sistema circulatorio. Metabolismo de carbohidratos, proteínas y grasas.
Vegetales de hoja verde
Tomate
Setas
Brócoli
Espárragos
Vitamina B5 (Ac. Pantoténico):
Necesaria para las funciones químicas a partir de los alimentos (HC, proteínas y grasas). Mejora la cicatrización. Imprescindible para la síntesis de melatonina.
Huevos
Cereales integrales
Legumbres
Lácteos
Pescados
Mariscos
Verduras de hoja verde
Vitamina B6 (piridoxina):
Mantener la función neurológica. Producir hemoglobina .Descomponer proteínas .Mantener la glucemia estable.
Atún
Salmón
Nueces
Legumbres
Carne de ternera y cerdo
Vitamina B7 (biotina):
Funcionamiento normal de cabello, piel y uñas. Interviene en las funciones normales del sistema nervioso.
Alimentos de origen animal (lácteos, huevo)
Vitamina B9 (ácido fólico):
Producción de glóbulos rojos. Síntesis de ADN. Prevenir anomalías del tubo neural en fetos.
Hortalizas de hoja verde
Carnes
Legumbres
Frutas cítricas
Cereales integrales
Vitamina B12 (cobalamina):
Metabolismo de las proteínas. Formación de glóbulos rojos. Mantenimiento de SNC.
Carnes y derivados de animal (huevos, leche)
Cereales fortificados
Fuente: Laura Villalta, técnica en dietética.