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Televisión

‘Yo, adicto’, un colosal ejercicio de honestidad en Disney+ que humaniza el duro viaje de la desintoxicación

Cuenta Javier Giner que cuando comenzó el proceso de escritura de la serie Yo, adicto, adaptación de su novela homónima que llega este miércoles 30 de octubre a Disney+, tuvo muy clara la premisa que estableció a sus compañeros al frente del guion: “Les decía que no me respetaran, porque no se trataba de respetarme a mí mismo, sino de transformar mi vida en un lenguaje con una honestidad radical. De lo contrario, no tenía sentido contar esta historia”, declaró el vasco hace un mes, tal y como recogió elDiario.es, durante la presentación de la ficción en el Festival de San Sebastián.

Para trasladar a la pequeña pantalla aquel descarnado testimonio del proceso personal que años atrás había detallado él mismo en su libro, Javier Giner precisó de una mirada externa que le ayudara a tomar distancia de su propia realidad. La encontró en un viejo conocido de nuestra televisión: el guionista y productor Aitor Gabilondo, artífice de títulos como Patria, El Príncipe y Entrevías, entre otros. Los dos, junto a Jorge Gil y Alba Carballal, acabaron de poner los cimientos de esta serie de seis episodios en los que, definitivamente, se cumple el mencionado cometido de su creador, también protagonista real de la historia que se cuenta a través de la proyección que hace de él el actor Oriol Pla.

Yo, adicto llega efectivamente como un colosal ejercicio de honestidad y generosidad por parte de Javier Giner, cineasta y conocido rostro entre los profesionales del medio -gestiona la prensa, entre otros, de Penélope Cruz y Pedro Almodóvar- que, en su gran obra como debutante, ha decidido abrirse en canal y compartir con los espectadores cómo en 2009, a los 30 años, decidió ingresar voluntariamente en un centro de desintoxicación. Allí entró después de un largo tiempo sumergido en una espiral de autodestrucción ligada al alcohol, las drogas y el sexo compulsivo.

Así pues, la ficción, ubicada ahora en el año 2018, se alza como un necesario canto a la humanización, desestigmatización y dignificación de las personas con adicción, algo que consigue al colocar ese espacio de rehabilitación en el centro de la historia. Nadie mejor que él podía retratar desde las entrañas un entorno a menudo estereotipado en el audiovisual y por el que se acostumbra a pasar de puntillas. Porque lo que no se cuenta no existe, sí, pero además hay que saber cómo contarlo y Javier Giner acierta de lleno al hacerlo visibilizando, de forma sincera, cruda y sin florituras, a las personas que lo integran y el doloroso proceso al que se enfrentan en su camino hacia la posible curación.

Un descarnado relato en primera persona…
Una de las principales virtudes de Yo, adicto es la disección que hace de ese proceso, deteniéndose y profundizando en cada una de las seis entregas en los puntos claves del viaje personal que experimentan quienes han pasado, pasan o pasarán por su misma situación. Empezando por esa primera identificación del problema, la falsa sensación de control y la recaída paulatina hasta ese punto de inflexión en el que se toca fondo, se asume la adicción y, por consecuencia, la necesidad de ayuda. Ayudado de una voz en off que interpela directamente al público, Giner enseña sin cortapisas su desmoronamiento, sin recrearse en el morbo de lo explícito pero despojándose de la vergüenza para compartir sin eufemismos la realidad a la que le llevó el consumo desmedido de alcohol y sustancias.

Para ello, el vasco opta desde la dirección por una realización también cruda, sin artificios ni recursos cinematográficos que pudieran romantizar los hechos más duros del relato. Exceptuando un frenético montaje que imprime la sensación de nervio, euforia y decontrol en algunas de esas secuencias de fiesta y desenfreno previas a la destrucción, Giner opta por colocar la cámara a la altura de nuestros ojos, cual documentalista que intenta que nada empañe la verdad de lo que se cuenta. Eso no quita que no haya en algunos instantes -premeditadamente elegidos- varios ‘golpes’ de autor en los que, ayudado de su banda sonora original, intenta imprimir luz en medio de tanta oscuridad.

Y si Javier Giner ha sido generoso al poner su historia al servicio del público, Oriol Pla ha hecho lo propio poniendo su cuerpo como vehículo para plasmarla. El intérprete catalán hace un alarde de valentía al aceptar el reto de cargarse a las espaldas las vivencias de la persona que lo dirige, algo que demuestra la enorme confianza que uno ha depositado en el otro para sacar adelante este proyecto. Pla lleva con maestría todo el peso de la serie, mimetizándose con Giner hasta el punto de calcar determinados tics, gestos o dejes expresivos que quienes alguna vez hemos tratado con el cineasta podemos reconocer.

Sin embargo, se presume cierta preocupación por pegarse demasiado ‘al personaje’ cuando es en los momentos de más libertad actoral cuando Oriol Pla saca toda su artillería creativa para comerse la pantalla. Lo demuesta en más de una ocasión durante todo el metraje, desde una colorista secuencia de baile en la que Pla revindica la teatralidad y el arte del clown en el que se ha criado, hasta el desgarro emocional que le atraviesa en una discusión familiar dilatada por sus directores hasta la extenuación, probablemente a conciencia en busca de una incomodidad hiperrealista.

Juntos, Giner y Pla logran dibujar a un protagonista realmente antipático, rasgo que igual nos distancia de entrada del personaje pero que no deja de ser reflejo, tal y como reconoce el propio creador, de muchas personas en sus mismas circunstancias. El éxito de la ficción es funcionar como una bola de demolición que abra paso a la empatía, a la que se llega a través de la información y el conocimiento sobre todo el contexto y el background que puede conducir a cualquier persona a este cada vez más común infierno.

…que revindica la humanidad desde lo colectivo
Con todo ello, Yo, adicto es una historia voluntariamente pedagógica que habla sobre las carencias afectivas del núcleo familiar, la validación emocional, la necesidad de aprobación exterior y el sentimiento de realización personal, factores que tal vez se erigen como cuestiones comunes a toda una generación y que son determinantes en los problemas relacionados con la salud mental. La serie de Disney+ ayuda a comprender la estrecha relación entre la salud mental y las adicciones, en forma de patología dual interconectada. “La adicción es la fiebre, no la enfermedad”, le dice atinadamente a Javier el personaje de Anaís, la educadora social del centro a la que interpreta una siempre brillante Nora Navas.

Un personaje sereno y paciente que se convierte en la puerta de entrada del protagonista en la clínica y en un perfecto catalizador, junto al terapeuta encarnado por Àlex Brendemühl, para que el espectador se enfrente a ese ejercicio de comprensión y descubrimiento de todo lo que se esconde detrás de esta problemática y que a menudo es borrado o ignorado. De la mano de ambos, el Javier de la ficción, y nosotros por consecuencia, descubrimos que ese viaje individual hacia la sanación es imposible sin los vínculos, revindicándose así la interdependencia y las redes de apoyo interpersonales. Reivindicándose lo colectivo.

De esta forma, cobra sentido ese espacio de diálogo compartido, esa puesta común entre adictos de diferentes perfiles con los que se encuentra en el centro y con los que es igualado por sus responsables, pese a las reticencias iniciales del protagonista. “Yo no soy como ellos”, asegura en un principio el personaje de Pla, al que intentan hacer ver que tiene un claro nexo de unión con todos los demás internos pese a que él se vea en otro ‘estatus’ por su adicción a sustancias socialmente normalizadas como el alcohol y, aunque en menor medida, algunos estupefacientes. La invitación que se hace a la reflexión sobre la aceptación social profundamente arraigada sobre el consumo de alcohol se antoja cuando menos necesaria.

Es en toda esa red donde cabe destacar el brutal trabajo que hace el plantel de secundarios, representando al resto de toxicómanos, encabezados por una Victoria Luengo que lo borda en un registro muy diferente al que le hemos visto hasta ahora y a la que deseamos en todo momento ver más minutos en pantalla. Al lado de ellos, de los que siguen y los que se quedan en el camino, Javier emprende su travesía por el desierto donde, como le indica su psicólogo, tiene que aprender a gestionar otra vez todas esas emociones que hasta ahora tenía anestesiadas. Solo así podrá ver la luz al final del túnel y servir de guía a los nuevos usuarios de la clínica, como Iker (Omar Ayuso), un joven y exitoso actor adicto al chemsex que dará voz también a los abusos de poder y dinámicas tóxicas de la industria cinematográfica.

En la serie, el ficticio Javier intenta hacer con Iker hace ese ‘pase de testigo’, ayudando a otros en el proceso que él mismo está atravesando. En la realidad, el verdadero Javier Giner asegura presentar esta historia, primero con su libro y ahora con la serie, como una bengala al aire que sirva a otros como guía. “Sé por lo que estás pasando, pide ayuda, no estás solo, somos muchos como tú”. Así sea.

Fuente: elDiario.es – verTele.

Adrián Ruiz.

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Televisión

Noche de lágrimas, esfuerzos y de superación: así ha sido la segunda gala de El Desafío

La segunda gala de El Desafío nos ha dejado una noche llena de grandes momentos. El programa ha llevado al límite a algunos de los concursantes que se han enfrentado a sus peores miedos.

Genoveva Casanova o Lola Lolita se han emocionado al no superar sus retos. La mexicana no ha podido hacerlo por un lesión y Lola Lolita ha fallado los seis intentos que tenía para dar a la diana.

Roberto Brasero se enfrenta solo al duelo de la noche
Genoveva Casanova no ha podido realizar el reto de esta gala porque ha sufrido una lesión en el abdomen. Por seguridad, el programa ha decidido que no realice esta noche El Desafío.

Por su parte, Roberto Brasero ha superado su tiempo al completar el circuito de altura en menos de dos minutos. Para ello ha ido avanzando con lianas de poste en poste.

Susi Caramelo cumple su sueño al actuar con Estopa
Susi Caramelo ha puesto el ritmo a la noche al cumplir su sueño y actuar con Estopa. Para ello, ha tocado la melódica para actuar en directo ellos y llevarse un regalo inolvidable. ¡Momentazo!

Victoria de Marichalar vence su miedo a las alturas
Victoria de Marichalar ha tenido que subir haciendo equilibrio por unas pasarelas, desde el suelo hasta el techo de plato a casi 10 metros de altura que, al no estar sujetas, se mueven y dificultan la prueba.

Al llegar a la pasarela más alta la concursante ha tenido que enroscar una bombilla y encenderla. La concursante ha quedado segunda en esta gala subiendo en la clasificación general tras su mala puntuación en la apnea.

El Cordobés se mete en el papel de Grease con su gran actitud
El Cordobés se ha convertido en Danny Zuko del musical Grease y para bailar una coreografía inspirada en la película.

El concursante ha tenido una actitud única, pero no se ha llevado el respaldo del jurado con su puntuación y ha quedado en último lugar.

Tiro con arco para Lola Lolita
La influencer no ha tenido una buena noche. Llevaba toda la semana aprendiendo tiro con arco, y aunque en los ensayos lo había conseguido, en la gala no ha dado ninguno de los seis intentos que tenía.

Lola Lolita se ha llevado solo tres puntos del jurado y ha quedado la última en una noche con la que ha aprendido mucho.

Gotzon pierde la vergüenza con este sketch
Gotzon nos ha sorprendido esta noche y es que el creador de contenido ha hecho un sketch de humor corporal (slapstick comedy) utilizando principalmente los brazos y las piernas, y un panel que compartirá con otro cómico.

El jurado le ha valorado positivamente y han advertido al resto de concursantes que se pongan las pilas porque Gotzon apunta muy alto.

Feliciano López supera los cuatro minutos en la apnea
Feliciano López ha demostrado su enorme valentía en la apnea. El extenista ha aguantado como un campeón a pesar de que a los dos minutos ya pintaba mal la cosa por las convulsiones.

Juandi, entrenador de apnea, le ha llevado al límite y ha superado los cuatro minutos, en total 4:01 minutos y se coloca octavo en la clasificación general de apnea.

Fuente: Antena 3.

Celia Gil.

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Televisión

El grito de Genoveva Casanova al lesionarse en ‘El Desafío’: “Me acabo de destrozar el abdomen”

Antena 3 ofrecía en abierto este viernes una nueva gala de El Desafío. El programa presentado por Roberto Leal arrasó en el estreno de su quinta edición la semana anterior, alzándose como lo más visto de la televisión en el día, dejando momentos como el de Victoria Federica haciendo la prueba de la apnea, o Roberto Brasero agotado tras hacer un circuito en llamas.

Para la entrega de hoy se preveía que, precisamente, el hombre del tiempo de Antena 3 se midiese con Genoveva Casanova en Duelo de lianas, un impresionante desafío en el que deberán saltar entre columnas. Sin embargo, ese cara a cara no ha podido ser posible por causa mayor.

“Hacemos un ensayo previo al programa y ha ocurrido algo que quiero que vean”, introducía Roberto Leal. Y en el vídeo se veía a Genoveva saltando, y sufriendo un fuerte dolor. “Me acabo de destrozar el abdomen”, decía, antes de lanzar varios gritos de sufrimiento.

De nuevo en el plató, Roberto Leal le preguntó que cómo se encontraba, y la empresaria no pudo ocultar las lágrimas. “Estaba yo muy ilusionada. Cuando llegué el primer día pedía hacerlo otra y otra vez, porque me divertía haciendo esta prueba, y me da mucha rabia”, admitía.

Según su relato, se le clavó un cinturón que tenía dentro, y sobrecargó el abdomen por levantar las piernas y tirar de la cuerda, tal como exigía el reto. “Fue verme ahora y me dio tristeza”, lamentaba. Finalmente, no realizó la prueba, por recomendación del equipo médico.

Hay que destacar que de esta lesión ya habló la propia Genoveva Casanova en su paso por El Hormiguero. Y es que venía de superar un trombo en un pulmón, y por ello tenía la espalda y el abdomen debilitados, y fue esta parte la que más sufrió.

La baja de Genoveva en la prueba implicó, tal como explicó Roberto, que el jurado tenga una nota de más, una puntuación que no van a utilizar. Y les invitaba a elegir de qué cifra desprenderse, ya fuese el uno, la más baja, o el diez, la más alta, o cualquier otra.

“Es una pena, te voy a pedir que te sientes con tus compañeros, y, sobre todo, que te recuperes”, deseaba Roberto Leal antes de arrancar la prueba con Roberto Brasero. Este tenía dos minutos y medio para hacer el circuito, y consiguió terminarlo con 32 segundos de sobra.

Fuente: El Español.

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Televisión

Adiós a regalar las gafas en ‘Caiga quien caiga’: Irene Junquera desvela por qué ya no las entregarán a los famosos

El próximo domingo regresa a la televisión Caiga quien caiga, como telonero de GH DÚO en Telecinco. Y para que todo el mundo se entere de esta nueva propuesta de Mediaset, sus reporteros están visitando diferentes programas para hacer entrevistas y promoción. Ayer jueves, sin ir más lejos, Dani Fez entró en la casa de GH DÚO para dejar unas gafas, que terminó cogiendo José María Almoguera y que le permitieron visualizar todas las nominaciones.

Y este viernes, Dani, junto a Irene Junquera, ha visitado Vamos a ver, en sus minutos finales. “Vamos a hacer cosas superdiferentes”, decía Junquera, destacando cómo tocarán “actualidad, humor, deportes, eventos”. Y Dani, en concreto, se encargará de hacer encuestas de calle, con temas como los motivos por los que los jóvenes utilizan tanto el móvil.

Una de las primeras imágenes del programa dejan ver a Irene Junquera junto al presidente del Gobierno. “Estuve con Pedro”, comenzó a decir, pero hizo una pausa para hacer una aclaración. “Desde aquí un llamamiento. Estas gafas no las podemos regalar, basta ya de pedirnoslas”, aclaraba. Esto marca una diferencia con etapas anteriores del formato, en el que era característico que sus reporteros diesen gafas a los famosos con los que se cruzasen.

El motivo de este cambio: “Porque no tenemos presupuesto todavía. Tuve miedo de si Pedro me las va a pedir”, relató Irene. Y sobre esa cuestión, Dani Fez aprovechó para hacerle una aclaración a Carmen Borrego: “Tu hijo nos la tiene que de volver…”.

En el programa de estreno, Paula Púa se trasladará a Los Ángeles para cubrir la entrega de los Critics Choice Awards, pero finalmente traerá al programa una impactante crónica de actualidad sobre los devastadores incendios que arrasan la ciudad, donde se encontrará con el reconocido chef José Andrés, que se encuentra allí ayudando en las zonas afectadas.

Por su parte, Luis Fabra se encontrará con destacados protagonistas del cine español en la cena de nominados a los Premios Goya y Violeta Muñoz se presentará ante los principales representantes políticos españoles y hablará con los portavoces del PSOE y del PP para informarles de la vuelta del programa y solicitar de paso entrevistas con sus líderes.

Dani Fez tendrá ocasión de charlar con los protagonistas de la exitosa película ‘Culpa tuya’ e Irene Junquera mostrará la gran ilusión del Pontevedra CF antes de enfrentase al Getafe, de primera división. El Pontevedra, que juega en la cuarta categoría del fútbol español, ha sido la revelación del torneo al haber eliminado en las primeras fases a dos equipos de primera y uno de segunda.

En sus respectivas secciones, Carles Tamayo contará los detalles de una nueva estafa, mientras Ana Francisco revelará cómo el fentanilo, la droga más letal jamás creada, está llegando a los consumidores sin que lo sepan, camuflado en otras sustancias.

Fuente: El Español.

Mike Medianoche.

 

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