Connect with us

Televisión

Pablo Rivero y Paloma Bloyd ponen fin a ‘Cuéntame’: “Herminia no puede vivir 300 años, hay un punto de respeto”

Pablo Rivero, y por extensión Paloma Bloyd, son los protagonistas del tercer capítulo de la temporada final de Cuéntame Cómo Pasó. El episodio que TVE emite este miércoles, titulado Toni. El testigo, se centrará en el segundo hijo de Antonio y Mercedes, que vivirá un complicado momento personal y profesional con las elecciones generales de 1996, con José María Aznar relevando a Felipe González al frente del Gobierno como principal telón de fondo.

De esta manera, la ficción volverá a colocar a Toni Alcántara en la primera línea de la política de España, testigo de un momento que marcó el devenir del país en nuestra entrada en el siglo XXI: “La suerte que he tenido como personaje es que desde el principio he tenido mucha evolución y muchos cambios. Ha estado en continuo movimiento y ha tenido contacto directo con la historia”, valora Rivero.

Bloyd, por su parte, celebra llegar a este desenlace como la pareja definitiva de Toni, convertida ya en personaje principal y un miembro clave dentro del clan: “Ha sido muy bonito. En mi vida profesional nunca había tenido la oportunidad de hacer un personaje durante tanto tiempo, y de ver cómo se vive como actriz cómo tu personaje se va desarrollando a medida que van escribiendo. No sabes adónde va a tirar y tienes que saber moldearte”, expresa la actriz que da vida a Deborah.

De la mano, sus personajes vivirán la triste pérdida de la abuela de la familia, un giro de guion que consideran “necesario” y bonito para “cerrar el ciclo”: “Es cerrar la serie de una manera realista. Y creo que al espectador tampoco se le puede engañar. Herminia no puede vivir 300 años. Entonces hay un punto también de respeto”, reflexiona el actor, que desvela cómo vivió la vuelta de Ricardo Gómez y Elena Rivera para ese sentido desenlace.

“Nos superó a todos, fue una jornada de seis horas con una llantina…”, afirma Rivero, que asegura no sentir presión por las audiencias de esta tanda final de la ficción. “Ojalá sea un momentazo, acabe por todo lo alto y lo vea mucha gente, pero también es que la vida ha cambiado mucho. Un error es pensar que todo el mundo ha estado pendiente de nosotros. Hemos hecho historia, pero hay mucha gente a la que no le ha gustado la serie, a otra sí…”, opina el intérprete. “Para mí, el éxito es que al final la gente esté contenta”, sentencia.

¿Cómo habéis afrontado esta última temporada?

PABLO RIVERO: Con mucha ilusión, como un privilegio. Realmente, haber tenido este trabajo y haber la opción de llegar a tanta gente durante tanto tiempo es una cosa excepcional. Lo he vivido como un privilegio. Poder tener la oportunidad de despedirnos a la altura de las expectativas que hay, y del público que nos ha seguido, ha sido un regalo. Inesperado, porque no sabíamos cuándo iba a ser, y en unas fechas muy malas porque ha sido en verano, pero lo hemos recibido como un premio.

¿Cómo ha sido despedirse de unos personajes que lleváis toda la vida interpretando?

P.R.: Lo he vivido como un regalo, y como ley de vida. Para mí, lo excepcional era seguir. Intento ponerme en la piel del espectador. Como a mí me gusta la serie, voy recibiendo los guiones con la ilusión de ver qué han escrito, intentando sacar la parte positiva a todas las escenas. Lo he afrontado intentando disfrutar de cada momentito con mis compañeros. Eso, sobre todo los últimos capítulos que han sido los más intensos, se va a ver. Cada uno hemos estados con cada uno del reparto, casi despidiéndonos, con todo el equipo. Las últimas semanas han sido muy emocionantes. Demasiado. Yo he llorado por las esquinas, han sido muy bonitas.

¿Cuál es la que más te fascinó de tus tramas como periodista?

P.R.: La suerte que he tenido como personaje es que desde el principio he tenido mucha evolución y muchos cambios. Ha estado en continuo movimiento y ha tenido contacto directo con la historia. Lo bonito ha sido desde el principio. La mera documentación de cómo era una adolescencia o una juventud en la época, hemos tenido la suerte de tener un equipo de documentación y de dirección de actores, no solo los directores, sino también Alicia Hermida, que nos hablaba de cómo comportarse y las pautas para no saltarse la época.

Toda la parte de la uiniversidad, los grises y la represión, con los libros prohibidos, fue muy mítica y ha marcado mucho la esencia de un personaje que ha seguido durante mucho tiempo. Queda en el imaginario. La revolución de los claveles tuve la suerte de trabajar con María de Medeiros. El resto lo hicimos en cromas y en exteriores de parques y ladrillos; la caída del muro de Berlín fue muy emocionante, el 23F fue muy mítico cuando llegaban los tanques fuera, en el exterior; y se creó una atmósfera muy chula. Lo dirigió Agustín Crespi. Yo hacía un directo, decía cinco líneas muy escuetas y las tenía que leer en off. Esto era de madrugada, y él me dijo: “Bueno, ¿eres capaz de hacer una nota mucho más larga y en directo? Como si fuera un directo, sin ser periodista. Esa magia, cuando todo está, funciona y rompí otra barrera. Fui escalando pasos. El haber estado sentado en el Telediario, sin leerlo…

PALOMA BLOYD: Él no utilizaba teleprompter…

P.R.: Yo me lo aprendía. Eran temporadas durísimas, con páginas y páginas y me lo tenía que saber a la perfección. Pero fue chulísimo. Yo estudié periodismo y en la facultad me aterraba ponerse delante de una cámara sin un personaje… Me moría. La época de la radio fue muy bonita… Lo más lucido y de trabajo más cinematográfico y en equipo, por cómo repercutió, fue la guerra de Irak, cuando Toni fue como reportero de guerra. Fue muy bonito y quedó increíble. Y fue un bonito homenaje a la gente que se juega la vida informando.

¿Veremos en esta temporada final algún suceso histórico a través de los ojos de Toni?

P.R.: Yo creo que de todos. Están las elecciones, que se van a ver sobre todo desde los ojos de Toni Alcántara y de esta señorita.

P.B.: Sí, mi personaje también entra en este cambio social y político que vivió nuestro país de Felipe González a Aznar. Sin hacer ningún spoiler más, me ha tocado tener un poquito de trama en ese sentido. Siento que es un honor tener un personaje femenino que toque este tema.

¿Qué tramas han tenido otros compañeros en las que os hubiera gustado participar?

P.B.: Nunca he tenido esa sensación de quedarme fuera de esta trama. Mi personaje ha estado para aportar en esos momentos en los que era necesario contarlo desde el prisma de una mujer, o de una mujer extranjera, o desde una mujer que intenta conciliar el trabajo con la maternidad, o con estos conflictos de pareja que hemos tenido. He podido participar en momentos muy corales con la familia. Por ejemplo, en las paellas que son divertidas de grabar para nosotros, no tanto para el equipo porque se hacen muy largas, nos comemos mucha paella…

P.R.: A mí me pasó no con tramas en las que querría haber estado, no tanto por la trama sino por haber coincidido con actores que venían. Recuerdo la segunda temporada, que estaba en la mili, y estaba Héctor Alterio. Y me lo perdí. Me pasaba muchísimo: trabajar con actores a los que admiraba muchísimo pero no tener ni una secuencia.

Paloma, has sido la pareja más duradera y, parece que la definitiva, de Toni. ¿Cómo has vivido esta evolución hasta convertirte en personaje principal dentro de esta gran familia?

P.B.: Ha sido muy bonito. En mi vida profesional nunca había tenido la oportunidad de hacer un personaje durante tanto tiempo, y de ver cómo se vive como actriz cómo tu personaje se va desarrollando a medida que van escribiendo. No sabes adónde va a tirar y tienes que saber moldearte. A veces intentas luchar por algo, pero ha sido muy interesante. En siete años haber sido así, no me quiero imaginar a Pablo, que han sido 22. Nunca sabes con qué te vas a encontrar cuando te llegan los capítulos. ¿Ahora esta tía por dónde tira? Políticamente era muy ambiguo de qué lado cojeaba, y en esta última temporada lo vamos a ver.

¿Cuál es el personaje némesis de Toni que más disfrutaste? Por ejemplo, Antonio Alcántara ha tenido muchos enemigos, con tramas muy desarrolladas, desde el inspector Dávila a Bretón…

P.R.: Pedro Mari Sánchez estaba estupendo… Yo me lo pasé muy bien y fue muy divertido trabajar con Pere Ponce, con Israel Elejalde, que estuvo muchos años conmigo y con Cristina Alcázar, que esa trama la recuerdo con mucho cariño, de cuando éramos reporteros… Tengo mucho cariño a los dos amigos de la mili, a Nacho y a Mikel…

P.B.: Y en esta temporada hay que destacar a nuestra hija. Hay un momento en que entra la actriz Sofía Otero, que es increíble, ganó el Oso de Plata en el Festival de Berlín por 20.000 especies de abejas.

P.R.: Hemos tenido mucha suerte con los hijos, porque Víctor era fantástico, también Asier… Nuestras gemelas.

P.B.: Nos han tocado muy buenos talentos.

P.R.: Lo mejor de esta serie es que vas picoteando. Siempre estás rodeando de gente. Cuando la gente me pregunta si no me aburro, yo les digo: ‘Cambio de trabajos, cambio de compañeros, aprendo cosas todo el rato.

P.B.: Yo creo que Pablo, a través de haber trabajado en Cuéntame, debe ser de los actores mejor informados históricamente en este país. [Risas]

P.R.: [Risas] Y con los repartos, al final pasa mucha gente. Y hay una cosa muy bonita: vas viendo cómo la gente que pasa de repente va triunfando. Por ejemplo, Irene Arcos vino hace nada, hace tres temporadas, luego Amaia Aberasturi…

¿Te suelen llamar mucho Toni por la calle?

P.R.: Me pasaba mucho al principio que era como la coña de “¡Cuidado, que vienen los grises!”. [Risas] Luego no mucho. También es que yo olvido muy rápido las cosas.

P.B.: A mí me ha pasado que me decían: “Joder, ya te vale, tienes que volver con Toni”. Y yo: “¡Pero si me ha puesto los cuernos!” [Risas]

¿Os han dicho eso de: ‘He crecido contigo’?

P.R.: Sí, todo el tiempo. Y a veces van dos y uno: “Este es el de Cuéntame”. Y el otro: “¿El niño? ¡Pero cómo has crecido!”. [Risas]. Y yo: “No, ese no soy, yo no era tan niño…”. Nos dicen mucho que somos parte de sus familias.

¿Os habéis llevado algún objeto o algo de recuerdo de esta serie?

P.R.: Yo me he llevado una rebeca que era como muy mítica de las de lana que llevé, que hay mil fotos con Imanol. Llevaba siempre una granate que era muy de Toni Alcántara.

P.B.: Yo me llevé la tarjeta de afiliación del partido al que se hace Déborah. Era muy guay, con la carta, la fecha… El equipo de arte y atrezzo se lo curra muchísimo y parece de verdad.

P.R.: Yo tengo también el DNI.

P.B.: Me llevé también el cartelito del camerino que ponía Paloma Bloyd y Cuéntame, me llevé una foto de familia, nuestra primera foto juntos… Me llevé unas cuántas cosas para el recuerdo.

¿El final de Cuéntame es el que esperabais?

P.R.: En esencia sí. Luego no es literal lo que yo me había imaginado, pero creo que acabamos con la esencia de la serie.

¿Sentís presión o miedo de defraudar a los que han estado ahí viéndoos tanto tiempo?

P.R.: Yo creo que no. Yo creo que como se vea la mitad de lo que hemos estado haciendo nosotros creo que difícilmente defraudará. No lo sé, para gustos los colores, pero no creo.

¿Habéis visto ya la temporada final?

P.B. Sólo el primer capítulo.

P.R.: Y es muy divertido. Siempre se promociona como lo dramático y yo creo que la serie, lo que recupera mucho esta temporada, es lo cotidiano, los líos familiares, las broncas… La gente se identifica más con ello que con lo dramático.

P.B.: Pudimos ver el primer capítulo en el Festival de Cine de San Sebastián, fue el estreno y con público que se compró su entrada para poder verla. Poder escuchar las reacciones del espectador en directo, y ver lo mucho que se reían y cómo entraban en las tramas es un regalo.

¿Qué es lo que más vais a echar de menos de la serie?

P.B.: Hay una coletilla que se dice mucho en el rodaje y lo dice absolutamente todo el equipo en todo momento cuando sucede algo bueno. El equipo siempre dice: “¡Ole!”. Tú puedes estar por los pasillos caminando y oyes de fondo: “¡Ole!”. Entras a un sitio y “¡ole!”. Lo estaba pensando y ahora cuando escucho a alguien decir “ole” es el equipo de Cuéntame.

¿Cómo fue ese reencuentro con Ricardo Gómez y Elena Rivera?

P.R.: Muy bonito, muy emocionante. Creo que está muy bien escrito, muy a favor de lo que todos sentíamos en ese momento. Cuando lo ves en el papel no lo parecía tanto, pero cuando vinieron y se puso en pie surgió algo muy especial. Creo que a todos nos emocionó mucho ver, un poco lo que creo que le pasará al espectador, el cómo vuelven. Ricardo es el niño de España, de repente ves que es un hombre y cómo viene… Vino muy amoroso, muy profesional y fue muy bonito verle crecer. Y con Elena pasa igual. Nos superó a todos, fue una jornada de seis horas con una llantina…

P.B.: Era muy importante para el espectador, para poder darle ese cierre, ese círculo completo, que volviesen a la serie.

P.R.: Al final, en España, y en todo el mundo, hay muchas familias que tienen miembros o hijos que viven fuera. Entonces, es muy bonito y esperanzador. No que se vaya a quedar, o no, pero cuando vuelve a casa algún familiar que tenemos fuera es muy emocionante.

Pablo, al igual que Ricardo, saliste y entraste otra vez en la serie. ¿Tuviste alguna conversación con él a la hora de volver o él lo tuvo claro desde el principio?

P.R.: Para volver no, ni con Elena. Elena y Ricardo son muy adultos y saben muy bien lo que hacen. Además, los dos tienen dos carrerones. Están muy bien ubicados y no necesitaban ningún asesoramiento. Saben de esto casi más que yo. [Risas]. Lo que intenté fue recibirlos con los brazos abiertos y con mucha coña, claro. Yo soy muy payaso.

¿Cómo afrontasteis que llegaba el momento de la muerte de Herminia, de la abuela?

P.R.: Ese ha sido otro de los retos de la temporada. Cuando llega ese papel en blanco y dices: “¡Venga, a ver que se han imaginado!” Y empezar con esto, sobre todo el arranque, es un mazazo. Pero al final es como un homenaje. Como luego va recuperando los últimos días del personaje, al final es algo que tenía que suceder. Al igual que tiene que venir el niño a casa, el hijo que estaba fuera, las abuelas mueren por desgracia, antes o después.

P.B.: Es algo que se tiene que afrontar.

P.R.: Y es otra manera de cerrar el ciclo y cerrar la serie de una manera realista. Y creo que al espectador tampoco se le puede engañar. Herminia no puede vivir 300 años. Entonces hay un punto también de respeto. Y los guionistas aprovechan los hechos históricos y las épocas vitales de los personajes. Es una cosa que no se podía evitar.

P.B.: Para mí, el reto interpretativo en ese momento, porque daba mucha sensación ver el suelo con el agujero, con el ataúd, con la foto de María Galiana… Solo hacía falta soplar y te derrumbas por ver algo visualmente tan impactante. Tanto por María Galiana, como por mi propia abuela, como por mi conexión con la muerte… Y yo decía: “Es que mi personaje no puede estar tan sumamente desconsolada, entonces el trabajo era más cortarte”.

Cuéntame acabará en ese 2001 en el que se estrenó la serie. ¿Habrá algún tipo de guiño a la propia serie?

P.B.: No queremos hacer spoilers, es muy importante que lo descubráis vosotros. Además, os va a emocionar mucho. Esta serie siempre ha tenido un punto ‘meta’, pero creo que es precisamente eso. Todo el mundo quiere saber, tanto espectadores fieles como espectadores que llevan años sin ver la serie, cómo va a terminar Cuéntame.

P.R.: ¡Pero si a mí me lo preguntaban desde la primera temporada!

Y tú te imaginabas de todo menos que eso sucedería después de 22 años, ¿no?

P.R.: Claro, claro. ¿Cómo me lo iba a imaginar? Hicimos tres episodios y yo justo había hecho casting para otras dos series juveniles de las de más auge. Llamaban y preguntaban: “¿Cuándo va a estar disponible pablo?”. Lo que es la vida, ¿no?

¿Para cuáles?

P.R.: Era para Al salir de clase, para una de las temporadas, y luego había hecho para Compañeros, pero no encajé y hubo un encaje de bolillos. Yo venía de hacer uno de los protas en otra serie y estaba con Begoña Maestre, que era la chica nueva, y estaba David Janer, que en ese momento era el prota. David y yo éramos muy parecido, llevábamos el pelo muy parecido… Y yo iba a hacer un personaje que no sé si era el que hizo luego Álex García, o el amigo de Álex García. Yo salí en la primera unos capítulos, pero justo se acabó una serie que yo estaba haciendo con Globomedia y empezaba la nueva pandilla de Compañeros. Hubo interés en que estuviera pero no encajaba.

¿Cómo recibiste la repercusión tan brutal que hubo desde las primeras temporadas?

P.R.: A mí se me olvida un poco. Cuando veo ahora los pelotazos, me parecen como superlejanos. No tengo mucha conciencia de haberlo vivido.

P.B.: Eso es lo que pasa cuando llevas 22 años…

P.R.: Y que el éxito ha sido la serie, no hemos sido tanto nosotros. Ahí los actores ahí ninguno ha sido como el superactor de moda, ni se ha impuesto… Ha estado muy concentrado en la ficción. Lo que recuerdo del primer año es muchas cosas rápidas. Rodábamos seis días a la semana, porque no se llegaba a emitir, porque había sido tal éxito que empalmamos temporadas. Eran muchísimas horas y muchísima exigencia. Yo estaba en un momento en el que estaba aprendiendo y quería hacerlo muy bien. Estaba en la facultad, estaba en la escuela de interpretación, y lo recuerdo muy cansado. O sea, he ido disfrutándolo con los años. La primera temporada fue agotadora. Muy bonito lo que se creó pero muy agotador.

El consumo de TV ha caído muchísimo en los últimos años, ¿creéis que estamos asistiendo al final de una era con el medio? ¿Os da miedo estrenar esta última temporada en este momento y que el dato pueda empañar lo que fue la serie?

P.R.: No sé… A mí me pasa que, primero, no me entero mucho ya. Estoy bastante out en general. Pero lo que veo es que TVE ha crecido y está en un momento bueno. Y luego la gente ve mucho todo en diferido, son otros hábitos de consumo. Yo la verdad es que no me lo planteo. No me he planteado irnos con la mejor audiencia y un reconocimiento… No. Ojalá que los que la han visto siempre se queden satisfechos y guarden un buen recuerdo como el que yo conservo. Que ojalá sea un momentazo, acabe por todo lo alto y lo vea mucha gente, pero también es que la vida ha cambiado mucho. Un error es pensar que todo el mundo ha estado pendiente de nosotros. Hemos hecho historia, pero hay mucha gente a la que no le ha gustado la serie, a otra sí… También te digo, hay muchas cosas que tienen mucha audiencia que me horripilan. Para mí, el éxito es que al final la gente esté contenta.

P.B.: Y respecto a eso de la muerte de la televisión con Internet, vamos a ver esa metáfora y esa realidad en esta última temporada también. Vamos a ver esa foto de familia, que la primera era todos alrededor de la televisión, en este final vamos a ver el nacimiento de Internet porque Déborah trae el Internet a un lugar muy representativo de nuestro país y tenemos escenas muy graciosas con Antonio Alcántara farfullando con las redes de aquel entonces. [Risas].

Que a todo esto, el 94 era un poco pronto para tener ya Internet en casa, ¿no?

P.B.: Pero es que como tiene una cuñada que es informática, pues… [Risas].

¿Crees que el personaje de Déborah representa a la mujer empoderada, adelantada a su época y que rompía muchos clichés?

P.B.: Se procura contar con todas las mujeres de la serie. Para que las mujeres de hoy en día vean de dónde venimos y hacia donde irás.

P.R.: Mi madre era así literal.

P.B.: Mi madre también, en época todavía franquista se consiguió una beca para poder estudiar en Los Ángeles, que es donde conoció a mi padre, luego volvió aquí, no quiso quedarse en casa, conciliaba como podía… Y ahí está un gran superpoder.

Continue Reading
Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Televisión

Marlena, de sus inicios con Maneskin al Benidorm Fest 2024: “Nuestra canción es un poco Danny Zuko en Grease”

El Benidorm Fest 2024 tiene en su cartel una candidatura con conexión eurovisiva. Hablamos de Marlena, un dúo pop español que debe su nombre a Måneskin, los ganadores de Rotterdam 2021, y que se presenta al certamen de TVE con la ambición de conquistar oídos y ganar el ansiado billete a Malmö.

Así lo expresan sus componentes Ana Legazpi y Carolina Moyano en una entrevista con verTele realizada en Sevilla, en el marco del anuncio de los 16 aspirantes de la nueva edición. Reto que ambas emprenden con un proyecto musical asentado y con el “vértigo” de volver a tener una exposición mediática que ya experimentaron años atrás en sus primeras experiencias televisivas.

En 2018 se dieron a conocer en Factor X de Telecinco, bajo el nombre de W Caps. Pero fue un año antes cuando se lanzaron por primera vez a la aventura musical al coger un avión y presentarse sin complejos en la edición italiana del mismo formato, donde coincidieron con una banda hermana que a día de hoy son un espejo en el que mirarse en su objetivo de ir a Eurovisión: “Cuando participaron nuestros compañeros Måneskin y callaron bocas a todo el mundo fueron una referencia increíble”, admiten.

Años después, y ya como Marlena, este dúo madrileño acumula éxitos radiofónicos y tiene una media mensual de 1,3 millones de oyentes. Una base sólida que les permite presentarse al Benidorm Fest con las cosas claras y “mentalidad ganadora”: “Llegamos al Benidorm Fest no con algo pensado para vendernos, sino para gustar desde nuestra esencia”, cuentan en la entrevista.

Ana y Carolina desvelan que su tema para el festival habla de un amor de verano y, aun sin dar pistas sobre el título ni detalles sobre su sonido, señalan un referente temático conocido por todos: “Nuestra canción es un poco Danny Zuko en Grease”.

¿Cómo vivisteis vuestras primeras horas como participantes oficiales del Benidorm Fest 2024?

Ana Legazpi: Increíbles. Estamos aterrizando ahora mismo. Teníamos mucho miedo por todo lo que implica volver a la tele después de tantos años, cuando estuvimos en Factor X, y volver a exponernos mediáticamente, para lo bueno y para lo malo, da un poco de vértigo.

¿Qué es lo que os ha tranquilizado?

A.L: Sobre todo, charlar con los compañeros que han estado en otras ediciones, que nos han dicho que es una experiencia de diez y que vamos a salir bien paradas por algún lado.

Carolina Moyano: Hemos hablado con Rayden, Karmento, Vicco, Alice Wonder… nadie te habla mal del festival y a todo el mundo le beneficia el proyecto. Estamos superanimadas y más tranquilas.

¿Cuándo tomasteis la decisión?

A.L.: En verano, en mayo o en junio. En la oficina nos dijeron: ‘Vemos que es buen momento para que estéis aquí. ¿Qué os parece volver a la tele y expandiros entre otro público, que os pongan cara?’.

¿Os dio vértigo?

A.L.: Mogollón, da mucho vértigo pero a la vez es como esa adrenalina que nos exigimos los artistas y que nunca queremos que se vaya.

¿Os lo habíais planteado antes?

A.L.: Todos los años nos hemos planteado la posibilidad de presentarnos al Benidorm Fest, pero no veíamos nuestro proyecto muy claro. Casi no sabíamos ni quiénes éramos.

C.M.: Ya nos hemos conocido suficientemente como artistas, el proyecto Marlena, y esto es lo que queremos defender y presentar. Por eso este ha sido el año en que hemos tomado la decisión. Además, Vicco y Rayden fueron las personas que nos aconsejaron, nos hablaron de sus experiencias y a raíz de eso tomamos la decisión de lanzar la propuesta.

En ese momento, ¿os pusisteis a componer o ya teníais algún tema candidato?

A.L.: Teníamos un tema a medias, uno que iba a ser más romántico y dramático, y al final ha acabado siendo más veraniego y con buen rollo.

C.M.: No lo hicimos para el Benidorm Fest, lo escogimos después para mandarlo como propuesta y creo que eso es superpositivo porque esto es Marlena. Esta es una canción nuestra compuesta como parte de nuestro proyecto y esa es la parte superpositiva de llegar al Benidorm Fest no con algo pensado para venderte, sino para gustar desde nuestra esencia.

¿De qué manera os puede servir vuestra experiencia en ‘Factor X’ para afrontar el reto del Benidorm Fest?

A.L.: Sobre todo para el momento tele, con las cámaras… para saber movernos en el escenario y defender ahí nuestra propuesta y nuestra puesta en escena. Eso lo digo ahora muy tranquila, veremos luego cuando me suba en algún lado.

Habéis dicho que volvéis a la tele para lo bueno y para lo malo. ¿Qué tuvo de bueno y qué de malo esa experiencia en ‘Factor X’?

C.M.: Lo malo fue sentirte constantemente juzgada. También estás para eso, pero, para mí, esa fue una de las cosas más raras, la crítica no constructiva. Lo positivo fue el aprendizaje constante. En ese momento no teníamos un proyecto bien formado y éramos más pequeñas e inseguras, por eso esa parte fue una mala experiencia en ese momento.

¿Qué feedback habéis recibido sobre vuestra canción al enseñársela a personas de vuestro entorno?

C.M.: Amigos nuestros la han escuchado sin saber que nos habíamos presentado al Benidorm Fest, y les ha parecido un temazo.

A.L.: No sé si son bueno ojo juzgador, la verdad. A mi madre al principio no le entraba, pero luego, cuando sacamos el máster, dijo: ‘esto sí suena ya’.

C.M.: En general, en el equipo gusta mucho. Es muy pegadiza.

¿De qué habla la canción?

A.L.: Habla del ‘que sí, que no’ cuando conoces a alguien en verano. ‘¿Qué somos ahora en septiembre?’ Es un poco Danny Zuko en Grease.

En Italia tuvisteis una relación cercana con Måneskin, al participar en su misma edición de ‘X Factor’. ¿Habéis podido pedirles consejo?

A.L.: Es heavy porque hemos perdido todo el contacto con ellos, pero el recuerdo nos lo llevamos. Fueron las personas que mejor nos trataron en Italia, fueron como nuestros hermanos. Ellos querían aprender español y nosotras italiano porque no entendíamos ni papa.

C.M.: Nuestro nombre como grupo es por ellos, porque en muchas de sus canciones hacen referencia a una tal Marlena. En 2020 nos replanteamos nuestro proyecto y nació realmente Marlena, a raíz de empezar a componer canciones y de trabajar con nuestro equipo de RLM. Como nuestros orígenes fueron en X Factor Italia coincidiendo con Måneskin…

A.L.: Íbamos gritando como imbéciles cómo sonaba el nombre si de repente nos daban un premio. Y Marlena sonaba de puta madre.

¿Cómo os estáis preparando para la exposición que supone participar en el Benidorm Fest?

A.L.: De forma supernatural. Estamos acostumbradas, soy buena servidora de la crítica yo y convivo con ello muchísimo, pero creo que lo trataremos de la forma más normal y natural, siendo fieles a nosotras. Esto es lo que hay, estamos aquí por algo, y desde pequeña sé que no le puedes gustar a todo el mundo.

C.M.: Nuestro equipo, afortunadamente, ya ha trabajado con otros artistas que han vivido una experiencia similar, como Barei en su día, y van a estar ahí respaldando.

¿Qué expectativas tenéis con vuestra participación? Si algo han demostrado ediciones anteriores es que Eurovisión no es el único premio y hay otras muchas consecuencias buenas…

C.M.: Sería un regalo ganar el Benidorm Fest. Y en caso de no, ganar como proyecto, que el tema suene, tocar en festivales…

A.L.: Nosotras somos de mentalidad ganadora. Si vamos, vamos a ganar. Pero creo que va a haber un regalo por todas partes.

C.M.: Si no ganar como Blanca Paloma, marcarte un Nochentera y que tú proyecto de pronto impacte tan positivamente en toda España.

¿Tenéis algún referente eurovisivo?

A.L.: Llevamos enfocadas en Eurovisión los últimos cuatro años, en modo frikis. Antes no prestábamos mucha atención al festival, pero cuando participaron nuestros compañeros Måneskin y callaron bocas a todo el mundo fueron una referencia increíble. Aun sin haberles conocido, verles me excitó hasta a mí y soy lesbiana. Es otro rollo.

C.M.: Siempre hablamos mucho también de Duncan Laurence, ganador de Eurovisión 2019 con Arcade. Es muy referente, que de repente ganase una canción a piano fue muy guay.

¿Habéis descubierto a algún compañero de esta edición del Benidorm Fest que os haya gustado especialmente?

C.M.: Particularmente a Roger Padrós, quiero escucharle más. Hemos estado hablando de su tipo de música, y me apetece escuchar su proyecto. No le conocía tanto y para mí es un descubrimiento, es muy interesante.

¿Os veis dentro de 20-30 años haciendo música?

C.M.: Siempre decimos que ojalá ser referentes y artistas consagradas en el panorama musical. Queremos estar toda la vida dedicadas a la música…

A.L.: Y orgullosas de lo que hemos hecho.

¿Qué opina vuestro entorno de que os dediquéis a la música?

A.L.: Los papis siempre tienen ese punto de miedo porque es un mundo muy complicado. Y entiendo el punto de miedo, pero luego son los primeros que están ahí en todo. Son el máximo apoyo que tengo.

C.M.: La transición fue complicada. Nos conocimos estudiando la carrera y de repente nos fuimos a Italia a participar en X Factor. Yo tocaba la guitarra en grupos de amigos y Ana no cantaba nunca delante de nadie, así que fue romper con todo de repente. Realmente, los padres, con la boca pequeña, son los más fans.

¿Os acordáis del día que os conocisteis?

A.L.: Fue en casa de mi ex, ¡imagínate!

C.M.: Yo fui a esa casa con una amiga de la universidad, y nos conocimos ahí. De hecho, tenemos una foto de ese día.

A.L.: Y de ahí para siempre. La gente nos pregunta si somos pareja o hermanas, pero somos mejores amigas. Uña y carne.

Continue Reading

Televisión

‘La Voz 2023’ eligió a sus cuatro finalistas y dejó a Malú fuera de la última gala

Se acerca el final de la décima edición de La Voz. El talent show de Antena 3 eligió anoche a los cuatro concursantes que se disputarán la victoria en la última gala de la temporada, que tendrá lugar la próxima semana.

Por el escenario fueron pasando los ochos semifinalistas que se habían ido ganando el cariño del público y los coaches. Elsa Tortonda y Phindile Felicia llegaban amparadas por Luis Fonsi; Pablo Verdeguer Lucas Feliz contaban con el respaldo de Pablo López; Nereida Sanchón Miguel Carrasco habían sido seleccionados por Antonio Orozco; y Larisa Rodríguez y Dária formaban parte del equipo de Malú.

Sólo cuatro de ellos podían clasificarse para la gala final, sólo aquellos que recibieran la máxima puntuación del público. Con sus llamadas telefónicas y sus votos en la web del programa, los espectadores premiaron el talento de MiguelNereidaElsa Pablo, a quienes veremos en el último espectáculo de la décima edición de La Voz.

Por lo tanto, Malú no estará representada en la gala final ya que ninguno de sus concursantes ha sido elegido por la audiencia. En cambio, Antonio Orozco consiguió colar a sus dos candidatos (Nereida y Miguel), y Luis Fonsi y Pablo López podrán animar a sus respectivos delegados, Elsa y Pablo.

La semifinal de La Voz contó con las actuaciones especiales de Niña Pastori, Abraham Mateo, Nil Moliner y Taburete. Los coaches también subieron al escenario para cantar con sus respectivos ‘alumnos’.

 

Continue Reading

Televisión

Laura Londoño, tras ganar ‘MasterChef Celebrity España’ dejando todo en Colombia: “Estaría feliz de trabajar aquí”

Cuando hace unos meses empaquetó toda su vida en Colombia y puso rumbo a España junto a su familia, Laura Londoño no imaginaba estar una mañana de diciembre con el trofeo de MasterChef Celebrity 8 en sus manos. Un premio ganado a base de trabajo y autodeterminación, y que levantó por primera vez en la gran final del programa de La 1 que se emitió este jueves ante ante 1,2 millones de espectadores en prime time.

Todavía con la emoción del momento, la actriz explica qué le llevó a paralizar su carrera como actriz, en auge tras el éxito mundial de Café con aroma de mujer, por iniciarse en los fogones a kilómetros de casa. “Muchas veces en mi vida me veía viviendo aquí”, declara, al tiempo que confiesa que al embarcarse en ese “juego” tuvo “una dosis de valentía e ignorancia, porque no sabía dónde me estaba metiendo”.

Hizo las maletas y de la mano de su marido y sus hijas, cogió un avión a Madrid: “Podían echarme de MasterChef a la semana, pero como plan de familia decidimos que sí o sí nos íbamos a quedar dos meses”, cuenta. La jugada le salió redonda, aunque el recorrido no ha estado exento de dificultades: “No sabía quién era nadie y no tenía ninguna idea preconcebida sobre mis compañeros. Eso creo que jugó a favor”, dice en primera instancia, para después explicar que “tenía que replicar platos que nunca en mi vida había probado y no sabía a qué tenían que saber. Eso era una desventaja”.

Ahora, tras la exposición del talent show de TVE, Londoño cuenta cuáles son sus planes profesionales más inmediatos y aunque no desvela si le han llovido ofertas en producciones españolas a raíz de MasterChef, sí asegura que una de sus metas es hacer carrera en España: “Estoy disfrutando mucho esta ciudad y estaría feliz de trabajar más aquí. Vamos a ir viendo, seguramente van a salir cosas maravillosas más allá de lo que tengo ahora mismo”.

Tras protagonizar una serie de éxito mundial como Café con aroma de mujer te lloverían las ofertas. ¿Por qué decidiste parar por unos meses tu carrera como actriz para sumarte a esta aventura en un programa de entretenimiento, y en otro país?

Precisamente por todo eso que acabas de mencionar. Era una gran aventura y a mí me gustan las aventuras. Era un concurso y a mí me encanta jugar, con toda la seriedad con la que me tomo el juego, que es mi trabajo. Para mí la vida se trata de jugar y en el momento que dejamos de hacerlo ya estamos como viviendo horas extra. Es muy importante para mí en la vida no dejar de sorprenderme a mí misma, de descubrirme ante retos que no conozco, experiencias nuevas… Y España es un país que amo, que adoro, que he tenido la oportunidad de visitar otras veces y siempre he disfrutado enormemente, y muchas veces en mi vida me veía viviendo aquí. Ahora con mi familia era el paquete perfecto.

MasterChef es un formato que había visto, que había disfrutado y padecido como espectadora. Y hay una dosis de valentía, porque era un cambio muy grande, y también de ignorancia, porque aunque hubiera visto el formato algunas veces, ni siquiera el de España sino el de Colombia, no sabía dónde me estaba metiendo. Cuando dije ‘sí’ empecé a ver el programa y ahí me entraron los nervios infinitos. Entonces me puse a estudiar como loca y a entrenarme, con esa mira de venir a España a tener esta aventura con mi familia.

Cuando hiciste las maletas y te mudaste con tu familia a España por MasterChef, ¿cuáles eran tus expectativas?

Agradezco mucho a mi familia, y se lo decía durante el proceso, porque yo les dije que nos teníamos que embarcar en este viaje, con todo lo que eso implicaba, y me dijeron ‘listo, vamos’. Me preguntaron por cuánto tiempo y yo no tenía ni idea, podía ser poco y qué horror, ¡qué miedo! Podían echarme de MasterChef a la semana, pero como plan de familia decidimos que sí o sí nos íbamos a quedar dos meses. Y al final terminé haciendo el programa completo.

Cuando ya llegué al programa, por más que hubiéramos decidido quedarnos dos meses pasara lo que pasara, sabía lo que había significado para todos y para mí ese movimiento, y toda la energía que pusimos en hacerlo, que creo que por eso luché tanto para aprender de cero. No sabía cocinar nada, y no es una exageración: ¡nada! Y lo trabajé tanto para poder mantener esta aventura. Eso poco a poco me fue llevando a lo que vimos ayer: esa victoria que me hace sentir tan satisfecha, tan feliz y tan agradecida con ellos y conmigo.

Ahora indudablemente ha merecido la pena la apuesta, pero ¿en algún momento del programa dudaste de si habías tomado la decisión correcta dejándolo todo por MasterChef?

¡Claro! Quinientas veces. Pensaba ‘estoy loca, ¿a mí quién me manda? ¿por qué? ¿en qué me metí?’. Obviamente. Y no sólo esa duda, todo tipo de dudas. Siempre he sido una persona que duda un montón de sí misma, pero también tengo una autodeterminación tremenda. Es una mezcla rara. Y es verdad que veo el programa y no me veo como que dude tanto, pero por dentro soy un manojo de nervios, creo que todos son mejores que yo, que me van a ganar y que me van a echar en cualquier momento, que no sé qué estoy haciendo aquí… Y eso mismo me hace entrar en acción con esa determinación que tengo para estudiar más y más. Mi esposo me decía ‘Laura, tranquila, es un juego’. Así que sí, la duda siempre estuvo presente.

¿Crees que el hecho de ser un perfil nuevo en la televisión española ha jugado a tu favor, o has sentido que tenías que remar a contracorriente o que tenías desventaja respecto a tus compañeros?

Creo que las dos cosas. Esa frescura que mencionas la pude sentir en el comienzo del programa, que no sabía quién era nadie y no tenía ninguna idea preconcebida sobre mis compañeros. Eso creo que jugó a favor, porque venía más ligera de equipaje. Empecé de cero conociéndome genuinamente con todo el mundo, en las circunstancias en las que estábamos y no con lo que creía que alguien era o no era. Pero sí es verdad también que al venir de fuera a un entorno en el que todos se conocen entre sí, y ven que de no conocerme paso a ganar pruebas, también sentía eso.

Además, en un país en el que la gastronomía es tan enorme y tan maravillosa como lo es en España, veía que no eran mis sabores y tenía que replicar platos que nunca en mi vida había probado. No sabía a qué tenían que saber, no estaba en mi ADN. Eso era, obviamente, una desventaja desde ese lado para mí. Pero precisamente porque sentí esa desventaja desde el principio, que sabía que me iba a enfrentar a personas que cocinaban más que yo por esa tradición gastronómica, fue lo que me hizo estudiar tanto, ir a tantos restaurantes, tener tantos profesores y dedicarle tantas horas. Seguía creyendo que no estaba preparada y seguía preparándome hasta adquirir habilidades que me llevaron lejos.

Muchos espectadores veían claro un duelo contra Blanca Romero, que finalmente se quedó fuera de la final. ¿Tú también lo visualizabas? ¿Te habría gustado?

Me hubiera encantado. Me divertí mucho con Blanca, le decía que quería que llegásemos juntas a la final y ganásemos las dos. Me hubiera gustado mucho porque es una gran participante, una compañera, una amiga, una mujer muy divertida y la quiero mucho. Disfruté mucho con ella, y yo también me imaginé ese duelo.

A otros ganadores de MasterChef Celebrity, su paso por el programa les ha beneficiado profesionalmente al situarles en una posición mediática importante. ¿Cuál es tu objetivo tras ganar MasterChef? ¿Buscas hacer carrera en producciones de ficción españolas? ¿Has notado ya el impacto positivo en forma de ofertas?

Ahora estoy con el lanzamiento de Feroz, que es una marca de maquillaje que realmente lancé el año pasado en España aun sin saber que vendría a hacer MasterChef, ¡bendita coincidencia! Ahora estoy con ello más que nunca, abriendo puntos de venta. El maquillaje es como una herramienta que tenemos las mujeres en nuestro día a día y a mí me gusta compartir mi experiencia personal, de lo que ha significado para mí el hecho de conquistarme como mujer. No me sentía muy contenta con nuestra feminidad, porque sentía que era una desventaja, y a lo largo de los años he ido ganándome ese terreno. Es un proyecto muy especial para mí y es el que me tiene más anclada a España en este momento.

Ahora regreso a Bogotá dos meses a grabar la segunda y tercera temporada de Manes, que es una serie de Amazon Prime Video, una comedia romántica sobre cómo las mujeres vemos a los hombres en manada. Es muy divertida y muy linda. Y bueno, no sé. En España estoy feliz y encantada. Lo que más feliz me hace es ver a mis hijas felices aquí, estoy disfrutando mucho esta ciudad y estaría feliz de trabajar más aquí. Vamos a ir viendo, seguramente van a salir cosas maravillosas más allá de lo que tengo ahora mismo.

Continue Reading

Tendencia