Televisión
Pablo Rivero y Paloma Bloyd ponen fin a ‘Cuéntame’: “Herminia no puede vivir 300 años, hay un punto de respeto”

Pablo Rivero, y por extensión Paloma Bloyd, son los protagonistas del tercer capítulo de la temporada final de Cuéntame Cómo Pasó. El episodio que TVE emite este miércoles, titulado Toni. El testigo, se centrará en el segundo hijo de Antonio y Mercedes, que vivirá un complicado momento personal y profesional con las elecciones generales de 1996, con José María Aznar relevando a Felipe González al frente del Gobierno como principal telón de fondo.
De esta manera, la ficción volverá a colocar a Toni Alcántara en la primera línea de la política de España, testigo de un momento que marcó el devenir del país en nuestra entrada en el siglo XXI: “La suerte que he tenido como personaje es que desde el principio he tenido mucha evolución y muchos cambios. Ha estado en continuo movimiento y ha tenido contacto directo con la historia”, valora Rivero.
De la mano, sus personajes vivirán la triste pérdida de la abuela de la familia, un giro de guion que consideran “necesario” y bonito para “cerrar el ciclo”: “Es cerrar la serie de una manera realista. Y creo que al espectador tampoco se le puede engañar. Herminia no puede vivir 300 años. Entonces hay un punto también de respeto”, reflexiona el actor, que desvela cómo vivió la vuelta de Ricardo Gómez y Elena Rivera para ese sentido desenlace.
“Nos superó a todos, fue una jornada de seis horas con una llantina…”, afirma Rivero, que asegura no sentir presión por las audiencias de esta tanda final de la ficción. “Ojalá sea un momentazo, acabe por todo lo alto y lo vea mucha gente, pero también es que la vida ha cambiado mucho. Un error es pensar que todo el mundo ha estado pendiente de nosotros. Hemos hecho historia, pero hay mucha gente a la que no le ha gustado la serie, a otra sí…”, opina el intérprete. “Para mí, el éxito es que al final la gente esté contenta”, sentencia.
¿Cómo habéis afrontado esta última temporada?
PABLO RIVERO: Con mucha ilusión, como un privilegio. Realmente, haber tenido este trabajo y haber la opción de llegar a tanta gente durante tanto tiempo es una cosa excepcional. Lo he vivido como un privilegio. Poder tener la oportunidad de despedirnos a la altura de las expectativas que hay, y del público que nos ha seguido, ha sido un regalo. Inesperado, porque no sabíamos cuándo iba a ser, y en unas fechas muy malas porque ha sido en verano, pero lo hemos recibido como un premio.
¿Cómo ha sido despedirse de unos personajes que lleváis toda la vida interpretando?
P.R.: Lo he vivido como un regalo, y como ley de vida. Para mí, lo excepcional era seguir. Intento ponerme en la piel del espectador. Como a mí me gusta la serie, voy recibiendo los guiones con la ilusión de ver qué han escrito, intentando sacar la parte positiva a todas las escenas. Lo he afrontado intentando disfrutar de cada momentito con mis compañeros. Eso, sobre todo los últimos capítulos que han sido los más intensos, se va a ver. Cada uno hemos estados con cada uno del reparto, casi despidiéndonos, con todo el equipo. Las últimas semanas han sido muy emocionantes. Demasiado. Yo he llorado por las esquinas, han sido muy bonitas.
¿Cuál es la que más te fascinó de tus tramas como periodista?
P.R.: La suerte que he tenido como personaje es que desde el principio he tenido mucha evolución y muchos cambios. Ha estado en continuo movimiento y ha tenido contacto directo con la historia. Lo bonito ha sido desde el principio. La mera documentación de cómo era una adolescencia o una juventud en la época, hemos tenido la suerte de tener un equipo de documentación y de dirección de actores, no solo los directores, sino también Alicia Hermida, que nos hablaba de cómo comportarse y las pautas para no saltarse la época.
Toda la parte de la uiniversidad, los grises y la represión, con los libros prohibidos, fue muy mítica y ha marcado mucho la esencia de un personaje que ha seguido durante mucho tiempo. Queda en el imaginario. La revolución de los claveles tuve la suerte de trabajar con María de Medeiros. El resto lo hicimos en cromas y en exteriores de parques y ladrillos; la caída del muro de Berlín fue muy emocionante, el 23F fue muy mítico cuando llegaban los tanques fuera, en el exterior; y se creó una atmósfera muy chula. Lo dirigió Agustín Crespi. Yo hacía un directo, decía cinco líneas muy escuetas y las tenía que leer en off. Esto era de madrugada, y él me dijo: “Bueno, ¿eres capaz de hacer una nota mucho más larga y en directo? Como si fuera un directo, sin ser periodista. Esa magia, cuando todo está, funciona y rompí otra barrera. Fui escalando pasos. El haber estado sentado en el Telediario, sin leerlo…
PALOMA BLOYD: Él no utilizaba teleprompter…
P.R.: Yo me lo aprendía. Eran temporadas durísimas, con páginas y páginas y me lo tenía que saber a la perfección. Pero fue chulísimo. Yo estudié periodismo y en la facultad me aterraba ponerse delante de una cámara sin un personaje… Me moría. La época de la radio fue muy bonita… Lo más lucido y de trabajo más cinematográfico y en equipo, por cómo repercutió, fue la guerra de Irak, cuando Toni fue como reportero de guerra. Fue muy bonito y quedó increíble. Y fue un bonito homenaje a la gente que se juega la vida informando.
¿Veremos en esta temporada final algún suceso histórico a través de los ojos de Toni?
P.R.: Yo creo que de todos. Están las elecciones, que se van a ver sobre todo desde los ojos de Toni Alcántara y de esta señorita.
P.B.: Sí, mi personaje también entra en este cambio social y político que vivió nuestro país de Felipe González a Aznar. Sin hacer ningún spoiler más, me ha tocado tener un poquito de trama en ese sentido. Siento que es un honor tener un personaje femenino que toque este tema.
¿Qué tramas han tenido otros compañeros en las que os hubiera gustado participar?
P.B.: Nunca he tenido esa sensación de quedarme fuera de esta trama. Mi personaje ha estado para aportar en esos momentos en los que era necesario contarlo desde el prisma de una mujer, o de una mujer extranjera, o desde una mujer que intenta conciliar el trabajo con la maternidad, o con estos conflictos de pareja que hemos tenido. He podido participar en momentos muy corales con la familia. Por ejemplo, en las paellas que son divertidas de grabar para nosotros, no tanto para el equipo porque se hacen muy largas, nos comemos mucha paella…
P.R.: A mí me pasó no con tramas en las que querría haber estado, no tanto por la trama sino por haber coincidido con actores que venían. Recuerdo la segunda temporada, que estaba en la mili, y estaba Héctor Alterio. Y me lo perdí. Me pasaba muchísimo: trabajar con actores a los que admiraba muchísimo pero no tener ni una secuencia.
Paloma, has sido la pareja más duradera y, parece que la definitiva, de Toni. ¿Cómo has vivido esta evolución hasta convertirte en personaje principal dentro de esta gran familia?
P.B.: Ha sido muy bonito. En mi vida profesional nunca había tenido la oportunidad de hacer un personaje durante tanto tiempo, y de ver cómo se vive como actriz cómo tu personaje se va desarrollando a medida que van escribiendo. No sabes adónde va a tirar y tienes que saber moldearte. A veces intentas luchar por algo, pero ha sido muy interesante. En siete años haber sido así, no me quiero imaginar a Pablo, que han sido 22. Nunca sabes con qué te vas a encontrar cuando te llegan los capítulos. ¿Ahora esta tía por dónde tira? Políticamente era muy ambiguo de qué lado cojeaba, y en esta última temporada lo vamos a ver.
¿Cuál es el personaje némesis de Toni que más disfrutaste? Por ejemplo, Antonio Alcántara ha tenido muchos enemigos, con tramas muy desarrolladas, desde el inspector Dávila a Bretón…
P.R.: Pedro Mari Sánchez estaba estupendo… Yo me lo pasé muy bien y fue muy divertido trabajar con Pere Ponce, con Israel Elejalde, que estuvo muchos años conmigo y con Cristina Alcázar, que esa trama la recuerdo con mucho cariño, de cuando éramos reporteros… Tengo mucho cariño a los dos amigos de la mili, a Nacho y a Mikel…
P.B.: Y en esta temporada hay que destacar a nuestra hija. Hay un momento en que entra la actriz Sofía Otero, que es increíble, ganó el Oso de Plata en el Festival de Berlín por 20.000 especies de abejas.
P.R.: Hemos tenido mucha suerte con los hijos, porque Víctor era fantástico, también Asier… Nuestras gemelas.
P.B.: Nos han tocado muy buenos talentos.
P.R.: Lo mejor de esta serie es que vas picoteando. Siempre estás rodeando de gente. Cuando la gente me pregunta si no me aburro, yo les digo: ‘Cambio de trabajos, cambio de compañeros, aprendo cosas todo el rato.
P.B.: Yo creo que Pablo, a través de haber trabajado en Cuéntame, debe ser de los actores mejor informados históricamente en este país. [Risas]
P.R.: [Risas] Y con los repartos, al final pasa mucha gente. Y hay una cosa muy bonita: vas viendo cómo la gente que pasa de repente va triunfando. Por ejemplo, Irene Arcos vino hace nada, hace tres temporadas, luego Amaia Aberasturi…
¿Te suelen llamar mucho Toni por la calle?
P.R.: Me pasaba mucho al principio que era como la coña de “¡Cuidado, que vienen los grises!”. [Risas] Luego no mucho. También es que yo olvido muy rápido las cosas.
P.B.: A mí me ha pasado que me decían: “Joder, ya te vale, tienes que volver con Toni”. Y yo: “¡Pero si me ha puesto los cuernos!” [Risas]
¿Os han dicho eso de: ‘He crecido contigo’?
P.R.: Sí, todo el tiempo. Y a veces van dos y uno: “Este es el de Cuéntame”. Y el otro: “¿El niño? ¡Pero cómo has crecido!”. [Risas]. Y yo: “No, ese no soy, yo no era tan niño…”. Nos dicen mucho que somos parte de sus familias.
¿Os habéis llevado algún objeto o algo de recuerdo de esta serie?
P.R.: Yo me he llevado una rebeca que era como muy mítica de las de lana que llevé, que hay mil fotos con Imanol. Llevaba siempre una granate que era muy de Toni Alcántara.
P.B.: Yo me llevé la tarjeta de afiliación del partido al que se hace Déborah. Era muy guay, con la carta, la fecha… El equipo de arte y atrezzo se lo curra muchísimo y parece de verdad.
P.R.: Yo tengo también el DNI.
P.B.: Me llevé también el cartelito del camerino que ponía Paloma Bloyd y Cuéntame, me llevé una foto de familia, nuestra primera foto juntos… Me llevé unas cuántas cosas para el recuerdo.
¿El final de Cuéntame es el que esperabais?
P.R.: En esencia sí. Luego no es literal lo que yo me había imaginado, pero creo que acabamos con la esencia de la serie.
¿Sentís presión o miedo de defraudar a los que han estado ahí viéndoos tanto tiempo?
P.R.: Yo creo que no. Yo creo que como se vea la mitad de lo que hemos estado haciendo nosotros creo que difícilmente defraudará. No lo sé, para gustos los colores, pero no creo.
¿Habéis visto ya la temporada final?
P.B. Sólo el primer capítulo.
P.R.: Y es muy divertido. Siempre se promociona como lo dramático y yo creo que la serie, lo que recupera mucho esta temporada, es lo cotidiano, los líos familiares, las broncas… La gente se identifica más con ello que con lo dramático.
P.B.: Pudimos ver el primer capítulo en el Festival de Cine de San Sebastián, fue el estreno y con público que se compró su entrada para poder verla. Poder escuchar las reacciones del espectador en directo, y ver lo mucho que se reían y cómo entraban en las tramas es un regalo.
¿Qué es lo que más vais a echar de menos de la serie?
P.B.: Hay una coletilla que se dice mucho en el rodaje y lo dice absolutamente todo el equipo en todo momento cuando sucede algo bueno. El equipo siempre dice: “¡Ole!”. Tú puedes estar por los pasillos caminando y oyes de fondo: “¡Ole!”. Entras a un sitio y “¡ole!”. Lo estaba pensando y ahora cuando escucho a alguien decir “ole” es el equipo de Cuéntame.
¿Cómo fue ese reencuentro con Ricardo Gómez y Elena Rivera?
P.R.: Muy bonito, muy emocionante. Creo que está muy bien escrito, muy a favor de lo que todos sentíamos en ese momento. Cuando lo ves en el papel no lo parecía tanto, pero cuando vinieron y se puso en pie surgió algo muy especial. Creo que a todos nos emocionó mucho ver, un poco lo que creo que le pasará al espectador, el cómo vuelven. Ricardo es el niño de España, de repente ves que es un hombre y cómo viene… Vino muy amoroso, muy profesional y fue muy bonito verle crecer. Y con Elena pasa igual. Nos superó a todos, fue una jornada de seis horas con una llantina…
P.B.: Era muy importante para el espectador, para poder darle ese cierre, ese círculo completo, que volviesen a la serie.
P.R.: Al final, en España, y en todo el mundo, hay muchas familias que tienen miembros o hijos que viven fuera. Entonces, es muy bonito y esperanzador. No que se vaya a quedar, o no, pero cuando vuelve a casa algún familiar que tenemos fuera es muy emocionante.
Pablo, al igual que Ricardo, saliste y entraste otra vez en la serie. ¿Tuviste alguna conversación con él a la hora de volver o él lo tuvo claro desde el principio?
P.R.: Para volver no, ni con Elena. Elena y Ricardo son muy adultos y saben muy bien lo que hacen. Además, los dos tienen dos carrerones. Están muy bien ubicados y no necesitaban ningún asesoramiento. Saben de esto casi más que yo. [Risas]. Lo que intenté fue recibirlos con los brazos abiertos y con mucha coña, claro. Yo soy muy payaso.
¿Cómo afrontasteis que llegaba el momento de la muerte de Herminia, de la abuela?
P.R.: Ese ha sido otro de los retos de la temporada. Cuando llega ese papel en blanco y dices: “¡Venga, a ver que se han imaginado!” Y empezar con esto, sobre todo el arranque, es un mazazo. Pero al final es como un homenaje. Como luego va recuperando los últimos días del personaje, al final es algo que tenía que suceder. Al igual que tiene que venir el niño a casa, el hijo que estaba fuera, las abuelas mueren por desgracia, antes o después.
P.B.: Es algo que se tiene que afrontar.
P.R.: Y es otra manera de cerrar el ciclo y cerrar la serie de una manera realista. Y creo que al espectador tampoco se le puede engañar. Herminia no puede vivir 300 años. Entonces hay un punto también de respeto. Y los guionistas aprovechan los hechos históricos y las épocas vitales de los personajes. Es una cosa que no se podía evitar.
P.B.: Para mí, el reto interpretativo en ese momento, porque daba mucha sensación ver el suelo con el agujero, con el ataúd, con la foto de María Galiana… Solo hacía falta soplar y te derrumbas por ver algo visualmente tan impactante. Tanto por María Galiana, como por mi propia abuela, como por mi conexión con la muerte… Y yo decía: “Es que mi personaje no puede estar tan sumamente desconsolada, entonces el trabajo era más cortarte”.
Cuéntame acabará en ese 2001 en el que se estrenó la serie. ¿Habrá algún tipo de guiño a la propia serie?
P.B.: No queremos hacer spoilers, es muy importante que lo descubráis vosotros. Además, os va a emocionar mucho. Esta serie siempre ha tenido un punto ‘meta’, pero creo que es precisamente eso. Todo el mundo quiere saber, tanto espectadores fieles como espectadores que llevan años sin ver la serie, cómo va a terminar Cuéntame.
P.R.: ¡Pero si a mí me lo preguntaban desde la primera temporada!
Y tú te imaginabas de todo menos que eso sucedería después de 22 años, ¿no?
P.R.: Claro, claro. ¿Cómo me lo iba a imaginar? Hicimos tres episodios y yo justo había hecho casting para otras dos series juveniles de las de más auge. Llamaban y preguntaban: “¿Cuándo va a estar disponible pablo?”. Lo que es la vida, ¿no?
¿Para cuáles?
P.R.: Era para Al salir de clase, para una de las temporadas, y luego había hecho para Compañeros, pero no encajé y hubo un encaje de bolillos. Yo venía de hacer uno de los protas en otra serie y estaba con Begoña Maestre, que era la chica nueva, y estaba David Janer, que en ese momento era el prota. David y yo éramos muy parecido, llevábamos el pelo muy parecido… Y yo iba a hacer un personaje que no sé si era el que hizo luego Álex García, o el amigo de Álex García. Yo salí en la primera unos capítulos, pero justo se acabó una serie que yo estaba haciendo con Globomedia y empezaba la nueva pandilla de Compañeros. Hubo interés en que estuviera pero no encajaba.
¿Cómo recibiste la repercusión tan brutal que hubo desde las primeras temporadas?
P.R.: A mí se me olvida un poco. Cuando veo ahora los pelotazos, me parecen como superlejanos. No tengo mucha conciencia de haberlo vivido.
P.B.: Eso es lo que pasa cuando llevas 22 años…
P.R.: Y que el éxito ha sido la serie, no hemos sido tanto nosotros. Ahí los actores ahí ninguno ha sido como el superactor de moda, ni se ha impuesto… Ha estado muy concentrado en la ficción. Lo que recuerdo del primer año es muchas cosas rápidas. Rodábamos seis días a la semana, porque no se llegaba a emitir, porque había sido tal éxito que empalmamos temporadas. Eran muchísimas horas y muchísima exigencia. Yo estaba en un momento en el que estaba aprendiendo y quería hacerlo muy bien. Estaba en la facultad, estaba en la escuela de interpretación, y lo recuerdo muy cansado. O sea, he ido disfrutándolo con los años. La primera temporada fue agotadora. Muy bonito lo que se creó pero muy agotador.
El consumo de TV ha caído muchísimo en los últimos años, ¿creéis que estamos asistiendo al final de una era con el medio? ¿Os da miedo estrenar esta última temporada en este momento y que el dato pueda empañar lo que fue la serie?
P.R.: No sé… A mí me pasa que, primero, no me entero mucho ya. Estoy bastante out en general. Pero lo que veo es que TVE ha crecido y está en un momento bueno. Y luego la gente ve mucho todo en diferido, son otros hábitos de consumo. Yo la verdad es que no me lo planteo. No me he planteado irnos con la mejor audiencia y un reconocimiento… No. Ojalá que los que la han visto siempre se queden satisfechos y guarden un buen recuerdo como el que yo conservo. Que ojalá sea un momentazo, acabe por todo lo alto y lo vea mucha gente, pero también es que la vida ha cambiado mucho. Un error es pensar que todo el mundo ha estado pendiente de nosotros. Hemos hecho historia, pero hay mucha gente a la que no le ha gustado la serie, a otra sí… También te digo, hay muchas cosas que tienen mucha audiencia que me horripilan. Para mí, el éxito es que al final la gente esté contenta.
P.B.: Y respecto a eso de la muerte de la televisión con Internet, vamos a ver esa metáfora y esa realidad en esta última temporada también. Vamos a ver esa foto de familia, que la primera era todos alrededor de la televisión, en este final vamos a ver el nacimiento de Internet porque Déborah trae el Internet a un lugar muy representativo de nuestro país y tenemos escenas muy graciosas con Antonio Alcántara farfullando con las redes de aquel entonces. [Risas].
Que a todo esto, el 94 era un poco pronto para tener ya Internet en casa, ¿no?
P.B.: Pero es que como tiene una cuñada que es informática, pues… [Risas].
¿Crees que el personaje de Déborah representa a la mujer empoderada, adelantada a su época y que rompía muchos clichés?
P.B.: Se procura contar con todas las mujeres de la serie. Para que las mujeres de hoy en día vean de dónde venimos y hacia donde irás.
P.R.: Mi madre era así literal.
P.B.: Mi madre también, en época todavía franquista se consiguió una beca para poder estudiar en Los Ángeles, que es donde conoció a mi padre, luego volvió aquí, no quiso quedarse en casa, conciliaba como podía… Y ahí está un gran superpoder.
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Televisión
La de Jordi Évole no fue la única: todas las entrevistas que el Papa Francisco ha concedido en la televisión española

El papa Francisco ha fallecido este lunes a los 88 años de edad. El Sumo Pontífice estuvo ingresado el pasado mes de febrero durante dos semanas tras padecer una neumonía bilateral. La triste noticia se ha producido después de la mejoría de su estado de salud. De hecho, este mismo domingo dio el Urbi et Orbi en el Vaticano y recibió en persona al vicepresidente de EE.UU. JD Vance.
Durante sus doce años de papado, Francisco sólo concedió tres entrevistas a la televisión española, y dos de ellas fueron a Jordi Évole. El Papa tomó su cargo el 13 de marzo de 2013. Fue un año después cuando Francisco habló por primera vez para una televisión española. El Papa habló para Noticias Cuatro, de la mano del periodista Henrique Cymerman.
La entrevista estuvo precedida por un prólogo de Roberto Arce, quien puso en contexto la relación personal entre Bergoglio y Cymerman. Una conversación en la que Francisco expresaba cómo había vivido su elección como Sumo Pontífice. “Nunca pensé que me iban a dejar acá. Me vine con una valija pequeñita, para volverme enseguida […] La dimensión de párroco es la que más muestra mi vocación. Servir a la gente. Me sale de adentro. Apagar la luz encendida para no gastar plata”, compartía.
“La actitud de Papa no se lleva dentro, va saliendo con otros gestos. Yo tengo que cumplir con unas obligaciones, si viene un jefe de Estado, tengo que recibirle con el trato y el protocolo que se merece, aunque es verdad que con el protocolo tengo problemas”, confesaba a Cymerman.
Ya en ese momento, abordaba los peligros del fundamentalismo y hablaba sobre utilizar la violencia en el nombre de Dios. “Es una contradicción. Es como si me dijeran ‘Este hombre es un buen hijo, le pega a la madre solo tres veces por día’. […] Con reconocimiento histórico, los cristianos a veces hemos practicado la violencia en nombre de Dios. […] A veces, por la religión llegamos a contradicciones muy serias», argumentaba.
No obstante, como se decía líneas más arriba, las entrevistas más sonadas fueron las dos que concedió a Jordi Évole. Tras años de gestiones, el catalán lograba una conversación a solas con el jefe de la Santa Sede. Se trató de un momento histórico que llevó a Salvados a firmar datos récord. Se emitió el 31 de marzo de 2019. La entrevista se saldó con un 21% de cuota y 4.107.000 espectadores de media.
Una entrevista no sólo muy vista, sino que dejó varios titulares que hicieron correr ríos de tinta por la manera directa en la que Bergoglio respondía a Évole. El papa argentino no dudaba en abordar el drama de la migración y de la crisis de refugiados. “No entiendo la insensibilidad o no entiendo la injusticia que hace que una persona migre buscando cosas mejores y la injusticia de quien le cierra la puerta”, expresaba al periodista.
“La actitud fundamental es el corazón abierto, la actitud de la Biblia: ‘recibirás y tratarás bien al migrante, porque tú también fuiste migrante’. El primer paso es recibir, el segundo, recibir, el tercero, promover y el cuarto, integrar”, agregaba.
Sólo un año después, el 22 de marzo de 2020, Bergoglio concedió su segunda entrevista a Évole. En esta ocasión, fue muy distinta y enmarcada dentro de los seis programas especiales dedicados a la pandemia de COVID-19. Las palabras del santo padre no fueron las únicas que se escucharon en ese episodio, dado que Évole también conversó con Marina Garcés y Alfred García.
Mediante una videollamada, Francisco le revelaba a Évole que había sufrido crisis de fe en su vida. Lejos de verlo como algo dramático, Bergoglio explicaba cómo el dudar sólo le había ayudado positivamente. “He tenido mis crisis de fe y las he resuelto por la gracia de Dios. Pero nadie se salva del camino común de la gente, que es el mejor camino, el más seguro, el concreto. Y eso nos hace bien a todos”, revelaba.
El Papa aprovechaba para hacer un llamamiento a los empresarios para no despedir a sus trabajadores en un momento tan delicado como fueron los primeros meses de la pandemia. “Una empresa que despide para salvarse no es una solución. En este momento más que despedir, hay que acoger y hacer sentir que hay una sociedad solidaria. Son los grandes gestos que hacen falta ahora”, expresaba de manera rotunda.
A pesar de que no fue un episodio como el que vivió con Salvados, la segunda entrevista de Évole a Bergoglio se saldó con un 11% de share y 2.267.000 seguidores de media, datos más que positivos dentro de un contexto en el que la población española se vio obligada a estar confinada.
Por último, se sumó la producción documental Amén: Francisco responde. Dirigida también por Jordi Évole junto con Màrius Sánchez, se trata de una película de no ficción en la que el Sumo Pontífice conversaba con diez jóvenes procedentes de distintas partes del mundo. Un proyecto de Producciones del Barrio y que puede disfrutarse en Disney+.
Fuente: El Español.
Miguel Ángel Pizarro.
Televisión
De ‘Traitors’ y ‘La noche de los récords’ a ‘La familia de la tele’: las apuestas de las cadenas para el sprint final de la temporada

La temporada televisiva 2024-2025 llegará a su fin en cuestión de semanas. Las principales cadenas de televisión afrontan la recta final del curso -mayo suele ser el mes más importante a nivel comercial- sacando sus últimas bazas para terminar junio con el mejor dato posible.
Los principales canales generalistas afrontan el sprint final en diferentes posiciones. Antena 3 sigue a lo suyo, tras haber encadenado en marzo su octavo mes como líder.
El Hormiguero no falla en su particular duelo en el access prime time con La Revuelta de una Televisión Española en plena revolución de contenidos. La pública será la cadena que más novedades traerá en las próximas semanas.
La llegada de María Patiño, Belén Esteban y compañía a las tardes de La 1 dará un vuelco al horario vespertino amenazan la remontada de El Diario de Jorge en Telecinco, así como Y ahora Sonsoles. El canal de Mediaset defenderá el segundo puesto que quitó a La 1 en marzo.
Este es el panorama con el que se llega al último tramo del curso. A continuación, BLUPER repasa los formatos que aterrizarán tras Semana Santa:
TVE
El próximo martes, 22 de abril, La 1 estrenará La familia de la tele, su nuevo magacín vespertino. María Patiño, Inés Hernand y Aitor Albizua se ponen al frente de un programa que tendrá como «colaboradora especial» a Belén Esteban y que contará con todos los rostros que hacían posible Sálvame y Ni que fuéramos Shhh: Lydia Lozano, Chelo García-Cortés, Víctor Sandoval, Kiko Matamoros, Carlota Corredera…
En prime time, se sumarán a la oferta de la pública Andreu Buenafuente con Futuro Imperfecto. Previsiblemente, irá destinado a la noche de los viernes. También concursos como That’s My Jam, presentado por Arturo Valls, y The Floor, con Chenoa como maestra de ceremonias. Tras ser descartado para la primera cadena, Jeopardy recalará en La 2.
Como cada mes de mayo, RTVE se volcará con Eurovisión y, en este 2025, con Melody. Esa semana se emitirá en prime time un documental que repasa el camino al certamen de nuestra representante.
En su apuesta por los grandes eventos deportivos, TVE retransmitirá la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Real Madrid -26 de abril- y la final de la Champions League -31 de mayo-. En materia de ficción, TVE tiene pendiente estreno las series Ena y Weiss y Morales.
Antena 3
La gran baza de Antena 3 antes de verano se llama Traitors. Atresmedia se hizo con los derechos del formato que triunfó en Max en 2023 y su canal principal emitirá la versión de anónimos. Presentado por Juanra Bonet, se trata de la incursión del grupo en el reality show más de 20 años después de sus últimos intentos.
La música también tendrá un papel protagonista. La recta final de Tu cara me suena coincidirá con el arranque de La Voz Kids, con novedades destacadas en esta edición. A David Bisbal y Lola Índigo, se añaden como coaches Manuel Turizo y Edurne, que llega procedente de Got Talent España.
Eva & Nicole, disponible en Atresplayer desde junio de 2024, saltará al prime time de Antena 3. La serie protagonizada por Belén Rueda e Hiba Abouk cuenta la historia de dos antiguas amigas convertidas en enemigas y rivales para hacerse con el control de la noche marbellí.
Telecinco
Con tres noches dedicadas a Supervivientes, a la parrilla de Telecinco llegarán hasta tres nuevos formatos: Todos por ti, conducido por Carlos Sobera; La noche de los récords, con Jesús Vázquez, y La noche del gran show, con Dani Martínez.
Por otro lado, Telecinco emitirá en abierto los capítulos de la temporada 14 de La que se avecina. Hay que recordar que la cadena estrenó en primicia el primer capítulo de esa entrega, disponible en Prime Video desde noviembre de 2023. A finales de 2024, la plataforma lanzó la temporada número 15.
Cuatro
Más de un año han tenido que esperar los seguidores de Viajando con Chester, pero la nueva tanda ya está aquí. Por el programa de Risto Mejide, ahora producido por Vodevil TV, pasarán Iker Jiménez, Antonio Orozco, Victor Elías o Emiliano García-Page, entre otros.
Cuatro tratará de dar un último empujón al curso con el tercero de los especiales de Calleja en el espacio. Esta entrega recoge todas las imágenes inéditas de su vuelo espacial. Tampoco faltarán nuevos episodios de Viajeros Cuatro.
laSexta
laSexta ya ha estrenado dos de sus formatos más atractivos para el segundo trimestre de 2025. Estas semanas, han visto la luz las nuevas entregas de Apatrullando, con Jalis de la Serna, y ¿Quién quiere ser millonario?, con Juanra Bonet a los mandos.
Antes del parón estival llegará también la tercera temporada de Anatomía de… Mamen Mendizábal reconstruirá más momentos olvidados de la historia de España, como ya hizo en tandas anteriores con la catástrofe natural de Biescas o el mayor bulo viral de España.
Fuente: El Español.
Merce Moreno.
Televisión
La vida actual de Natalia Millán: de ser la profesora Adela Ramos en ‘Un paso adelante’ a la gran pérdida que marcó su vida

Hace 13 años se emitió el primer capítulo de Un paso adelante. Una serie que forma parte de la historia de la televisión española y que desde el primer momento enganchó a toda una generación a la pequeña pantalla. Se estima que más de 19 millones de personas vieron cada uno de los episodios que crearon Daniel Écija, Juan Carlos Cueto, Ernesto Pozuelo, Pilar Nadal y Jesús del Cerro.
Más de una década después, muchos son los que recuerdan no solo la trama de la historia, sino también a sus personajes. Diana de Miguel, Juan Taberner, Silvia Jáuregui o Lola Fernández son solo algunos de los alumnos y profesores que nos adentraron en las aulas del Carmen Arranz.
Sin embargo, hay uno que destaca. Se trata de Adela Ramos, personaje al que acompañamos durante cuatro temporadas y más de 40 capítulos. A día de hoy, sigue siendo una de las protagonistas más entrañables. Esto no sería posible sin la gran actuación de Natalia Millán.
Con solo 13 años debutó como actriz en El cepo, una película de Francisco Rodríguez Gordillo. Su objetivo era muy claro: convertirse en una de las mejores actrices de España. A temprana edad, y con una educación envidiable en baile clásico, canto, jazz y actuación, acumuló varios papeles en diferentes proyectos de aquella época.
Destaca su participación en El súper, Policías, en el corazón de la calle, interpretando a Lola Ruiz, y en Un paso adelante, en la que dio vida a la profesora de baile clásico Adela Ramos.
Un año después de llegar a la serie de Televisión Española, asumió su primer protagónico en la película Nubes de verano, que se estrenó en las pantallas españolas en 2004. Le seguiría El internado, encarnando el papel de Elsa, El mercader de Venecia, Sangre de mayo, Velvet, Explota, Explota o Los chicos del coro.
Aunque cuenta con una gran trayectoria en cine, la actriz no olvidó su amor por el teatro. Durante los últimos años participó en obras como El cementerio de automóviles o Cabaret. A lo largo de los años, Natalia Millán se ha ganado un lugar destacado en el corazón del público español. Con su elegancia natural y una fuerza interpretativa que traspasa la pantalla, ha dejado huella en algunas de las series más emblemáticas de la televisión.
Quién no la recuerda como Angélica Valdés en Amar en tiempos revueltos o como la carismática Catalina Marini en Cuéntame cómo pasó. Sus interpretaciones no solo entretienen, sino que han conseguido conectar con generaciones enteras.
A pesar de que la conocemos en la pequeña y gran pantalla, Natalia es una mujer reservada que ha sabido guardar su vida personal lejos del escaparate mediático. Lo cierto es que la madrileña no suele hablar de sí misma, pero cuando lo hace, se muestra muy sincera. Durante los últimos años ha confesado dos capítulos cruciales en su vida: la incertidumbre en su carrera profesional y la pérdida de uno de sus seres queridos.
Aunque en algunas ocasiones confesó que llegaron momentos en que su profesión no le daba de comer, existe un capítulo en su vida que aún lo recuerda como una de sus peores etapas: el fallecimiento de su pareja y padre de su única hija tras un accidente de tráfico cuando solo tenía 32 años.
Superarlo le costó mucho tiempo. Su familia fue su gran apoyo y el trabajo le sirvió para mantener la mente ocupada. A pesar de ello, confesó que lo más complicado fue contarle a su pequeña de cuatro años lo que había sucedido. Violeta tiene ahora cerca de 30 años y desde los 19 años tuvo claro que quería dedicarse a la interpretación. «Es muy creativa, no sé si será genético o también tendrá parte de aprendizaje, pero tiene un temperamento artístico clarísimo», comentó Natalia ante los medios.
Fuente: El Español.
Fátima Pazó.
Radio Millenium Online


La de Jordi Évole no fue la única: todas las entrevistas que el Papa Francisco ha concedido en la televisión española

De ‘Traitors’ y ‘La noche de los récords’ a ‘La familia de la tele’: las apuestas de las cadenas para el sprint final de la temporada
