Televisión
Manu Baqueiro e Itziar Miranda, ante el fin de ‘Amar es para siempre’: “Al principio estuvimos con muchos lloros”

Los nombres de Itziar Miranda y Manu Baqueiro son inseparables a los de Manolita y Marcelino, los personajes que llevan interpretando desde hace 18 años en las sobremesas de nuestra televisión. Primero en la iniciática Amar en tiempos revueltos (La 1; 2005-2012) y actualmente en su longeva continuación, A,ar es para Siempre (Antena 3; 2012-actualidad), que encara la última temporada de su historia. Porque como dice Baqueiro, “todo tiene un principio y todo tiene un final”, y el de Amar es para siempre promete ser “por todo lo alto”, según sus protagonistas.
“Al principio todos estuvimos con muchos lloros y lágrimas, pero no sólo de tristeza, sino también de emoción, de decir que ha llegado el momento de acabar”, comenta Miranda, junto a Baqueiro, durante el FesTVal de Vitoria. En este sentido, la actriz celebra que la serie vaya a finalizar en “un momento precioso” como el que está viviendo actualmente Amar, con una “audiencia increíble”, “un elenco brutal y unos guiones increíbles”. “Lo bonito es que no estamos desgastados ni en el punto de que a nadie le interesa la serie”, coincide el madrileño.
De momento, ni él ni su compañera saben cómo será el esperado final, pero sí tienen claro que no quieren muertes y sí mucha emotividad y encuentros familiares. En cualquier caso, sí hay algo que morirá con el final de Amar : la vida que hasta ahora llevaban sus dos actores más emblemáticos. “Va a ser un cambio de vida y tienes que hacer un trabajo. Porque levantarte todos los días a las 6 con tu seguridad, tu sueldo y tu serie, pues bien, pero ahora tienes que volver a buscarte la vida, que es de lo que va esto”, apunta Baqueiro
Sin embargo, ofertas no parece que les vayan a faltar. “Somos unos afortunados en la profesión, porque desde que la gente sabe que Amar se acaba hemos recibido muchos mensajes y muchas llamadas de gente que quiere trabajar con nosotros y que ha dicho: ‘Anda, por fin podremos trabajar con vosotros dos’. Y esto puede salir o no puede salir, pero es hermoso”, reconoce Miranda.
¿Cómo habéis vivido este tiempo desde el momento en el que os dicen que la serie llega a su fin?
Itziar Miranda (I.M.): Nos lo dijo Edu [Casanovas, director y productor ejecutivo] y al principio todos estuvimos con muchos lloros y lágrimas, pero no sólo de tristeza, sino de emoción, de decir: “Ha llegado el momento de acabar”. Y además es que no acaba porque vaya mal, no; la audiencia va increíble, incluso mejor que otros años, estamos en un momento precioso de Amar, con un elenco brutal, unos guiones increíbles y es cuando te dicen: “Amar acaba”. Y así lo vives con más emoción, sabiendo que es bonito que nos hagan acabar así y que la cuiden así antes que pensar: “Ya me lo esperaba, porque estábamos haciendo una audiencia horrible”. Lo ves como un regalo, como una forma de pensar a ver qué nos depara luego la vida, y de que aquí, ahora en el presente, acabemos Amar con burbujas.
¿Habéis pensado ya cómo va a ser ése primer día en el que os levantéis en casa y no tengáis que madrugar?
Manu Baqueiro (M.B.): ¡Yo me voy a Brasil en cuanto acabemos!, no te voy a decir la fecha para no dar pistas [risas]. Son muchas sensaciones. Primero, cuando te dan la noticia te quedas un poco en shock, pero luego ya dices que son muchos años ya y es una etapa, y lo bonito es que no estamos desgastados ni en el punto de que a nadie le interesa la serie, sino que vamos a acabar por todo lo alto. Y efectivamente, va a ser un cambio de vida y tienes que hacer un trabajo. Porque levantarte todos los días a las 6 con tu seguridad, tu sueldo y tu serie, pues bien, pero tienes que volver a buscarte la vida, que es de lo que va esto. Yo creo que va a haber mucha pena, mucho orgullo, mucha satisfacción y también muchas ganas de otras aventuras. Todo tiene un principio y todo tiene un final.
I.M.: También es verdad que somos unos afortunados en la profesión, porque desde que la gente sabe que Amar se acaba hemos recibido muchos mensajes y muchas llamadas de gente que quiere trabajar con nosotros y que ha dicho: “Anda, por fin podremos trabajar con vosotros dos”. Y esto puede salir o no puede salir, pero es hermoso.
¿Alguna de esas ofertas pretendía aprovechar la química que hay entre vuestros personajes?
I.M.: Creo que no…
M.B.: ¿No te has enterado todavía? [risas]. Luego te explico en privado. ¡Pide mucho!
I.M.: Creo que son proyectos independientes el uno del otro, que eso también va a ser… ¡a ver con quién tengo yo que besarme a partir de ahora!
M.B.: ¡Yo es que me voy a poner celoso cuando te vea en la tele besando a otro, tía!
I.M.: De hecho, la gente por la calle cuando me ve con mi marido de la vida real, me dice: “¿Dónde está tu marido?”. Y digo: “Aquí”. Y me dicen: “No, el de verdad”. Pero creo que somos unos afortunados, y yo más que plantearme qué va a pasar el día después, que es algo que todavía no me había planteado, e igual tengo que ir al psicólogo mañana para trabajarlo, me planteo cómo vamos a acabar. Yo no sé cómo va a ser esa última secuencia, espero que sea de llorar y que sea emocionante porque no sé cómo la vamos a afrontar nosotros y todo el equipo que hay detrás de las cámaras con los que tantos años llevamos, porque llevamos doce años en Antena 3, pero llevamos más años. El 90% del equipo es el de siempre y hemos crecido juntos.
¿Sabéis cómo va a ser el final?
I.M.: No, pero nos encantaría saberlo.
M.B.: Yo sé cosillas, pero no te las voy a contar. Es que, hija, tu muerte va a ser muy dura [risas].
I.M.: ¿Qué preferiríais, que muriera Marcelino o Manolita?
¿Qué final os gustaría?
I.M.: Morir, no.
M.B.: Yo prefiero morirme yo a que se muera Manolita.
¿Una reunión con los hijos?
M.B.: Eso sería bonito. A mí me gustaría un encuentro familiar a lo grande, con toda la familia que hemos tenido, primas… Sería muy bonito. Pero yo no tengo ni idea de cómo va a ser el final.
Para vosotros, ¿cómo va a ser el no veros cada día?
I.M.: Bueno, vivimos al lado y nos vemos en el gimnasio, así que igual sí que nos seguimos viendo.
M.B.: Y nos vamos a ver desde otro lugar que también va a molar mucho porque vamos a quedar para tomar un vino, no pasar un texto.
I.M.: Sí, y es que ahora hace ya un tiempo que, por cosas de la vida, no quedamos para tomarnos un vino en condiciones porque nos vemos todo el día y luego quieres hacer otros planes.
M.B.: Y ver a otra gente. Es normal. Yo creo que en ese sentido va a estar bien.
En ese futuro que planteamos después de ‘Amar es para siempre’, ¿os meteríais en otra serie diaria?
I.M.: Yo pienso en proyectos más que en formatos. Si el proyecto es precioso…
M.B.: Nunca te diré que no. Si el proyecto es interesante, lo haría. Ahora estoy de teatro con la obra Una semana nada más, junto a Javi Pereira y Marina San José, y ahí tengo un buen jaleo porque tenemos una gira muy gorda. Pero más allá del formato, yo creo que lo interesante es el proyecto y el personaje.
I.M.: A mí me pasa igual. Ahora voy a compaginar una película con Amar y he hecho otra en julio. Y me ha interesado el proyecto, no era por lanzarme a hacer cine en sí. Pero en realidad es que me gusta mucho trabajar y madrugar.
M.B.: ¡Y que te pagaban una pasta, Itziar, dilo! [risas].
I.M.: ¡Qué va, pero si hemos estado tantos años en Amar porque éramos baratos!
Has dicho que Manolita ha sido una referente para muchas mujeres. ¿Qué balance haces de haber hecho un personaje así?
I.M.: Mira, yo creo que Manolita es el personaje menos encasillado que hay en sí mismo. Ella entra con 18 años a la serie cuando era la novia de Marcelino, y ahora tiene 60. Y en todos estos años Manolita ha evolucionado muchísimo. La Manolita del principio no es la misma de ahora. Hemos pasado de la Manolita que era novia de Marcelino y no se podían casar, y le decía “por favor, hazme un hijo porque, si no, no nos vamos a poder casar ni para atrás”, a la Manolita que de repente entiende que tiene una hija lesbiana en un momento en el que la homosexualidad era condenada con la cárcel; esa Manolita feminista no era la Manolita del principio. Ella era una Manolita religiosa por la época y educación; era de derechas porque su padre era alcalde de la CEDA. Y ahora es una mujer muy feminista, con una idea muy diferente, muy revolucionaria. Es un personaje que ha evolucionado muchísimo. Y así deberíamos ser. Antes no me gustaba carne y ahora la como, porque estamos en evolución y cambiamos. Y Manolita es un ejemplo de eso. Es un referente, y es un lujo que la gente me quiera un montón.
Después de los 2.700 capítulos, ¿qué secuencia recordáis especialmente?
M.B.: Yo recuerdo cuando Manolita estaba enferma en el hospital por el atentado de Atocha y Pelayo y yo veíamos que te morías. Eso nos sacaba de nuestro lugar, porque normalmente Marcelino se dedica más a la comedia, y de repente estábamos llorando. Yo miraba a Itziar y por momentos creía que se moría. Y yo no podía parar de llorar. Yo esa la recuerdo con mucho cariño porque fue muy diferente y muy bonita. De repente estás en un plató con un equipo de 100 personas que te ve todos los días y rompían a aplaudir. Notabas la empatía entre el personaje y las personas, y a mí ésa me removió mucho.
I.M.: Yo soy incapaz de quedarme con una secuencia, pienso en muchos momentos y lo que sé es que voy a echar de menos nuestros ataques de risa de las tardes, que nos echan unas broncas los directores porque no hay manera de grabar, y no podemos mirarnos, acabamos mirando para otro lado…
M.B.: Cuando en una secuencia ves que Marcelino mira para un lado y Manolita para otro, es que no nos podemos mirar.
I.M.: Hay una gran complicidad, y ya sin mirarnos sabemos que estamos pensando en lo mismo.
¿Y si surge seguir de alguna forma, como en spin-off, lo haríais o consideráis que éste ya tiene que ser el final?
I.M.: Depende de lo que sea. Yo siento una gran fidelidad hacia Diagonal y Antena 3 porque nos han cuidado un montón y nos han tratado increíble. Somos una familia. Jaume (Banacolocha, CEO de Diagonal) es como un padre para nosotros, y si tu padre te dice “ven a comer el domingo a casa”, tú vas el domingo a comer a casa. Pero porque te apetece y te hace ilusión. Con Diagonal raro será que no trabajemos siempre que nos llamen, a no ser que tengamos algún conflicto de intereses porque estemos en otra cosa. Y lo otro no sé, ni nos lo planteamos, pero si hacen “Marcelino y Manolita en Nueva York” o en Brasil en la playa…
M.B.: Asturianos por el mundo.
I.M.: Sería divertidísimo.
¿Vais a hacer con el equipo algo especial para el final?
I.M.: Una fiesta, y estáis todos invitados porque los periodistas nos habéis cuidado mucho durante muchos años.
Manu, ¿has ayudado a algún concursante de ‘MasterChef Celebrity’ con tus consejos tras tu experiencia?
M.B.: Sí, pero no te lo puedo decir.
De las tramas de esta última temporada, ¿cómo va a ser la vuelta de Lola a casa?
I.M.: Muy emocionante y bonito. Es que, ¡qué suerte hemos tenido con nuestros hijos! Qué pedazo de actores todos: Manolín, Luisita, María, Marisol… Hemos tenido muchísima suerte con cada uno de nuestros hijos. Y el caso de Lola, que es Clara Garrido, es una pedazo de actriz que siempre está a favor de obra, que se está haciendo ocho secuencias al día y que encima es encantadora, maja y guapa. ¡Lo tiene todo!
De las series diarias es que han salido grandes actores.
M.B.: Es que si no das el callo, se te ven las vergüenzas, así que te esfuerzas más. Es otro ritmo, tienes que hacerlo bien y en menos tiempo.
Lydia Bosch, al hilo de su experiencia en ‘Mía es la venganza’, decía que a veces no estás de 10, sino de 8, y que tienes que aprender a querer esos 8, que también están muy bien.
I.M.: Aquí se hace una cura de humildad muy grande. Y a veces tienes secuencias que son más para otro personaje, y tú tienes que saber en ese segundo, tercer o cuarto lugar.
Y en las diarias una de las claves es el trabajo en equipo.
I.M.: Tenemos un equipazo.
M.B.: Y es una serie muy coral, todos tenemos nuestro protagonismo pero es una maquinaria que engloba a mucha gente y a muchos actores. Son dos platós grabando a la vez, y a veces estamos hasta tres unidades grabando. Y esto tiene que funcionar, y para que alcance un cierto nivel todo tiene que estar muy bien engranado.
I.M.: Y nos cuidamos mucho por eso. Para estar bien y para animarnos cuando no tenemos un buen día. Nos pedimos luego un vinito o un pincho de algo para animarnos, decirnos que esto es muy bonito y que somos unos afortunados de estar aquí. Es que aquí quiere entrar todo el mundo. Yo recuerdo que me encontraba con Miriam Díaz Aroca por la calle y me decía: “Quiero estar en Amar”. O Nancho Novo sentarse y decir: “No me creo que esté sentado en el Asturiano”. Fernando Cayo diciendo: “No me quiero ir de Amar”.
M.B.: O Javier Bardem, ¡que ha hecho ya tres castings y no lo cogen!
I.M.. ¡Penélope Cruz no lo ha conseguido todavía! [risas].
Para el último capítulo.
I.M.: ¿Te imaginas que esa es la sorpresa? Y las señoras diciendo: “¿Y quién es esta? Que no es ni Luisita ni Amelia ni nadie” [risas].
¿Qué haréis cuando se apague la luz en el último set?
M.B.: Emocionarnos mucho y emborracharnos mucho.
I.M.: Brindar.
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Televisión
La de Jordi Évole no fue la única: todas las entrevistas que el Papa Francisco ha concedido en la televisión española

El papa Francisco ha fallecido este lunes a los 88 años de edad. El Sumo Pontífice estuvo ingresado el pasado mes de febrero durante dos semanas tras padecer una neumonía bilateral. La triste noticia se ha producido después de la mejoría de su estado de salud. De hecho, este mismo domingo dio el Urbi et Orbi en el Vaticano y recibió en persona al vicepresidente de EE.UU. JD Vance.
Durante sus doce años de papado, Francisco sólo concedió tres entrevistas a la televisión española, y dos de ellas fueron a Jordi Évole. El Papa tomó su cargo el 13 de marzo de 2013. Fue un año después cuando Francisco habló por primera vez para una televisión española. El Papa habló para Noticias Cuatro, de la mano del periodista Henrique Cymerman.
La entrevista estuvo precedida por un prólogo de Roberto Arce, quien puso en contexto la relación personal entre Bergoglio y Cymerman. Una conversación en la que Francisco expresaba cómo había vivido su elección como Sumo Pontífice. “Nunca pensé que me iban a dejar acá. Me vine con una valija pequeñita, para volverme enseguida […] La dimensión de párroco es la que más muestra mi vocación. Servir a la gente. Me sale de adentro. Apagar la luz encendida para no gastar plata”, compartía.
“La actitud de Papa no se lleva dentro, va saliendo con otros gestos. Yo tengo que cumplir con unas obligaciones, si viene un jefe de Estado, tengo que recibirle con el trato y el protocolo que se merece, aunque es verdad que con el protocolo tengo problemas”, confesaba a Cymerman.
Ya en ese momento, abordaba los peligros del fundamentalismo y hablaba sobre utilizar la violencia en el nombre de Dios. “Es una contradicción. Es como si me dijeran ‘Este hombre es un buen hijo, le pega a la madre solo tres veces por día’. […] Con reconocimiento histórico, los cristianos a veces hemos practicado la violencia en nombre de Dios. […] A veces, por la religión llegamos a contradicciones muy serias», argumentaba.
No obstante, como se decía líneas más arriba, las entrevistas más sonadas fueron las dos que concedió a Jordi Évole. Tras años de gestiones, el catalán lograba una conversación a solas con el jefe de la Santa Sede. Se trató de un momento histórico que llevó a Salvados a firmar datos récord. Se emitió el 31 de marzo de 2019. La entrevista se saldó con un 21% de cuota y 4.107.000 espectadores de media.
Una entrevista no sólo muy vista, sino que dejó varios titulares que hicieron correr ríos de tinta por la manera directa en la que Bergoglio respondía a Évole. El papa argentino no dudaba en abordar el drama de la migración y de la crisis de refugiados. “No entiendo la insensibilidad o no entiendo la injusticia que hace que una persona migre buscando cosas mejores y la injusticia de quien le cierra la puerta”, expresaba al periodista.
“La actitud fundamental es el corazón abierto, la actitud de la Biblia: ‘recibirás y tratarás bien al migrante, porque tú también fuiste migrante’. El primer paso es recibir, el segundo, recibir, el tercero, promover y el cuarto, integrar”, agregaba.
Sólo un año después, el 22 de marzo de 2020, Bergoglio concedió su segunda entrevista a Évole. En esta ocasión, fue muy distinta y enmarcada dentro de los seis programas especiales dedicados a la pandemia de COVID-19. Las palabras del santo padre no fueron las únicas que se escucharon en ese episodio, dado que Évole también conversó con Marina Garcés y Alfred García.
Mediante una videollamada, Francisco le revelaba a Évole que había sufrido crisis de fe en su vida. Lejos de verlo como algo dramático, Bergoglio explicaba cómo el dudar sólo le había ayudado positivamente. “He tenido mis crisis de fe y las he resuelto por la gracia de Dios. Pero nadie se salva del camino común de la gente, que es el mejor camino, el más seguro, el concreto. Y eso nos hace bien a todos”, revelaba.
El Papa aprovechaba para hacer un llamamiento a los empresarios para no despedir a sus trabajadores en un momento tan delicado como fueron los primeros meses de la pandemia. “Una empresa que despide para salvarse no es una solución. En este momento más que despedir, hay que acoger y hacer sentir que hay una sociedad solidaria. Son los grandes gestos que hacen falta ahora”, expresaba de manera rotunda.
A pesar de que no fue un episodio como el que vivió con Salvados, la segunda entrevista de Évole a Bergoglio se saldó con un 11% de share y 2.267.000 seguidores de media, datos más que positivos dentro de un contexto en el que la población española se vio obligada a estar confinada.
Por último, se sumó la producción documental Amén: Francisco responde. Dirigida también por Jordi Évole junto con Màrius Sánchez, se trata de una película de no ficción en la que el Sumo Pontífice conversaba con diez jóvenes procedentes de distintas partes del mundo. Un proyecto de Producciones del Barrio y que puede disfrutarse en Disney+.
Fuente: El Español.
Miguel Ángel Pizarro.
Televisión
De ‘Traitors’ y ‘La noche de los récords’ a ‘La familia de la tele’: las apuestas de las cadenas para el sprint final de la temporada

La temporada televisiva 2024-2025 llegará a su fin en cuestión de semanas. Las principales cadenas de televisión afrontan la recta final del curso -mayo suele ser el mes más importante a nivel comercial- sacando sus últimas bazas para terminar junio con el mejor dato posible.
Los principales canales generalistas afrontan el sprint final en diferentes posiciones. Antena 3 sigue a lo suyo, tras haber encadenado en marzo su octavo mes como líder.
El Hormiguero no falla en su particular duelo en el access prime time con La Revuelta de una Televisión Española en plena revolución de contenidos. La pública será la cadena que más novedades traerá en las próximas semanas.
La llegada de María Patiño, Belén Esteban y compañía a las tardes de La 1 dará un vuelco al horario vespertino amenazan la remontada de El Diario de Jorge en Telecinco, así como Y ahora Sonsoles. El canal de Mediaset defenderá el segundo puesto que quitó a La 1 en marzo.
Este es el panorama con el que se llega al último tramo del curso. A continuación, BLUPER repasa los formatos que aterrizarán tras Semana Santa:
TVE
El próximo martes, 22 de abril, La 1 estrenará La familia de la tele, su nuevo magacín vespertino. María Patiño, Inés Hernand y Aitor Albizua se ponen al frente de un programa que tendrá como «colaboradora especial» a Belén Esteban y que contará con todos los rostros que hacían posible Sálvame y Ni que fuéramos Shhh: Lydia Lozano, Chelo García-Cortés, Víctor Sandoval, Kiko Matamoros, Carlota Corredera…
En prime time, se sumarán a la oferta de la pública Andreu Buenafuente con Futuro Imperfecto. Previsiblemente, irá destinado a la noche de los viernes. También concursos como That’s My Jam, presentado por Arturo Valls, y The Floor, con Chenoa como maestra de ceremonias. Tras ser descartado para la primera cadena, Jeopardy recalará en La 2.
Como cada mes de mayo, RTVE se volcará con Eurovisión y, en este 2025, con Melody. Esa semana se emitirá en prime time un documental que repasa el camino al certamen de nuestra representante.
En su apuesta por los grandes eventos deportivos, TVE retransmitirá la final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Real Madrid -26 de abril- y la final de la Champions League -31 de mayo-. En materia de ficción, TVE tiene pendiente estreno las series Ena y Weiss y Morales.
Antena 3
La gran baza de Antena 3 antes de verano se llama Traitors. Atresmedia se hizo con los derechos del formato que triunfó en Max en 2023 y su canal principal emitirá la versión de anónimos. Presentado por Juanra Bonet, se trata de la incursión del grupo en el reality show más de 20 años después de sus últimos intentos.
La música también tendrá un papel protagonista. La recta final de Tu cara me suena coincidirá con el arranque de La Voz Kids, con novedades destacadas en esta edición. A David Bisbal y Lola Índigo, se añaden como coaches Manuel Turizo y Edurne, que llega procedente de Got Talent España.
Eva & Nicole, disponible en Atresplayer desde junio de 2024, saltará al prime time de Antena 3. La serie protagonizada por Belén Rueda e Hiba Abouk cuenta la historia de dos antiguas amigas convertidas en enemigas y rivales para hacerse con el control de la noche marbellí.
Telecinco
Con tres noches dedicadas a Supervivientes, a la parrilla de Telecinco llegarán hasta tres nuevos formatos: Todos por ti, conducido por Carlos Sobera; La noche de los récords, con Jesús Vázquez, y La noche del gran show, con Dani Martínez.
Por otro lado, Telecinco emitirá en abierto los capítulos de la temporada 14 de La que se avecina. Hay que recordar que la cadena estrenó en primicia el primer capítulo de esa entrega, disponible en Prime Video desde noviembre de 2023. A finales de 2024, la plataforma lanzó la temporada número 15.
Cuatro
Más de un año han tenido que esperar los seguidores de Viajando con Chester, pero la nueva tanda ya está aquí. Por el programa de Risto Mejide, ahora producido por Vodevil TV, pasarán Iker Jiménez, Antonio Orozco, Victor Elías o Emiliano García-Page, entre otros.
Cuatro tratará de dar un último empujón al curso con el tercero de los especiales de Calleja en el espacio. Esta entrega recoge todas las imágenes inéditas de su vuelo espacial. Tampoco faltarán nuevos episodios de Viajeros Cuatro.
laSexta
laSexta ya ha estrenado dos de sus formatos más atractivos para el segundo trimestre de 2025. Estas semanas, han visto la luz las nuevas entregas de Apatrullando, con Jalis de la Serna, y ¿Quién quiere ser millonario?, con Juanra Bonet a los mandos.
Antes del parón estival llegará también la tercera temporada de Anatomía de… Mamen Mendizábal reconstruirá más momentos olvidados de la historia de España, como ya hizo en tandas anteriores con la catástrofe natural de Biescas o el mayor bulo viral de España.
Fuente: El Español.
Merce Moreno.
Televisión
La vida actual de Natalia Millán: de ser la profesora Adela Ramos en ‘Un paso adelante’ a la gran pérdida que marcó su vida

Hace 13 años se emitió el primer capítulo de Un paso adelante. Una serie que forma parte de la historia de la televisión española y que desde el primer momento enganchó a toda una generación a la pequeña pantalla. Se estima que más de 19 millones de personas vieron cada uno de los episodios que crearon Daniel Écija, Juan Carlos Cueto, Ernesto Pozuelo, Pilar Nadal y Jesús del Cerro.
Más de una década después, muchos son los que recuerdan no solo la trama de la historia, sino también a sus personajes. Diana de Miguel, Juan Taberner, Silvia Jáuregui o Lola Fernández son solo algunos de los alumnos y profesores que nos adentraron en las aulas del Carmen Arranz.
Sin embargo, hay uno que destaca. Se trata de Adela Ramos, personaje al que acompañamos durante cuatro temporadas y más de 40 capítulos. A día de hoy, sigue siendo una de las protagonistas más entrañables. Esto no sería posible sin la gran actuación de Natalia Millán.
Con solo 13 años debutó como actriz en El cepo, una película de Francisco Rodríguez Gordillo. Su objetivo era muy claro: convertirse en una de las mejores actrices de España. A temprana edad, y con una educación envidiable en baile clásico, canto, jazz y actuación, acumuló varios papeles en diferentes proyectos de aquella época.
Destaca su participación en El súper, Policías, en el corazón de la calle, interpretando a Lola Ruiz, y en Un paso adelante, en la que dio vida a la profesora de baile clásico Adela Ramos.
Un año después de llegar a la serie de Televisión Española, asumió su primer protagónico en la película Nubes de verano, que se estrenó en las pantallas españolas en 2004. Le seguiría El internado, encarnando el papel de Elsa, El mercader de Venecia, Sangre de mayo, Velvet, Explota, Explota o Los chicos del coro.
Aunque cuenta con una gran trayectoria en cine, la actriz no olvidó su amor por el teatro. Durante los últimos años participó en obras como El cementerio de automóviles o Cabaret. A lo largo de los años, Natalia Millán se ha ganado un lugar destacado en el corazón del público español. Con su elegancia natural y una fuerza interpretativa que traspasa la pantalla, ha dejado huella en algunas de las series más emblemáticas de la televisión.
Quién no la recuerda como Angélica Valdés en Amar en tiempos revueltos o como la carismática Catalina Marini en Cuéntame cómo pasó. Sus interpretaciones no solo entretienen, sino que han conseguido conectar con generaciones enteras.
A pesar de que la conocemos en la pequeña y gran pantalla, Natalia es una mujer reservada que ha sabido guardar su vida personal lejos del escaparate mediático. Lo cierto es que la madrileña no suele hablar de sí misma, pero cuando lo hace, se muestra muy sincera. Durante los últimos años ha confesado dos capítulos cruciales en su vida: la incertidumbre en su carrera profesional y la pérdida de uno de sus seres queridos.
Aunque en algunas ocasiones confesó que llegaron momentos en que su profesión no le daba de comer, existe un capítulo en su vida que aún lo recuerda como una de sus peores etapas: el fallecimiento de su pareja y padre de su única hija tras un accidente de tráfico cuando solo tenía 32 años.
Superarlo le costó mucho tiempo. Su familia fue su gran apoyo y el trabajo le sirvió para mantener la mente ocupada. A pesar de ello, confesó que lo más complicado fue contarle a su pequeña de cuatro años lo que había sucedido. Violeta tiene ahora cerca de 30 años y desde los 19 años tuvo claro que quería dedicarse a la interpretación. «Es muy creativa, no sé si será genético o también tendrá parte de aprendizaje, pero tiene un temperamento artístico clarísimo», comentó Natalia ante los medios.
Fuente: El Español.
Fátima Pazó.
Radio Millenium Online


La de Jordi Évole no fue la única: todas las entrevistas que el Papa Francisco ha concedido en la televisión española

De ‘Traitors’ y ‘La noche de los récords’ a ‘La familia de la tele’: las apuestas de las cadenas para el sprint final de la temporada
