Vida Sana
Ganadería Ecológica

La ganadería ecológica es un sistema ganadero que busca proporcionar al consumidor alimentos frescos de calidad, mediante la utilización óptima y racional de los recursos, respetando el medio ambiente, el bienestar animal y sin emplear sustancias químicas de síntesis. Sus prácticas van dirigidas a minimizar el impacto humano y, por lo tanto, asociado a su producción en espacios abiertos, es decir, los prados y pastizales de los que se alimentan. El incremento de la demanda de productos ecológicos es cada vez mayor, en especial, en los mercados europeos. Castilla y León tiene aún mucho margen de mejora en el desarrollo de este sector.
Desde el ITACyL se ayuda en la mejora de la rentabilidad de la granja ecológica o en el paso de granja convencional a ecológica.
Respuestas para crear valor
- Estudio de alternativas al uso de antibióticos en ganado.
- Mejora del aprovechamiento del ganado en pastoreo.
- Control de rendimientos productivos y calidad de los productos.
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Vida Sana
Cultiva tus propios alimentos

Avanzar hacia la sostenibilidad alimentaria requiere que asumamos mayores compromisos tanto individuales como colectivos sobre la producción de alimentos. Un huerto urbano en maceta a una pequeña huerta comunitaria pueden ser el principio de un proceso de transformación importante y necesario.
La producción de alimentos tiene un enorme impacto sobre la biodiversidad, la degradación de los suelos y sobre las emisiones de gases de efecto invernadero. Impactos que, si continuamos con el modelo actual no dejarán de incrementarse para atender a una demanda comercial de alimentos seguirá creciendo en el horizonte 2050.
Según la FAO, para ser sostenible, la producción de alimentos debe satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras, y al mismo tiempo garantizar la rentabilidad, la salud ambiental, la equidad social y económica.
Cultiva tus propios alimentos
Un pequeño pero importante paso para evitar los problemas que ocasiona la agricultura intensiva en la actualidad, es el cultivo de parte de tus alimentos. Además de la satisfacción por comer algo que has sembrado, cuidado, hecho crecer y que te permitirá redescubrir los sabores de un tomate, una fresa o una sencilla lechuga, implicarte en el cuidado de un huerto es un primer paso en la transformación necesaria hacia la sostenibilidad alimentaria.
A continuación, enumeramos algunos de los beneficios que tiene producir tu propio alimento.
Fomenta el consumo local
Cuando se asumen como un proyecto a largo plazo, los huertos urbanos pueden llegar a ser una vía para el autoconsumo de alimentos. En cualquier caso, aunque nuestra producción no sea suficiente el aprendizaje acerca de la producción de alimentos orientará nuestras decisiones hacia el consumo local y de productos de temporada.
Nos ofrece información para tomar mejores decisiones
La instalación de un huerto, por pequeño que sea, es un proceso de aprendizaje constante que nos permite adquirir o recuperar conocimientos y desarrollar nuevas habilidades.
Este aprendizaje nos ofrece más información acerca de lo que comemos y por tanto nos permite decidir qué es lo que queremos comer y valorar los productos con criterios que transcienden el precio.
Potencia la conciencia sostenible
El cuidado de una producción desde la siembra nos reconecta con los ciclos naturales. La responsabilidad de gestionar y mantener un huerto que produce nuestros alimentos nos hace más conscientes de la importancia del manejo de todos los procesos, desde la tierra en la que plantamos al agua con la que se riega y los aportes que se hacen al
Además, en nuestra escala podemos llegar a niveles de sostenibilidad en las prácticas de cultivo que, si bien son la tendencia, su implementación en grandes explotaciones es más difícil.
Aprender de la huerta en la escuela
Las escuelas también puede ser un buen lugar para crear un huerto urbano que, más allá de permitir hacer algunas cosechas, se convierta en un recurso educativo para abordar diferentes contenidos.
Los ambientalistas nos han estado advirtiendo durante años para conservar el combustible para disminuir nuestro impacto en el planeta. Algunos de nosotros lo hemos tenido en cuenta al caminar, andar en bicicleta, compartir el coche, combinar viajes.
Si bien, usted probablemente aprecia estos esfuerzos, francamente, la mayoría de nosotros no cambio. Eso fue hasta que los precios del gas alcanzaron un máximo histórico el año pasado. Como resultado, las personas realmente modificaron sus comportamientos para conservar el gas. El hecho de que fue una bendición para el medio ambiente no fue el catalizador, aunque el efecto fue el mismo.
En pocas palabras, a veces se necesita un golpe en la billetera para generar un cambio real. Ahora que toda la economía está en una recesión, las personas están respondiendo endureciendo y reduciendo el consumo en general, no solo en la bomba. El costo de todo parece ser mayor estos días, especialmente en la tienda de comestibles, un viaje que no se puede saltear. Tal vez pueda omitirlo, o al menos reducir drásticamente su factura, cultivando su propia comida.
Cultivar frutas y verduras parece abrumador para la mayoría de las personas, pero en realidad es mucho más simple de lo que parece. Además, no tiene que cambiar su estilo de vida suburbano o urbano por una vida en los palos en nombre de la autosuficiencia o los ahorros. Todo lo que necesita son unos pocos pies cuadrados de actividades al aire libre, una fuente de agua y un poco de tiempo. Tus abuelos lo hicieron, y tú también.
Si aún no está convencido, considere estos beneficios de la jardinería en el patio trasero:
Mejora la salud de tu familia
Comer más frutas y verduras frescas es una de las cosas más importantes que usted y su familia pueden hacer para mantenerse saludables. Cuando estén creciendo en su patio trasero, no podrá resistirlos, y su contenido de vitaminas estará en sus niveles más altos a medida que los muerda directamente desde el jardín.
Padres, tomen nota: un estudio publicado en el Journal of the American Dietetic Association encontró que los niños en edad preescolar a los que casi siempre se les servían productos de cosecha propia tenían más del doble de probabilidades de comer cinco porciones de frutas y vegetales al día, y que les gustara más, que los niños que rara vez o nunca comieron productos de cosecha propia.
Ahorre dinero en comestible
Su factura de comestibles se reducirá a medida que comience a abastecer su despensa con productos frescos de su patio trasero. Un paquete de semillas puede costar menos de un dólar, y si compra una reliquia, especies no híbridas, puede guardar las semillas de los mejores productores, secarlas y usarlas el próximo año. Si aprende a secar, puede o preservar su cosecha de verano o otoño, podrá alimentarse incluso cuando la temporada de cultivo haya terminado.
Reduzca su impacto ambiental
La jardinería en el patio trasero ayuda al planeta de muchas maneras. Si cultivas tus alimentos de forma orgánica, sin pesticidas ni herbicidas, utilizando fertilizantes orgánicos ahorrarás a la tierra la carga de contaminación innecesaria del aire y el agua, por ejemplo.
También reducirá el uso de combustibles fósiles y la contaminación resultante que proviene del transporte de productos frescos de todo el mundo en aviones y camiones refrigerados a su supermercado.
Haz ejercicio al aire libre
La siembra, el desherbado, el riego y la cosecha agregan actividad física útil a su día. Si tienes hijos, ellos también pueden unirse. Asegúrese de levantar adecuadamente los objetos pesados ??y de estirar los músculos tensos antes y después de una actividad extenuante. La jardinería también es una forma de relajarse, quitar el estrés, centrar la mente y obtener aire fresco y sol.
Disfruta de una comida de mejor sabor
La comida fresca es la mejor comida! ¿Cuánto tiempo ha estado allí la comida en el estante de su supermercado? ¿Cuánto tiempo viajó desde la granja hasta su mesa? Comparar el sabor de un tomate de cosecha propia con el sabor de uno comprado en la tienda es como comparar manzanas con pasta de papel para empapelar.
Si sabe mejor, será más probable que coma los productos frescos y saludables que sabe que su cuerpo necesita. Construye un sentido de orgullo Ver una semilla florecer bajo su cuidado para convertirse en alimento en sus platos y en los de su familia es gratificante.
Cultivar su propia comida es una de las cosas más útiles e importantes que un ser humano puede hacer: es un trabajo que lo ayuda a prosperar, nutrir a su familia y mantener su salud. ¡Cuidar sus plantas y esperar mientras florecen y “dan fruto” ante sus ojos es una increíble sensación de logro!
Deja de preocuparte por la seguridad alimentaria
Con recordatorios sobre mantequilla de maní, espinacas, tomates y más, muchas personas están preocupadas por la seguridad alimentaria en nuestro mercado global de alimentos. Cuando cultiva de manera responsable sus propios alimentos, no tiene que preocuparse por la contaminación que pueda ocurrir en la granja, la planta de fabricación o el proceso de transporte.
Esto significa que cuando todo el mundo está evitando los tomates, por ejemplo, no tiene que ir sin ellos, puede confiar en que su comida es segura y saludable para comer.
Cualquiera que sea su motivación para iniciar su propio jardín trasero, es muy probable que disfrute de este nuevo hobby saludable, y que su billetera, el medio ambiente, su cuerpo y su paladar se lo agradecerán.
Vida Sana
LA VUELTA DE LAS VACACIONES

Gran parte de vosotros acabáis de volver de vuestras vacaciones. Esto significa, salvo honrosas excepciones, que hemos tenido días de excesos alimentarios y de poca actividad física.
Tampoco vamos a decir que en vacaciones perdemos todo lo ganado durante el año, pero sí que lo descuidamos, por eso vamos a ver ocho hábitos para retomar una vida sana después de las vacaciones.
Los principales hábitos para retomar una vida sana
- Beber más agua: además de no tener calorías, es el mejor sistema de hidratación para nuestro organismo. Limitemos todo lo posible los refrescos azucarados y las bebidas con alcohol.
- Comer más frutas, verduras y hortalizas: las grandes olvidadas del verano. Sobre todo cuando salimos fuera a comer, normalmente los platos que pedimos son muy pobres en estos alimentos. Cuando hagamos la lista de la compra a la vuelta de las vacaciones, estos alimentos no deben faltar.
- Recuperar horarios de sueño: en vacaciones los horarios de descanso brillan por su ausencia. Lo mismo nos acostamos a las 3 de la mañana que nos echamos una siesta de dos horas. Recuperar una rutina de sueño nos va a ayudar a optimizar el descanso.
- De vuelta a hacer deporte: podemos comenzar con sesiones cortas de 20-30 minutos, tres-cuatro veces a la semana. Correr, pedalear, nadar, pesas, tenis, pádel…todo vale para comenzar a movernos.
- Comer menos, pero mejor: como hemos dicho anteriormente, mejorar nuestra dieta comiendo más frutas, verduras y hortalizas, pero también limitando las cantidades que han tendido a pasarse de rosca en las vacaciones. Como premisa, no llegar a ese punto de: «no me cabe más, estoy lleno». Hay que plantarse antes.
- Consumir más fibra en tu dieta: no es casual que mucha gente tenga problemas de hábitos intestinales cuando sale de vacaciones. Descuidamos mucho el consumo de fibra. Elige alimentos integrales y que no falten a diario las 5 raciones de frutas y verduras.
- Reducir el consumo de «chucherías»: nos referimos a esos alimentos con mucha densidad energética que han sido habituales en el verano, como helados o golosinas. Deben ser puntuales en nuestra dieta (una vez a la semana).
- Andar y subir escaleras: además de hacer deporte de forma específica, hay pequeños gestos que podemos hacer a diario e incrementarán nuestra actividad. Evita coger el coche en distancias cortas y ve andando, a lo largo de la semana sumarás varios kilómetros: todo cuenta, aunque sea andando. También podemos olvidarnos del ascensor un tiempo. Subir escaleras es un ejercicio muy completo, sobre todo para las piernas y el corazón. Lo que parece algo insignificante como subir tres pisos andando, es una actividad equiparable a hacer 3 series de ejercicios de piernas en el gimnasio.
Vida Sana
Las 10 recomendaciones para protegerse de la ola de calor

España se encuentra actualmente inmersa en una ola de calor con temperaturas extremas que alcanzarán más de 40º C en gran parte de la península. Por ello, la OCU ha alertado a la población sobre los grandes riesgos de no adoptar la protección necesaria ante esta subida de temperaturas.
Es importante extremar las precauciones y adoptar mecanismos que nos ayuden a paliar el efecto del calor en nuestra salud. El decálogo elaborado por OCU recoge una serie de recomendaciones para afrontar la ola de calor actual con todas las garantías posibles, a fin de evitar complicaciones y riesgos.
1. Especial atención a los grupos de riesgo
Las personas mayores, los enfermos crónicos y los bebés y más pequeños son especialmente vulnerables ante las subidas de temperatura. Es imprescindible una especial atención ante estas olas de calor ya que los riesgos son mayores para este tipo de colectivos.
2. No dejes de lado la hidratación
Este punto es fundamental en todas las épocas del año pero, ante la subida de temperatura, hay que reforzarlo debido a que la sudoración produce más pérdida de líquidos. Hay que evitar la hidratación con bebidas de cafeína o refrescos azucarados. También es recomendable dejar de lado las bebidas alcohólicas ya que aceleran la deshidratación.
3. Controla tus comidas
Es imprescindible una buena alimentación pero evitando los atracones y las comidas copiosas. Ensaladas, gazpacho o frutas, son algunos de los alimentos más recomendables en esta época porque ayudan a mantener la hidratación de nuestro cuerpo.
4. Protégete de la exposición solar
La aplicación de crema solar es fundamental durante varias veces al día. De hecho, los más pequeños deben tener una protección con un factor alto, evitando que su exposición a los rayos solares sea demasiado prolongada. Además, hay que extremar esta precaución incluso debajo de la sombrilla ya que los rayos ultravioleta también pueden pasar a través de ella.
5. Siempre a la sombra
Reduce la actividad física y no realices deportes en las horas centrales del día, sobre todo si es al aire libre. Es mejor permanecer en lugares que se encuentren a la sombra o que estén climatizados.
6. Opta por ropa ligera
La ropa ligera y de tejidos transpirables nos ayudarán a mantener una temperatura corporal más óptima. Con altas temperaturas es mejor prescindir de las ropas ajustadas, optando por ropa más holgada. Además, el calzado también es esencial dado que nuestros pies deben respirar para evitar lesiones.
7. La mascarilla sigue protegiéndote
En plena pandemia del COVID-19 el uso de la mascarilla sigue siendo una de las medidas sanitarias más importantes para controlar los contagios. Aunque las altas temperaturas inciten a no usarla, es imprescindible llevarla siempre que la situación lo requiera.
8. Cuidado con el coche
El calor excesivo al conducir produce somnolencia al volante por lo que lo ideal es conseguir una temperatura del interior del vehículo adecuada. Las mascotas y el grupo de riesgo también pueden sufrir golpes de calor si la temperatura del vehículo es demasiado alta.
9. Deja el botiquín lejos del calor
Es imprescindible mantener las medicinas en un entorno fresco para evitar que el calor pueda estropearlas y, con ello, que pierdan sus propiedades.
10. Acude al médico si es necesario
En ocasiones, ni siquiera extremando las precauciones conseguimos evitar la aparición de síntomas asociados a un golpe de calor. Entre ellos podemos encontrar dolor de cabeza, malestar, confusión, sequedad… por lo que la primera opción es acudir a un especialista médico.
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