Tras el aviso, acudieron hasta el lugar efectivos de la Policía Nacional y Local, técnicos municipales y los Bomberos de la Diputación de Teruel. El edificio se vino abajo sin que se produjera ninguna víctima.
Los vecinos sopesan constituirse en una Plataforma de Afectados con el resto del barrio ya que hay otros inmuebles en esa zona que plantean problemas de humedades y filtraciones como los que sufría el suyo.
La respuesta vecinal podría llevar a emprender acciones legales porque piensan que «aquí hay bastante responsabilidad de lo que ha ocurrido por parte del Ayuntamiento».
Por el momento, el Ayuntamiento de Teruel ha detallado que han realojado a 50 personas del edificio que se derrumbó y de los colindantes, sin alternativa residencial, en hoteles y en alojamientos de Cáritas en San Nicolás Teresa.
A la vez, se está buscando una solución a largo plazo que puede pasar por utilizar las viviendas que han ofrecido varias entidades, ver en qué estado se encuentran y plantear su rehabilitación para hacerlas habitables.
INVESTIGAN SI HAY FUGA EN LAS REDES MUNICIPALES
La presidenta de la Demarcación de Teruel del Colegio de Arquitectos de Aragón, María Castel, ha señalado que la causa del colapso del edificio puede haberse originado «hace escaso tiempo» y podría ser «un fallo en el terreno» por una «causa activa», informa Javier Ortega.
Los arquitectos proponen realizar catas en la calle para determinar si hay alguna fuga en las redes municipales que pudiese haber contribuido al siniestro y evitar que otros edificios puedan verse afectados.
En una nota de prensa, el Colegio de Arquitectos ha señalado que «afortunadamente, fue posible evacuar a todos los residentes gracias a la rápida actuación de algunos vecinos que, al apreciar los movimientos del inmueble y los daños de los pilares en el sótano, advirtieron a todos los inquilinos para un rápido desalojo, además de informar a los servicios de emergencia».
Añade que «esta actuación evitó que se produjesen víctimas, lo que hubiese ocurrido sin ninguna duda, visto como se produjo el siniestro».
Explica que «la premura con la que el edificio se desplomó una vez que había quedado vacío podría indicar que el fallo estructural pudo deberse a una causa activa y no a un proceso lento».
Según Castel, «por lo rápido que sucedió todo, se entiende que la causa del colapso es algo activo. Se ha podido producir en escaso tiempo, pero es pronto como para saber cuáles han sido las razones concretas».
A UN AÑO DE LA ITE
La antigüedad del edificio de 49 años o el desnivel entre las calles en que recaen sus fachadas «en principio» no suponen un factor de riesgo. Además, todavía quedaba un año para que fuera obligatoria su inspección técnica.
Un análisis preliminar de la observación de las imágenes de algunos pilares junto a otras de filtraciones de agua a través de los muros de contención con la calle San Francisco o los vídeos del rápido desplome del edifico, en opinión de Castel, «parecen indicar que el colapso se debe a un fallo en el terreno sin que a día de hoy, y hasta que se efectúe la correspondiente peritación, se pueda concretar con seguridad los factores o circunstancias que provocaron este siniestro».
Ha añadido que, «tras las labores de desescombro, se podrán analizar tanto los restos de la estructura y cimentación como estudiar las condiciones del terreno para su análisis por parte de equipos multidisciplinares de arquitectos y geólogos».
Y es que, «conforme avance la retirada de los restos del edificio se irá teniendo más información para que los profesionales involucrados en su estudio puedan sacar conclusiones, si bien se podrían efectuar ya algunas catas en la calle para determinar si pudiera existir alguna fuga en las redes municipales».
También ha dicho que «en momentos como estos, no se puede olvidar la importancia del servicio que prestan los profesionales arquitectos en la inspección y asesoramiento a los ciudadanos ante cualquier sospecha de problema en los edificios. El fomento de la cultura de la conservación y el mantenimiento de los edificios es un deber de todos».
La Demarcación de Teruel del Colegio de Arquitectos de Aragón, ha expresado su «profunda tristeza por la gran pérdida que han sufrido nuestros vecinos al quedarse sin vivienda».
«Nos solidarizamos profundamente con ellos en estos momentos difíciles y nos ponemos a disposición para colaborar, tanto como institución como a través de nuestros colegiados, brindándoles apoyo y asistencia en lo que sea necesario».