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Megan Montaner, del “obcecamiento” de Vasile a rodar embarazada ‘Entre tierras’: “Había porra de si paría allí”

La ficción sigue teniendo una importancia preferencial para Atresmedia, y también dentro del FesTVal. Este viernes el grupo presentó en Vitoria su nueva serie Entre tierras, justo antes de lanzar su estreno este domingo 10 de septiembre a través de la plataforma Atresplayer Premium, dejando para un futuro su llegada a Antena 3.

Aprovechando la ocasión, los periodistas pudimos hablar con sus dos protagonistas principales, Megan Montaner y Unax Ugalde, que nos contaron qué deben esperar los espectadores de esta “adaptación libre” de La Esposa, como la propia cadena la definió en su puesta de largo.

Con muchos papeles ya a sus espaldas, para Megan Montaner este rodaje ha sido diferente, y especial, porque lo realizó estando embarazada, lo que lo convirtió en una experiencia distinta: “Terminé el rodaje cuando estaba de ocho meses y medio, era una bola”. Por su parte, Unax Ugalde habla de la difícil experiencia de interpretar a un maltratador, y explica cómo todo el equipo apoyó a la actriz: “Si el niño se hubiera adelantado, no sé qué hubiéramos hecho”.

Megan, ¿cómo ha sido la experiencia de rodar embarazada, tanto a nivel profesional como personal?

Ha sido compleja para todos. Para mí por la dificultad del cansancio, el agotamiento, lo lejos que grabábamos… recuerdo llegar siempre a casa con calambres en las piernas en los traslados. Pero también es cierto que tenía toda la ayuda posible para poder estar lo más cómoda, dentro de las circunstancias. Terminé el rodaje cuando estaba de ocho meses y medio, era una bola.

¿Logísticamente te adaptaron el número de horas de trabajo al día?

Megan: Ellos todo el rato respetaban los horarios, que tuviera los descansos. Todo estaba muy medido. Me lo pusieron todo a favor porque si no hubiera sido imposible hacer ese esfuerzo porque no es lo mismo rodar estando embarazada, que si no lo estás.

Unax: Hemos rodado en lugares rurales, en casas con condiciones que no eran las mejores, y siempre ha tenido su espacio para descansar y desde el equipo intentábamos darle sus tiempos y sus descansos. Hemos remado a favor porque sabíamos que ella se estaba enfrentando a algo complicado.

Megan: Además tenía las hormonas, imagínate. Tenía las emociones a flor de piel. Ha sido un viajazo curioso y también para ellos [el equipo], por todas las dificultades que implican tener que ocultarlo en pantalla.

¿Cómo habéis conseguido ocultarlo?

Megan: Con planos más cortos, tapándome con la cesta, la sábana, la silla, con camisas sueltas… y yo cuando lo veo no puedo evitar ver siempre la tripa.

Una vez termináis los rodajes y estrenáis, ¿sois de ver vuestros trabajos?

Megan: Yo todo no, pero alguna cosa sí que veo. Para verlo todo no me da la vida, con los niños no es fácil sacar hueco. Yo cuando me veo intento que sea una aprendizaje porque no me gusta tampoco. Me escucho la voz rara, hago cosas que luego pienso que tendría que haber hecho de otra forma mucho mejor, pero es algo que te ayuda a aprender y a tener más herramientas.

Unax: Hay diferentes maneras de trabajar. Incluso en rodaje, en el set, hay actores que se acercan al combo a ver la secuencia que acaban de rodar a ver si pueden mejorar algo, y otros que prefieren no ver. Eso depende de la seguridad de cada uno.

Eso hace diez años hubiera sido impensable, ¿no? Si una actriz dice que está embarazada, le hubieran dicho que se fuera a su casa.

Megan: A mí me pasó, de hecho. Con mi primer embarazo, terminé una película estando ya en estado, fui a hacer otra y cuando lo supieron me dijeron que no la hacía. Es cierto que es muy arriesgado y en ese momento no lo veía para nada. Pensaba ‘no estoy enferma, puedo hacerlo perfectamente’. Pero si de repente pasa cualquier cosa, ¿qué hacemos? Si tengo que quedarme en cama… Por eso agradezco lo valientes que han sido por darme la oportunidad de hacer la serie, porque no estaba enferma, y asumiendo también los riesgos.

Unax: Si el niño se hubiera adelantado, no sé qué hubiéramos hecho.

Megan: Efectivamente. Había porra de si paría en el rodaje o no [risas].

También es una forma de normalizar los embarazos dentro de la industria…

Megan: Claro que se normaliza. Al final, un cuerpo es un cuerpo, y si sucede algo… Si me dicen que tengo que quedarme en reposo tres meses porque mi embarazo es de gravedad, es complicado.

Unax, ¿cómo te has preparado un personaje tan complejo? ¿Ha sido duro tener que interpretar a una persona que maltrata?

Unax: Sí. Se irá descubriendo por qué mi personaje es melancólico y tan agresivo, pero el punto de partida es que mi tío me obliga a casarme con una mujer mientras yo estoy superando el duelo por la desaparición de mi pareja. Empieza como un personaje agresivo, en conflicto, y tiene que enfrentarse a conocer a esta mujer que viene desde lejos y tiene que meterse en su mundo. Respecto a lo que ha comentado Megan, mi personaje y el suyo al principio chocan muchísimo. Yo la maltrato muchísimo en los primeros capítulos, la arrastro, la empujo…

Megan: Pero todo con cuidado. Y también tenía una doble para cuando tenía que salir corriendo, o las escenas de sexo.

Unax: Eso volvía un poco más complejo el rodaje, pero creo que salió adelante y entre todos lo hicimos muy bien.

¿Cómo ha sido trabajar juntos?

Unax: La verdad es que muy bien. Nos pilló en un momento delicado…

Megan: Yo no podía estar al 100%, así que conocieron al 50% de Megan. La energía que tenía era solamente para rodar…

Unax: Megan tenía que estar aislada en rodaje por su salud y por su bienestar tanto emocional como físico. Tenía un espacio y todos lo respetamos.

Megan: En cualquier otro rodaje siempre haces mucha piña, mucha intensidad, estamos todos juntos… pero en este ha sido imposible por mi lado poder hacerlo. Ahora vamos a recuperar el tiempo, ¿vale? [A Unax].

Unax: Sí, de hecho nos debemos otra serie.

Hablando con los protagonistas de ‘La Promesa’, que también está viéndose en Italia, hablamos de ti, Megan, y de cuando triunfaste allí con ‘El secreto de Puente Viejo’. ¿Cómo recuerdas todo aquello? ¿Crees que ‘Entre Tierras’ también puede viajar a ese nivel?

Megan: Cualquiera puede viajar, lo que pasa es que de repente suena la campana y resulta que funciona superbien y que una serie diaria de aquí, allí se convierte en un prime time. Había cromos de Puente Viejo. Fue una alegría, porque al final la repercusión mediática que adquieres es muy buena como escaparate, para que te den oportunidades. De hecho, he podido trabajar allí por la repercusión que tuvo la serie.

Unax: La de Entre Tierras es una historia muy universal, creo que se podría extrapolar a cualquier país. Internacionalmente es una serie que puede funcionar muy bien.

¿Te quedaste con algún paquete de cromos?

Megan: ¡Pues no! Me lo dijeron, lo pedí, y nunca llegó [ríe]. Pero esto no es nada, imagínate a los de La casa de papel con todo lo que han creado. Lo mío era un cromo.

¿Habéis visto ‘La Esposa’? (serie en la que se basa ‘Entre Tierras’)

Unax: Yo picoteé el primer capítulo, simplemente por ver cuál era el punto de partida, y ya nuestro director dijo que no merecía la pena porque no iba a tener nada que ver. Lo miré por encima sólo por curiosidad.

Megan. Yo igual, tampoco la llegué a ver.

Unax: Realmente son dos productos muy diferentes, el punto de partida es el mismo pero hay personajes nuevos, el tratamiento es diferente y la manera de rodar también muy distinta. Aquellos que han visto La Esposa no van a ver retratada una copia ni nada, es un punto de partida.

¿Cómo veis la influencia del éxito de las series turcas en esta tendencia de producir más melodramas en España para el prime time? Están los casos recientes de ‘Alba’, ‘Heridas’…

Megan: Al final, si es un buen producto funcionará. Cogerán turcas, españolas, italianas y de donde sea. Es cierto que la audiencia que han hecho las turcas… lo ‘petaron’. Pero también han funcionado muchas que no son turcas.

Unax: Son series que están producidas para el massmedia, que tienen ciertos códigos que funcionan internacionalmente, que quizás no se meten en lugares que pueden embarrarse con otros… Creo que consiguen productos muy internacionales y es un camino que han abierto. Han juntado lo que tenemos en la cabeza como telenovela, con algo de ficción mejor creada y más cuidada. Nosotros damos un salto más cualitativo, damos un salto de calidad más avanzado. Eso ya lo verá el espectador.

¿Cómo habéis trabajado ese tono del drama? ¿Qué se buscaba transmitir?

Megan: Nos ha arropado mucho la fotografía, las localizaciones, el vestuario… la ambientación. Nosotros contamos lo que nos piden, pero quien recrea esta atmósfera es el equipo con esa luz, esa música…

Unax: Hay muchas canciones de la época que nos recordarán a la España de aquel momento. Y también habrá una parte que emocionará a mucha gente que vivió aquella época en otra edad. Quizás nuestras abuelas o nuestros padres, que les traerán recuerdos de aquella España.

Hablando de Italia, Megan, Vasile se obsesionó contigo hasta que consiguió que hicieras una serie con él. Te había visto en ‘Puente Viejo’ y quería tenerte en Mediaset…

Megan: Tú tienes mucha información, ¿no? [Ríe] Me acuerdo que me llamó su secretaria una vez estando en el arenero, jugando con mi hijo. Fue curioso, pero no sabía que estaba tan obcecado…

¿Y qué te ofreció cuando te llamó?

La serie Lejos de ti.

¿Te llegaron más ofertas de Italia?

Han llegado propuestas, pero me gusta estar en casa.

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Televisión

Los coaches de ‘La Voz’, desconcertados con la primera actuación de la gala: “¿Puede ser él?”

La semana pasada se produjo en La Voz una de esas situaciones que sólo pueden darse una vez porque las normas del programa así lo establecen. Los coaches decidieron darle una segunda oportunidad a uno de los concursantes, que había estropeado su actuación sobre el escenario por culpa de los nervios. Todos coincidieron en que Gonzalo Sarfatti, si lograba calmarse, tenía un gran potencial que demostrar.

Malú, Antonio Orozco, Pablo López y Luis Fonsi no sabían en qué gala volverían a encontrarse con él, pero este joven argentino no les hizo esperar: regresó con su guitarra este mismo viernes en los primeros minutos de la tercera gala. Fue el primero en salir a escena.

Sarfatti volvió al concurso de Antena 3 con una versión muy íntima de la canción Me quedo contigo. Con ella dejó totalmente descolocados a los jueces del talent, que, al estar de espaldas al escenario, tuvieron la duda permanente de si sería el afortunado aspirante al que había entregado esta segunda oportunidad: “¿Puede ser él?”, preguntó López. “No creo”, respondió Fonsi.

Les costó apretar el botón rojo, pero finalmente, a pocos segundos de que acabara la canción, todos los coaches se habían dado la vuelta. Sarfatti prefirió fichar por el equipo del artista puertorriqueño.

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Televisión

Así afina ‘Camilo Superstar’, el “ni biopic ni musical” de Atresplayer: “Tendría emoción aunque no fuera Camilo Sesto”

El pasado 8 de septiembre se cumplían 4 años del fallecimiento de Camilo Sesto. Lo hacía habiendo visto su imagen pública desvirtuada durante el último par de décadas, reducido su impacto en la música popular en español a nivel global. El single Mola mazo, pista inédita correspondiente a su recopilatorio Camilo Sesto Nº1, supuso un intento por recuperar su imagen como representante del signo de los tiempos, y un descabalgue con respecto a ese mismo contexto. Frente a esa imagen memificada surge Camilo Superstar, la nueva producción original de Atresplayer, segundo caballo de batalla de la plataforma de Atresmedia en su paso por el Festival de Cine de San Sebastián.

Aunque ha sido La Red Púrpura la que ha concitado la atención en el certamen donostiarra, la que nos ocupa sirve a Atresmedia para demostrar la “variedad” que, en palabras del director de Atresplayer, Emilio Sánchez-Ceballos, define su catálogo. Un catálogo a cuya incorporación ya han puesto fecha: el 19 de noviembre. San Sebastián, cada vez más abierto a difuminar las líneas entre cine y televisión, se presenta como el escenario ideal para dar empaque a una obra sobre una estrella enigmática y sobre la que hay más presuposiciones que certezas. Una estrella con la que el tiempo no ha hecho plena justicia, pero que mantiene un cierto poder de fascinación también entre quienes ahora emprenden el desafío de descubrir su relevancia en la cultura pop patria.

Producida por Buendía Estudios y protagonizada por Alejandro Jato, la miniserie de cuatro episodios llega para poner en valor la figura del artista, optando por cubrir una parcela concreta y bien delimitada de su biografía: el empeño por adaptar en España Jesucristo Superstar, un musical que serviría de revolución en tiempos de expectación e incertidumbre como los del tardofranquismo y los primeros meses de la muerte de Francisco Franco.

“No es un biopic ni una serie musical”, asevera Montse García, directora de ficción de Atresmedia en la presentación ante medios en el Kursaal, poco después de la proyección del primero de los capítulos que conforman esta ficción. Su actor protagonista, esmerado en la mímesis con el intérprete de Algo de mí, lo asevera: “Es una historia que habla de Camilo Sesto porque toca, pero tendría emoción aunque no fuera Camilo Sesto”.

Eso sí, el nombre de Camilo es reivindicado a través de la ficción: “Camilo era un icono cultural global”, explica Curro Novallas. El que fuera responsable de Mentiras, también en el grupo, es el principal motor del proyecto, como director y productor ejecutivo. El equipo creativo principal se completa con Tatiana Rodríguez (Mataharis, La cocinera de Castamar) en el guion y con Sonia Martínez en la producción. Esta última reitera que nunca hubo una intención de hacer “una serie enorme sobre su vida”, de ahí el afán por “contar una buena historia, colocando a un icono cultural en el centro”: “Acotarlo nos parecía muy especial”, indica, y explica cómo Novallas contactó con los autores de Jesucristo Superstar para dar forma a la idea y poder construir el relato en torno al musical.

Creí que no íbamos a encontrar al actor para hacer esto”

Precisa la productora ejecutiva de Buendía Estudios en que el interés de contar una historia como esta surgió cuando “entró en nuestra vida la familia de Camilo”. En particular señala la función como “ametralladora de anécdotas” de Lourdes Ornelas, la que fuera pareja y madre del único hijo de Camilo, así como de su representante. Ambas personas fueron cruciales para profundizar en la figura del retratado, a través de largas conversaciones y con documentación y material que ofrecieron y pusieron en las manos del equipo.

De esa marmita de información sobre Sesto se extrajo finalmente este segmento vital que abarca principalmente tres años, los que tardó el cantante en levantar el musical, aunque prestando atención, a través del capítulo inicial, en la construcción del icono casi religioso que luego adquirirá tono martírico al empeñar su fortuna en una producción asediada por el régimen y la censura. El juego de espejos entre Sesto y su visión mesiánica de sí mismo, así como el reflejo de esa mitad de los setenta, hacen de Camilo Superstar “una de las series mas complicadas” a las que afirma haberse enfrentado la mujer que levantó La casa de papel.

Para emprender el viaje por la trayectoria de Sesto, Atresmedia confió en Alejandro Jato, emergente actor vigués que había hecho sus pinitos que se había bregado en producciones gallegas de renombre como Serramoura y otras a nivel nacional como Servir y proteger y HIT. Camilo Superstar significa su alternativa como protagonista. “Creí que no íbamos a encontrar al actor para hacer esto”, reconoce Martínez sobre una elección de casting que fue “amor a primera vista”.

Jato se sometió a largas charlas con el entorno de Sesto para componer la composición del personaje, una que se alejara del referente más cercano. A ello ayudó no solo la voz de Lourdes como guía, sino la autobiografía que el propio Sesto escribió sobre quién era él en la intimidad, de puertas para adentro. Ello, sumado a la réplica de ciertos gestos y un trabajo vocal para el que contó con una ayuda de una foniatra, contribuye a la mímesis entre persona y referente.

Puede haber 500 capítulos hasta el ‘Mola mazo’”

A ese respecto, y especialmente en lo que a la representación de cierta ambigüedad sexual, unos y otros aseguran que “no censuramos en nada” la realidad y, por ende, el retrato del artista, algo que defiende Novallas: “El proceso fue muy natural, con la libertad que sentíamos que pedía el trabajo”. En ese sentido, Martínez recalca el muy distinto signo de los tiempos: al fin y al cabo, Camilo tenía 26 años cuando emprende el proyecto de Jesucristo Superstar, en 1972. “Ganaba millones y tenía casas… Y ahora sería un niñato acabando la carrera”, comenta sardónica la cara de Buendía Estudios.

“Recolocamos el personaje para homenajear a ese icono cultural”, añade Novallas para resumir lo que pretende ser Camilo Superstar: no tanto una serie biográfica, sino un relato de un cambio de era a nivel sociocultural a través de un artista del que seguiremos conociendo solo una pequeña parte.

De hecho, ya advierten que como autores no han sido “incapaces de averiguar” los motivos por los que, después del largo proceso para llevar a buen puerto el musical de en España, decidió dejarlo apenas dos meses después del estreno. “No sé qué se le pasó por la cabeza”, confiesa Martínez, mientras que Jato, a partir de su comprensión de su alter ego, plantea una hipótesis afín al concepto de la serie: “Él funcionaba un poco así, en el enamoramiento. Se enamoraba de algo, de una canción o una persona, y nada le dura, nada permanece. Hay una insatisfacción todo el rato: cuando lo vive, lo vive a tope. Pasó el tren, sintió la llamada, pasó otro tren y se enamoró del que pasó después”.

El noviazgo de Atresplayer con Camilo Sesto se alarga, como hemos advertido, durante cuatro episodios. El grupo de comunicación, que se precia de la variedad tonal entre La red púrpura, preestrenada un día antes, y esta, en las antípodas con una clave colorida y luminosa, marca sus directrices: “La historia es la que nos da. Si da para cuatro, son cuatro”, apunta Montse García, que defiende que no hay duraciones establecidas o predeterminadas al hacer las series con sello Atresmedia.

Ahora bien, Sonia Martínez no se corta en afirmar que “de las conversaciones que hemos tenido podemos tener varias series”: “Puede haber 500 capítulos hasta el Mola mazo. Imagina lo que hay”. Si contará Con el viento en su favor o no será algo que habrá que esperar a ver una vez a partir del 19 de noviembre. En todo caso, cuatro años parecen suficientes para redescubrir al Camilo detrás del Superstar.

Así es ‘Jesucristo Superstar’

Camilo Sesto, en un arrebato de inspiración, decide adaptar en los años 70 el musical más moderno y transgresor de la época, Jesucristo Superstar, un éxito internacional que, en plena dictadura, consigue revolucionar el país y hacer historia.

Una odisea llena de contratiempos, algunos fortuitos, pero muchos de ellos provocados por la propia coyuntura del momento. Sortear la censura, la mano negra de su representante, las amenazas y sabotajes de los movimientos ultracatólicos dispuestos a todo por impedir su estreno, se irán intercalando con las dificultades inherentes a un montaje de esta envergadura.

Pero no estará solo en esta gesta. Contará con otros idealistas que, como él, sintieron el impulso de arriesgar y traer a este país la ópera rock más revolucionaria del momento. Los cuatro mosqueteros de esta odisea se enfrentarán a todo tipo de obstáculos. Buscar un teatro adecuado, sortear la censura, asumir el despliegue técnico que exige la obra, seleccionar al elenco y estrenar el musical mientras Franco agoniza. Además, Camilo debe cumplir sus compromisos con la discográfica que le exige entregar su próximo álbum en las mismas fechas.

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Televisión

‘Aladdin’ (10.5%) cumple el deseo de Telecinco, pero ‘La Voz’ (18.3%) tiene un genio mejor

Esta vez sí, Telecinco se ha llevado una pequeña alegría con su ciclo de estrenos de Walt Disney. Tras haber emitido con muy poco éxito algunas de sus últimas películas, la cadena de Mediaset protagonizó este viernes una notable subida en el horario de máxima audiencia.

La nueva versión de Aladdín (2019) –encabezada por Mena Massoud, Naomi Scott y Will Smith– reunió frente al televisor a 1.006.000 espectadores, el 10.5% de quienes lo tenían encendido. No es una cifra demasiado alta, pero el consumo de televisión está desplomado y Telecinco no está teniendo mejores datos que estos (en septiembre promedia un 9.6%).

La película de la semana pasada, Frozen II, apenas llegó al 7.1%.

Eso sí, el ‘genio de la lámpara’ no hace milagros: Aladdin se quedó muy por debajo del programa que lidera las noches de los viernes. La Voz se inmutó más bien poco ante la mágica historia de Telecinco. El talent show de Antena 3 volvió a liderar sin problemas, esta vez con el 18.3% de la audiencia (siete décimas menos que la semana pasada), casi 1,6 millones de espectadores.

El cine de La 1 retrocedió dos décimas al dar Un golpe con estilo (8.2%), y el de Cuatro cayó al 4.7% con la ayuda de John Rambo (-1.3 puntos). laSexta Columna (6.2%) ganó tres décimas y Equipo de investigación (6.7%) avanzó otras dos.

Por la mañana, la segunda votación para investir presidente de Alberto Núñez Feijóo reunió al 18.1% de la audiencia en la retransmisión de La 1, superior a la cobertura que hizo laSexta con Al Rojo Vivo (12.3%).

En la tarde, sin embargo, la cadena pública no tuvo tantos aciertos: La Moderna (8.6%) perdió 1.2 puntos y La Plaza se hundió al 6.1% (-1.5), aunque La Promesa (13.2%) siguió dándole alegrías. Cosa que agradecería Telecinco, pero TardeAR, el nuevo magacín de Ana Rosa Quintana, repitió ayer su peor dato de audiencia: un 9.5% de cuota de pantalla.

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