El seleccionador español, Luis de la Fuente, ha asegurado que ve a sus jugadores «en el mejor momento de la temporada» y que sabe que «no» le van a «defraudar» en la final de la Liga de Naciones de este domingo ante Croacia, en la que se enfrentarán «los dos mejores equipos de Europa» a día de hoy, y ha afirmado que lo importante es «el trabajo previo» y que los títulos solo son «el barniz».
La importancia de sumar un título: «Lo que da reconocimiento son los títulos, pero lo que importa es el trabajo previo. El título da barniz. Una final es un privilegio. Si lo dejas todo no puede haber frustración. Claro que queremos ganar, no por mí. Yo quiero ver a la gente feliz».
¿Qué es lo que más te gusta de España? ¿Hay que mejorar el juego aéreo?: «Todo es mejorable. Nos encontramos en un proceso de mejorar. Siempre se puede mejorar. Tenemos que mejorar el juego a nuestra espalda. En la medida que tengamos más partidos iremos jugando mejor. Contra Italia terminé muy satisfecho. Cada día demuestran que lo hacen mejor. Mañana será el día de dar otro paso hacia delante».
¿Vas a cambiar muchos jugadores?:«Vamos a esperar al entrenamiento de esta tarde y valoraremos el estado de todos. Tengo fe ciega en todos. No nos va a defraudar ninguno. Los cambios no se hacen por capricho. Tomaremos la decisión esta tarde»
¿Qué cree que requiere este partido?: «Hemos hablado de todo. También hemos planteado una prórroga. Esperemos que termine en los 90 minutos, mejor para nosotros. Ellos tienen muchas experiencias en las prórrogas. Los que viven esa situación sabe lo que te juegas. El físico marca mucho. La cabeza marcará mucho si hay prórroga, pero esperemos no llegar. El equipo puede aguantarla y otro partido al día siguiente»
¿Tiene en cuenta que hay jugadores que pueden irse sin jugar?: «Todos se sienten importantes con la convivencia. Solo el estar aquí ya les hace importantes y unos privilegiados. Tenemos un gran grupo, somos equipo y compañeros. Pensamos más en el equipo que en un mismo. Sí ganamos, todos serán campeones, aunque no jueguen. El que juega le hace bueno el que no juega, porque le mantiene alerta y le hace mejorar»
¿Modric te hace cambiar la forma de juego?: «Modric nos pone en alerta, pero no solo él. Tiene grandísimos jugadores y tenemos que estar muy alerta porque todos son muy buenos. Tenemos que fortalecer nuestras virtudes. Cuando nos toque sufrir tenemos que estar muy atentos»
¿Qué opinas de Le Normand?: «Junto con Laporte son dos grandes jugadores y Nacho también. Tenemos un grupo muy equilibrado.Están ofreciendo un gran rendimiento. Ya juegan muy bien en sus equipos. Estoy muy contento con el debut de Le Normand»
Exhibición de una España que enamora con una goleada ante Suiza
España ofreció la Copa del Mundo a su gente en el Nuevo Arcángel en un partido para la historia –hizo récord de asistencia en un encuentro de la selección femenina con 14.194 espectadores– en el que estrenó como local la estrella de campeona del mundo con una exhibición ante Suiza (5-0) para seguir acercándose a la clasificación a los Juegos Olímpicos de París 2024.
La Roja salió con todo a por la victoria, con Alexia Putellas y Aitana Bonmatí liderando en el centro del campo, y solo dos cambios en el once de Tomé: Oihane Hernández por Ona Batlle y Eva Navarro por Athenea del Castillo. Y desde el primer minuto se vio a un equipo hambriento, con sed de triunfo, para demostrar por qué es la campeona del mundo y regalarle a su afición un recital de fútbol.
Pronto metió el miedo en el cuerpo a una Suiza a la que se le escapaban los balones cada vez más cerca de su portería. Así abrió la lata Lucía García, muy atenta en el centro del ataque tras un robo de ‘pilla’ de Mariona Caldentey –o un error garrafal de la guardameta helvética, que se confió intentando un pase a la izquierda en el interior del área–, que aguantó el cuero ante los intentos desesperados de la defensa suiza de recuperar la bola. Lucía García solo tuvo que empujarla para hacer el primero.
Suiza intentó reponerse con ataques rápidos, armando el contragolpe, pero España no le permitía entrar en el área. Varios disparos lejanos, un robo a Laia Aleixandri y un saque de esquina fueron lo más cerca que estuvo la Nati de devolver las tablas al marcador.
Nada hizo dudar a España, que en el descuento de la primera mitad, justo antes del descanso, asestó el segundo golpe. Esta vez fue obra de Aitana Bonmatí, que entró al área como una exhalación para poner el balón en la red con un remate acrobático de primeras a un centro desde la izquierda.
Tal y como terminó el primer tiempo, arrancó el segundo. No habían pasado ni cinco minutos cuando Bonmatí, otra vez, se sacó de la chistera un zapatazo a la cepa izquierda del poste tras una gran conexión con Alexia Putellas, que exhibió su mejor nivel tras la lesión.
Y cuando Córdoba aún no había terminado de celebrar el tercero, llegó el cuarto. Una promesa que ya es realidad fue la autora: Inma Gabarro. La delantera del Sevilla estaba en el sitio justo en el momento adecuado: en el punto de penalti para recoger el rechace de la guardameta suiza a un disparo de Athenea. No perdonó. Tampoco se quedó conforme, pues tuvo otras dos ocasiones para conseguir su doblete, pero no entraron.
Suiza tuvo el gol del honor 10 minutos después con una jugada trenzada que dejó sola a Pilgrim frente a Cata Coll, pero la guardameta balear ahogó la fiesta a la delantera helvética para marcharse con la portería a cero. Hubo tiempo para más: Maite Oroz completó la manita de España con un golazo de volea desde fuera del área tras el despeje de un córner de la defensa suiza.
Un festival de la selección para cerrar una tormentosa concentración por todo lo alto y encarrilar el pase a la final de la Nations League y la clasificación a los JJ OO.
Por qué llaman ‘merengues’ y ‘colchoneros’ a los aficionados del Real Madrid y Atlético, respectivamente
El derbi madrileño es uno de esos eventos que mueven a toda la ciudad y que además une la pasión por el esférico y los colores con la historia de cada equipo. Un acontecimiento deportivo cargado de curiosidades como son también los apodos de sus aficiones. ¿Por qué se les conoce a los seguidores del Real Madrid como ‘merengues’ y a los del Atlético como ‘colchoneros’?
Por qué los del Real Madrid son ‘merengues’
En el caso del Real Madrid, desde la fundación del club en 1902, se les distingue por su camiseta de color blanco. De ahí que les llamen ‘merengues’ con su semejanza con el color de este postre hecho con clara batida al punto de nieve y azúcar de la misma tonalidad.
El mote se hizo famoso cuando el periodista Matías Prats Cañete comezó a usarlo en sus retransmisiones y se empezó a extender también en las crónicas deportivas del siglo XX. Apareció en la prensa por primera vez en 1913. Así vestía el Corinthian de Londres, un equipo que fascinaba a los pioneros que fundaron el Sociedad Sky Football y el Madrid Foot-Ball Club, embriones de lo que sería el Real Madrid.
Por qué los del Atlético son ‘colchoneros’
En el caso del Atlético de Madrid, fundado un año más tarde, en 1903, el apodo que recibió fue el de ‘colchoneros’ por su camiseta de rayas rojas y blancas. En aquel momento, recordaba a las fundas que usaban para forrar los colchones en España, unas telas con franjas rojas y blancas. El apodo viene desde la postguerra civil que ocurrió en España entre 1936 y 1939.
Será un duelo que enfrente a los dos equipos, junto al Barcelona, que han ganado el campeonato liguero español en los últimos años. Este enfrentamiento es el más repetido en el fútbol español, con 292 encuentros entre todas las competiciones.
El Jumbo conquistó el Angliru con otra exhibición. Roglic ganó acompañado de Vingegaard, que se queda a 8 segundos del maillot rojo, salvado por la imprevista colaboración del español.
Primoz Roglic se impuso en el Anglirú y su nombre aparecerá próximamente en el muro de los campeones que hay en la cima en honor a los triunfadores desde que se ascendió por vez primera en La Vuelta, en 1999: “Estoy muy feliz de ganar aquí. Es una etapa especial”. Sobre si el esloveno todavía tiene opciones de conquistar su cuarta Vuelta, no se muestra demasiado optimista teniendo a dos rivales, y compañeros, por delante: “Veremos. Daré todo en la carretera. En estos momentos Kuss está de rojo, y deseo que termine así, pero mi responsabilidad es hacerlo lo mejor posible. La carretera decidirá quién gana”.
El triple ganador de La Vuelta también del momento en el que Kuss no pudo seguir su ritmo ni el de Vingegaard, a dos kilómetros del final. “La subida es tan dura que no se puede hacer otra cosa que marcar el ritmo. El Bahrain lo hizo duro y esperamos nuestro momento. Marqué mi propio ritmo. Lo he sentido por Kuss, fue extraño. En la subida, todo el mundo va todo lo rápido que puede. Sigo creyendo en que podemos conseguir el triplete en el podio”, explicó el esloveno ante los medios desplazados.
Sobre el ambiente dentro del equipo, Roglic destacó que todo está normal: “Estamos juntos en el bus, en las habitaciones, jugando, pasando el tiempo y disfrutando. Que todos lo hagamos lo mejor posible y al final se verá. Quien tenga las piernas será el primero, quien menos, el segundo y después el tercero. Eso sería en uno de los mejores escenarios. No estamos solos aquí. Tenemos que mantener el foco, intentar ganar la carrera y luego todo lo demás”.
El pasado lunes, en la jornada de descanso, Sepp Kuss declaraba en una entrevista que soñó con ganar esta Vuelta, y es algo que todavía sigue en su mente tras el Angliru. “Sí, sigue vivo el sueño de ganar La Vuelta. Veremos. Mañana también es una etapa muy dura y todavía me encuentro muy bien. Si no vamos a por las bonificaciones en meta, quizás sea un poco más sencillo. Hoy pensaba que tenía las piernas para ganar y pero había tres tíos más fuertes que yo: Roglic, Vingegaard y Landa”, dijo el líder, que mantiene el maillot rojo por ocho segundos respecto a Vingegaard. Precisamente el danés dijo tras la etapa que “desearía” que Kuss ganase La Vuelta, por lo que todo está abierto dentro del propio Jumbo.
Kuss también hizo referencia sobre el momento en el que no pudo seguir a sus compañeros, justo a dos kilómetros del desenlace: “Es una subida muy dura, muy empinada, y no hay espacio para muchas tácticas. Primoz atacó, puso un ritmo muy fuerte, quise aguantar hasta el final, pero no pude. El más fuerte tiene que ganar la etapa. Más o menos pude defender mi renta en la general. No es una competición entre nosotros. Hay buen rollo, para mí son amigos. Para mí quizás sea la única oportunidad de ganar una grande y es algo muy especial. Pero quiero hacerlo bien y saber que he ganado la carrera de verdad”. El día de su 29º cumpleaños, y cualquier día en general, Kuss mantuvo la sonrisa durante casi todo momento que hablaba con los medios.
Mikel Landa está apurando sus últimos meses en el Bahrain, equipo del que se marchará esta temporada (llegó en 2020) para aterrizar en el Soudal de Remco Evenepoel. En teoría, como gregario y gran apoyo para el belga, pero el vasco sigue demostrando buenas piernas. En el Angliru, el Bahrain depositó todas sus esperanzas en Mikel, endureciendo la carrera, eliminando rivales y dejando solo a su líder contra los Jumbo. La tarea era difícil y el vasco quedó en cuarta posición, tras los Roglic, Vingegaard y Kuss. “Me encuentro bien. Esta etapa me motivaba mucho. La teníamos marcada y el equipo ha estado de diez. Una pena. Roglic y Vingegaard fueron los más fuertes otra vez. Lo de ser el mejor español me da igual (es quinto, con Ayuso cuarto). Quiero ganar una etapa y subir en la general. Quedan dos jornadas duras y estoy con ganas”, dijo Mikel en meta tras abrigarse de las bajas temperaturas en la cima.
Tras el ataque de Roglic, el de Bahrain hizo los kilómetros finales con Kuss, aunque el estadounidense no le dio relevos, consciente de que tenía que esprintar en la meta para optar a las bonificaciones: “No me daba relevos. Le dije que se le estaba yendo la carrera. Ellos sabrán. Hay gente que no tiene nada que perder, yo entre ellos. Sinceramente, no sé cuál es el plan del Jumbo y me da igual lo que hagan”. El cuarto puesto de Landa ayer fue su mejor resultado en esta Vuelta, igualado con su actuación en Javalambre, en aquel caso desde la fuga. Se encuentra a más de tres minutos del podio que marca Roglic, aunque adelantó un puesto en la general (a Enric Mas) y con toda probabilidad, en caso de llegar a Madrid, cuajará su mejor Vuelta, ya que su mejor puesto en la general fue 15º.
Ayuso: “No tuve buenas sensaciones”
Novena posición en el Angliru, justo por delante de Enric Mas. Este último no habló con los medios tras la etapa, ya que se abrigó y emplazó a las peticiones a hoy para contar sus sensaciones. Por su parte, Juan Ayuso, que subió por vez primera en competición la cima asturiana (ya la había reconocido) destacó “malas sensaciones”.
“No avanzaba ni tuve buenas sensaciones en un mal día. Se me hizo muy largo al no haber tramo para recuperar en ningún momento. Salí con la ambición de ganar la etapa, pero sin piernas es lo que hay. Seguiré luchando por etapas, del podio me alejé bastante, a lo mejor los Jumbo tienen un mal día. Prefiero una etapa antes que ser cuarto, a ver si tengo buenas sensaciones y lo vuelvo a intentar. Será muy difícil si los Jumbo no tienen un mal día”, dijo el del UAE con su ambición habitual.
Por delante, antes del Angliru, se lanzó su compañero Soler, pero su movimiento no tuvo éxito y llegó a 19 minutos de Roglic y saliendo del top-ten de la general. Matxín, mánager del equipo, reveló que “irán a por victorias”, aunque es algo “muy optimista viendo el nivel de los Jumbo”.