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Cultura

El Museo de Historia Natural de Londres reimagina su entrada con un viaje interactivo de más de 2.700 millones de años

El acceso al icónico edificio, situado en el corazón de Londres, ha dejado de ser simplemente un tránsito hacia las exhibiciones. Ahora, los visitantes son recibidos con un trayecto que resume la evolución natural del planeta de una manera que capta la atención de ciudadanos curiosos que visitan el museo diariamente. Keith Jennings, director de proyectos del museo, reconoce el desafío de comunicar un periodo de tiempo tan extenso. «Es complicado tratar de explicar un tiempo tan remoto como 2.700 millones de años», comenta. En esa época, la vida en la Tierra era exclusivamente microbiana, sin rastro de las plantas o animales que conocemos hoy.

La nueva entrada
El sendero, adornado con rocas milenarias y vegetación como helechos, refleja épocas cruciales en la historia del planeta, como el periodo Pensilvánico, cuando los bosques de carbón fueron destruidos debido al aumento de dióxido de carbono en la atmósfera. Cada metro recorrido en este sendero representa unos cinco millones de años, una escala que permite a los visitantes comprender eventos catastróficos como erupciones volcánicas y extinciones masivas.

En el punto medio del recorrido, los visitantes se encuentran con una imponente réplica del esqueleto de un dinosaurio Diplodocus, apodado Fern. Este saurópodo herbívoro, de 22 metros de largo y cuatro de alto, es una de las principales atracciones, especialmente para quienes buscan la foto perfecta: «Los visitantes pueden caminar alrededor de él e incluso pasar por debajo, algo que no es posible dentro del museo», señala Jennings, lo que permite imaginar el tamaño real de estos gigantes que dominaron la Tierra durante la era Mesozoica.

A lo largo del recorrido, se destaca la coexistencia de los dinosaurios con otras formas de vida, como una pequeña criatura similar a una musaraña que se esconde en el jardín, símbolo de la vida que sobrevivió hasta la extinción masiva causada por el impacto de un meteorito hace 66 millones de años. La historia continúa con la recuperación de la vida tras la colisión del asteroide. Jennings señala cómo las plantas con flores comenzaron a aparecer en esa época, seguidas de los primeros primates y, eventualmente, los humanos. «Hemos estado aquí un periodo corto de tiempo, sólo unos pocos pasos hasta la puerta», reflexiona Jennings, destacando la fugacidad de la presencia humana en la historia de la Tierra, equivalente a dos millones de años en la escala del museo.

El reto del calentamiento global

El recorrido también aborda la influencia humana en el futuro del planeta, especialmente en relación con el cambio climático. El museo anticipa un futuro en el que el calentamiento global permitirá que plantas típicas de climas mediterráneos, como higos, almendros y olivos, puedan cultivarse en Inglaterra. Jennings subraya el desafío del calentamiento global y la necesidad de adaptación, independientemente de si se alcanzan o no los objetivos ambientales. Esto se relaciona con el último informe de las Naciones Unidas, que advierte que los planes de acción actuales son insuficientes para cumplir con el Acuerdo de París, cuyo objetivo es limitar el aumento de la temperatura global a menos de 1,5 grados centígrados respecto a los niveles preindustriales.

A pesar de los desafíos, Jennings mantiene una perspectiva optimista: «En el museo, somos optimistas de que se cumplan los objetivos y que tanto el planeta como la humanidad sobrevivan. Es una historia esperanzadora la que contamos aquí».

Fuente: El Periódico de España.

María Gámez.

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Cultura

Paul Newman, 100 años de la indomable mirada azul

En 1985, cuando ya estaba en el ocaso de su carrera, los académicos de Hollywood decidieron que había que darle un Oscar honorífico a Paul Newman. A pesar de ser uno de los mejores actores de la historia del cine y de los más reconocidos internacionalmente, nunca lo había ganado con ninguno de los grandes papeles interpretados en películas que ya forman parte de la historia del mejor cine de Hollywood, gracias en buena medida a su trabajo: «El zurdo», «La gata sobre el tejado de zinc», «El largo y cálido verano», «Dulce pájaro de juventud», «Dos hombres y un destino»… incluso su pequeño pero inolvidable papel en «Cuando se tienen veinte años» tendría que haber sido suficiente para que pudiera haber acariciado la estatuilla. Cuando recibió aquel Oscar honorífico dijo que ya había perdido la esperanza de conseguir «uno de verdad». Se lo dieron al año siguiente por «El color del dinero». Era su décima nominación.

Paul Leonard Newman nació en Cleveland, Ohio el 26 de enero de 1925, hace cien años, hijo de una inmigrante eslovaca y de un comerciante judío que tenía una tienda de deportes. Interrumpió la Universidad para entrar en la Armada durante la Segunda Guerra Mundial, destinado en una base en Okinawa. A su regreso a la vida civil se casó con Jackie Witte, una actriz aficionada, y pronto tuvieron un hijo. Cuando murió su padre se trasladaron a Nueva York y se matricularon en el Actor’s Studio, donde también estaban Marlon Brando, James Dean y Montgomery Clift estudiando Artes Escénicas bajo el magisterio de Lee Strasberg y Elia Kazan, con el método de Konstantin Stanislavski, que consiste en hacer que el actor experimente emociones semejantes a las del personaje interpretado. Sin trabajo, su vida se complicó y empezó a tener problemas con el alcohol. Además se había enamorado de Joanne Woodward, una actriz amiga de Jackie, con la que se casó después de divorciarse y con la que tuvo tres hijas.

En 1956 el director Robert Wise le dio un papel en «Marcado por el odio», donde encarnaba al boxeador Rocky Graziano. El papel iba a ser para James Dean, pero la muerte de este actor en un accidente de coche hizo que recayese en Paul Newman. James y Paul eran amigos y se habían presentado juntos para conseguir el trabajo en aquella película. Su interpretación fue elogiada por la crítica y Billy Wilder se interesó por aquel joven que además era guapo, apuesto y tenía unos ojos azules de mirada seductora. No sabía que era daltónico. Le dio el papel de su película «Traidor en el infierno». A partir de entonces no paró de trabajar con los mejores: «La gata sobre el tejado de zinc», de Richard Brooks con Elizabeth Taylor; «El largo y cálido verano», de Martin Ritt con Joanne Woodward; «Dulce pájaro de juventud», de Richard Brooks con Geraldine Page; «La ciudad frente a mi», de Vincent Sherman con Robert Vaughn; «El premio», de Mark Robson con Elke Sommer; «Cortina rasgada», de Hitchcock con Julie Andrews; «La leyenda del indomable», de Stuart Rosenberg con Dennis Hopper; «Dos hombres y un destino» y «El golpe», ambas de George Roy Hill y ambas con Robert Redford; «El juez de la horca», de John Huston con Ava Gardner; «Ausencia de malicia», de Sidney Pollack con Sally Field; «The Veredict», de Sidney Lumet con Charlotte Rampling… Rodó películas de todos los géneros: comedias («Un marido en apuros»), westerns («Un hombre»), cine negro («Harper, investigador privado»), superproducciones («Éxodo», «Aeropuerto», «El coloso en llamas»). En todas dejó un sello personal que marcó su estilo.

También las dirigió, emulando el cine europeo de Ingmar Bergman y Luis Buñuel. Su esposa Joanne Woodward protagonizó cinco de estas películas, entre las que sobresalieron «Rachel, Rachel», «El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas» y «El zoo de cristal», la última, una adaptación de la obra de Tennessee Williams. Con «Harry e hijo» aireó las relaciones tormentosas con Alan Scott Newman, el hijo de su primer matrimonio, muerto de sobredosis en 1978. «Sentí muchas cosas cuando recibí la llamada en la que me decían que mi hijo había muerto… Scott y yo habíamos perdido la capacidad de ayudarnos mutuamente. Yo no sabía cómo ayudarlo, y él no sabía cómo ayudarse a sí mismo», dijo Paul Newman sobre esta tragedia familiar.

A pesar de su daltonismo Paul Newman no sólo fue aficionado al automovilismo sino que participó como piloto profesional y ganó premios en muchas pruebas. En las 24 Horas de Le Mans de 1979 terminó segundo conduciendo un Porsche 935 de 700 HP, sólo por detrás de los hermanos Don y Bill Whittington, que pagaron el coche que conducían con dinero del narcotráfico, que los llevó a prisión en los 80. En 1995, con 70 años, formó parte del equipo ganador de las 24 Horas de Daytona conduciendo un Ford Mustang. En cine encarnó a un piloto en «500 millas» de James Goldstone. Para celebrar sus 80 años, ya enfermo, pidió que le cerraran la pista de Lime Rock para darse el gusto de correr por última vez pilotando su Corvette GT 1 de competición. Murió de cáncer de pulmón tres años después, el 27 de septiembre de 2008. El documental «Winning: The Racing Life of Paul Newman» recoge sus relaciones con el mundo del motor.

Otra de sus cualidades era su militancia como activista de los derechos humanos y filántropo que donó millones de dólares a instituciones benéficas y creó una Fundación antidroga que lleva el nombre de su hijo. Escribió su autobiografía, «La extraordinaria vida de un hombre corriente» (Cúpula) y el crítico de cine Shawn Levy un libro sobre su vida, publicado en España por Lumen.

Fuente: el Periódico de España.

Francisco R. Pastoriza.

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Cultura

Las visitas a los museos españoles en 2024: récord en el Prado y ligera caída en el Thyssen y el Guggenheim

Coincidiendo con el inicio de 2025 los museos españoles comparten, como es habitual por estas fechas, las cifras de asistencia a sus espacios durante el año anterior. En general se aprecia una tendencia positiva, alcanzando en la mayoría de los casos cifras que, si no han sido récord, sí que se han situado en los niveles anteriores a la pandemia. Sí que hay, sin embargo, algunas excepciones, como en el caso del Reina Sofía, el Guggenheim de Bilbao y el Thyssen-Bornemisza, que no han podido igualar los números logrados en 2023.

Museo Nacional del Prado
El Prado ya hizo público el pasado mes de diciembre que para entonces ya habían superado los números de asistencia de 2024, con 3.258.328. Finalmente, ha cerrado el año alcanzando la cifra histórica de 3.457.057 asistentes.

A esta cifra se añaden los más 530.000 que han disfrutado del Prado fuera de Madrid: 327.663 lo han hecho en Shanghái en la exposición Ages of Splendor. A History of Spain in the Museo del Prado; 100.622 en la iniciativa El arte que conecta de la mano de Telefónica en todo el territorio nacional y 102.551 en la exposición XIX. El siglo del retrato coorganizada con La Caixa que ha recorrido diferentes localidades españolas.

Museo Reina Sofía

Las cifras totales del Museo Reina Sofía son una de las excepciones en la tendencia positiva que se ha apreciado a nivel nacional. Esto se debe a que tanto el Palacio de Cristal, de entrada gratuita, como el Palacio de Velázquez han estado clausurados por obras.

Ello explica que en 2024 un total de 1.960.249 personas hayan visitado el museo, frente a los 2.530.560 en 2023. Sin embargo, 1.537.105 corresponden a la sede principal, lo que supone un incremento del 9% con respecto al año anterior (1,41 millones).

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Un total de 951.821 personas ha visitado la colección permanente y las exposiciones temporales del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza a lo largo de 2024, cifra inferior a la registrada en 2023, cuando recibió 1.012.660 visitantes. El 57,6% de estas personas es de procedencia nacional (41,1% de Madrid y 16,4% del resto de España) y el 42,4%, internacional.

Museo Guggenheim Bilbao
En 2024 el Museo Guggenheim Bilbao ha logrado un total de 1.301.343 visitantes, un 2% menos que en 2023, año que ostenta el récord de asistencia. En su comunicado, el museo destaca los meses de mayo y junio como los mejores de su historia, mientras que julio y agosto han sido los segundos mejores.

El museo también ha compartido las cifras según el origen geográfico de los visitantes. En este sentido, se ha incrementado el porcentaje de extranjeros con respecto al año anterior (67% del total), que proceden fundamentalmente de Francia (16%), Alemania (8%), Gran Bretaña (7%), Estados Unidos (6%) e Italia (5%). El público del País Vasco se sitúa en el 11%, mientras que el porcentaje de visitantes del resto de España es del 22%, destacando como en años anteriores Cataluña (4% del total de visitantes) y Madrid (4%).

Museo de Bellas Artes de Bilbao
También en Bilbao, a lo largo de 2024 ha continuado la tendencia positiva en el número de visitantes del Museo de Bellas Artes de la ciudad. Con un total de 207.797 visitantes, un 8,5% más que el ejercicio anterior, ha alcanzado su mejor cifra de asistencia en los últimos cinco años. La actividad del centro se ha mantenido operativa únicamente en su edificio antiguo, con acceso gratuito, mientras continúa la obra de ampliación del museo iniciada en enero de 2024.

Museu Picasso 

El Museu Picasso de Barcelona cierra el año 2024 con una cifra de asistencia de públicos nunca alcanzada hasta ahora, con más de 1.300.000 personas. Esto implica el crecimiento de un 8 % respecto a las visitas de 2023 y supera el grueso de público que el Museu acogió en 2019 (el año con más visitas hasta ahora) haciendo del 2024 el año de mayor éxito de asistencia desde que se recogen datos.

Museo Picasso Málaga
Las visitas al museo malagueño han alcanzado las 792.353 personas durante este año 2024. La pinacoteca renovó su recorrido permanente con Pablo Picasso: estructuras de la invención. La unidad de una obra. Una cartografía creativa que desafía las divisiones convencionales de la obra del artista malagueño.

Museo Helga de Alvear

A lo largo del 2024, el primer año completo bajo la dirección de Sandra Guimarães, un total de 199.782 personas visitaron el Museo Helga de Alvear, alcanzando una cifra de visitantes sin precedentes. En el comunicado que ha publicado, el museo subraya además la relevancia y el buen recibimiento de exposiciones temporales como la recién inaugurada Ryan Gander. Gruñidos, silbidos, gemidos, ladridos y gritos, retrospectiva comisariada por la misma Guimarães que en la noche de su inauguración recibió a 2.771 personas.

Museu Nacional d’Art de Catalunya
El Museu Nacional d’Art de Catalunya, por su parte, ha hecho saber que ha superado los 860.000 visitantes en 2024, creciendo un 44% respecto al año anterior y superando las cifras prepandemia.

Asimismo, se ha hecho saber que el 42% del total de los visitantes del Museo han sido locales, principalmente del área de Barcelona y Cataluña, mientras que entre el público internacional tienen una presencia destacada los visitantes procedentes de Estados Unidos (9%), Francia (5%) y el Reino Unido (3,5%).

CAAC y C3A
El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) y el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), dependientes de la Consejería de Cultura y Deporte, han cerrado 2024 con un aumento de visitas del 20% con respecto al año pasado, lo que se traduce en 32.000 más. En concreto, el CAAC ha recibido a más de 199.450 personas, mientras que por el espacio cordobés pasaron más de 42.500 personas.

Récord en los museos estatales
En lo que se refiere a los dieciséis Museos Estatales dependientes del Ministerio de Cultura, recibieron en su conjunto durante el pasado año la visita de 3.121.418 personas. Esta cifra supone un aumento del 10,53% con respecto a 2023 (2.823.993 visitas). Con ello, se deja atrás los datos prepandemia, representando el mejor dato de afluencia de público en los Museos Estatales en lo que llevamos de siglo.

El más visitado de todos estos centros ha sido, un año más, el Museo Arqueológico Nacional, con 627.334 visitas, un 23,36% más que en 2023 (506.873) y el mejor dato en 10 años desde su reapertura, solo superado precisamente por el registro de 2014, cuando el Museo reabrió sus puertas tras una reforma integral del edificio y recibió la visita de 768.836 personas.

En número de visitantes, el segundo ha sido el Museo Nacional de Altamira, en Santillana del Mar (Cantabria), con 292.780 (un 2,86% más), seguido por el Museo Sefardí en Toledo, con 259.211, una cifra similar a la de 2023 (252.231).

Está de enhorabuena también el Museo Nacional del Romanticismo, que ha logrado un incremento porcentual de un 70,18%, siendo visitado por 195.266 personas. Este aumento coincide con la celebración del centenario del museo, uno de los motivos que le ha llevado a superar sus estadísticas desde que hay registros.

Fuente: El Español.

A. M.

 

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Cultura

De libro a película y ahora al teatro: La emotiva travesía de ‘Un monstruo viene a verme’

«Trato de ser útil, pero no quiero decirles lo que deben hacer, porque no soy director teatral». Patrick Ness (Virginia, EEUU, 1971) es el autor de Un monstruo viene a verme (Nube de tinta, 2012), el libro que inspiró la película de J. A. Bayona del mismo título estrenada en 2016. Es la historia de un niño de 13 años, Conor, cuya madre tiene cáncer, y cómo afronta la enfermedad y la pérdida. Ni el libro ni la cinta son nuevos, pero Ness ha vuelto esta semana a Madrid por un estreno: la versión teatral de la obra que, a partir de la que se hizo en el Teatro Old Vic de Londres en 2018 (que recibió el Premio Olivier a mejor adaptación teatral en Reino Unido), ha inspirado a la compañía LaJoven (dirigida por José Luis Arellano García), en colaboración con la Asociación Española contra el Cáncer, para presentarla en Madrid. «En España se han hecho pequeños cambios de la historia original, con los que estoy totalmente de acuerdo», explica el autor en una entrevista que tiene lugar en la sede de la Asociación. «Estoy muy emocionado».

Estará en cartel hasta este domingo día 15 en los Teatros del Canal. Después, saldrá de gira por el país y regresará en primavera a Madrid, donde podrá verse en el Real Teatro del Retiro, el espacio del Teatro Real que acoge una programación infantil y juvenil.

Ness, que sí conoce la adaptación británica de Sally Sookson y Adam Peck -que también se ha representado en EE UU- y la que se ha hecho en Japón, pudo conocer al elenco a través de videoconferencia y responder a las dudas del elenco algo que, explica, siempre ofrece hacer con las diferentes adaptaciones que se han ido haciendo. «Suelen preguntar mucho sobre el padre, si es una mala persona», responde cuando le preguntamos si se repiten las mismas cuestiones. «Yo siempre digo que el padre de Conor no es malo, es débil, sencillamente, y la debilidad te puede llevar a cometer actos equivocados». Después de una pausa, añade: «Esto le encanta a los actores».

Este jueves tuvo la ocasión de asistir a la representación, y el viernes mantuvo un encuentro con el público junto al elenco: Elisa Hipólito, que interpreta al chico protagonista (Conor); Eduardo Aguirre de Cárcer (el monstruo); Cristina Bertol (la madre); Roger Berruezo (el padre); Antonia Paso (la abuela); Leyre Morlán (Lily); Nadal Bin (Antón); Raúl Martín (Harry) y Fernando Sainz de la Maza (profesor). Cuando atiende a este periódico (jueves por la mañana), aún no les ha visto actuar, así que admite desconocer el efecto que le causará ver a una actriz (Elisa Hipólito) interpretando al chico protagonista. «Es la primera vez que se hace así, veremos cómo resulta», dice. «Conozco la convención teatral de mujeres interpretando el papel de adolescentes, no es la primera vez que se hace algo así en una obra teatral, así que, aunque sea novedoso en esta adaptación, es algo que ya ha ocurrido antes. Veremos cómo queda, estoy deseando».

Enfermedad, pérdida, duelo
Un monstruo viene a verme es una obra dura, que aborda la enfermedad, el duelo, el abandono y cuestiones emocionales profundas -y quizás difíciles de afrontar-, pero el libro no nació como una obra para adultos, sino para jóvenes (la editorial lo recomienda a partir de 12 años). «Lo primero que descubrí cuando se publicó el libro es que el libro es mucho más duro para los adultos que para los niños», explica. «Creo que se debe a que los niños están bien siempre que se les trate como seres inteligentes, que lo son, algo que ocurre cada vez más, afortunadamente». Los padres, y sobre todo las madres, sufren más al leerlo. «No me lo esperaba», insiste. Tampoco, continúa, ser receptor de tantísimas historias personales que se acercan a las vivencias que describe el libro y encuentran en él una forma de articular sus emociones. En cualquier caso, rechaza un papel de guía o de mediación a través del libro. «No soy un experto en duelo, ni soy un especialista en cáncer», aclara. «Tan sólo hice mi trabajo lo más honestamente posible».

Publicada en 2011, la idea que contiene el libro nació de otras manos, las de Siobhan Dowd, escritora británica fallecida a causa de un cáncer de mama en 2007. Después de recibir su diagnóstico, en 2004, comenzó a bocetar la historia de un niño que debe enfrentar la enfermedad sin posibilidad de cura de su madre. Dejó hecho el esqueleto a su editor, que casualmente, era el mismo de Ness. Así que le propuso que continuara la historia. Ness decidió rehacerla al completo, porque más allá del primer capítulo, que actuaba a modo de boceto, estaba entero por construir.

De esto hace más de diez años, pero hoy no cambiaría nada de una obra que le ha dado reconocimiento mundial (la novela ha sido traducida a 40 idiomas). «Yo considero que los libros son como los hijos: los amo por lo que son, con sus defectos, que conozco perfectamente», responde. «Siento que con este libro llegué a un lugar realmente especial en términos de impacto emocional», añade. «No es que piense que es perfecto y que no voy a cambiar nada, sino que no quiero estropearlo, es perfectamente imperfecto y no quiero alterarlo».

La película de Bayona
Aunque desde su lanzamiento fue un libro exitoso, el interés por Un monstruo viene a verme se disparó gracias a la película de J. A. Bayona, protagonizada por Lewis MacDougall, Sigourney Weaver, Felicity Jones y Liam Neeson, que hoy puede verse en varias plataformas: Netflix, Amazon Prime Video, SkyShowtime y Movistar Plus+. La adaptación la escribió el propio Ness: desde el lanzamiento del libro recibió ofertas para llevarla a la gran pantalla. A él le hacía gracia y no se lo terminaba de creer, «me parecía difícil tomarme tanto interés en serio, aunque era muy agradable que constantemente se me acercase gente superfamosa interesándose», explica. «Supongo que es la ventaja de que me pasase con 40 años y no con 20», reflexiona. En cualquier caso, tenía miedo de que el libro no fuese bien tratado -«quise protegerlo bien» y decidió escribir un guion él mismo. «No para que fuese el definitivo, sino para empezar la conversación desde ahí».

El guion, que no se hizo con el respaldo de ninguna productora, estudio o director, cayó en la montaña de los mejores guiones no producidos, «algo que tampoco me esperaba», dice. Pero entonces, llegó a las manos de Bayona, que es, en sus palabras, «la mejor persona que podía haberla dirigido». «Todo ha sido un viaje inesperado», admite.

Autor infantil para todos los públicos
Instalado en Londres desde 1999, Patrick Ness publicó su primer libro The Crash of Hennington, en 2003. Ha trabajado como guionista y periodista y editor, en medios como The Daily Telegraph, The Literary Supplement Times, The Sunday Telegraph y The Guardian y enseña escritura creativa en la Universidad de Oxford. Es uno de los siete escritores que han ganado dos Medallas Carnegie (nadie ha ganado tres), un prestigioso reconocimiento que entregan los bibliotecarios británicos. Además de Un monstruo viene a verme, la trilogía Chaos Walking también fue adaptada al cine, en la piel Tom Holland y Daisy Ridley, en 2021.

Aunque también escribe para adultos Patrick Ness es, sobre todo, autor de literatura infantil y juvenil. De hecho, Un monstruo viene a verme está escrito para adolescentes. Sin embargo, él niega las etiquetas. ¿Se animaría a escribir una versión para adultos? «Rechazo la división por edad», responde tajante. «Se trata de contar la historia lo mejor posible. No todos pueden leer un buen libro infantil, pero todos deberían intentarlo. Esta es la historia que es, tiene la forma que necesita tener».

También rechaza la mirada condescendiente a esta literatura. «Es rica, profunda, vibrante, creativa y emocionante. Si no puedes verlo así, no me interesa impresionarte. Seguramente quien piensa así necesita leer más». Zanja el asunto con una sonrisa: «Estoy muy feliz donde estoy: si otros no lo aprecian, es su problema».

Ness continúa trabajando muy activamente, y tiene varios proyectos en marcha. «Mi último libro es un nuevo cambio de rumbo», explica. «Sigo haciendo cosas diferentes». Se trata de una obra para niños de ocho o nueve años. «He querido hacer un libro divertido», explica. Se publicó en septiembre en inglés con el título Crónicas de un lagarto nadie (Chronicles of a Lizard Nobody). Es un libro breve y será una serie: el segundo saldrá en junio.

También trabaja en una nueva trilogía ambientada en el mundo de Chaos Walking, que espera publicar en 2026. Y acaba de terminar una novela para adultos. «Veremos si alguien la quiere», indica con una sonrisa.

Después de un pequeño silencio, añade: «Yo soy de un pueblo pequeño, todo lo que quise en la vida fue tener un libro de tapa dura en mis manos escrito por mí», explica. «Ese era literalmente mi sueño, así que todo lo demás es un regalo y siempre tengo miedo de que se me acabe la oportunidad, así que seguiré trabajando hasta que alguien me diga que tengo que parar».

Fuente: el Periódico de España.

Ángeles Castellano.

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