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Astrología y Espiritualidad

CARTA ASTRAL

La carta astral, también llamada, mapa natal, radix, o natividad, es una pseudociencia que aduce la capacidad de determinar rasgos en la personalidad de una persona basado en las posiciones de los astros al nacer. Para ello, se crea un diagrama usado por los astrólogos que representa, desde una perspectiva qué usa la tierra como centro, las posiciones planetarias en signos y las casas astrológicas que ocuparon en determinado lugar (latitud y longitud) y tiempo (hora sidérea local) en relación con la fecha de nacimiento de cada persona, con la finalidad de realizar, bajo un cierto número de técnicas, pseudointerpretaciones psicológicas (basadas en el Efecto Forer) o incluso predecir el futuro del consultante. Establece arbitrariamente doce signos zodiacales de igual duración, pese a que el Sol, desde la perspectiva geocéntrica, pasa por trece de las constelaciones occidentales (se le niega valor a las constelaciones de otras culturas) y con una duración dispar. En rigor, no hay un consenso entre astrólogos sobre una única forma de trasladar la información de los astros a la vida de las personas, por lo que las predicciones de distintos astrólogos pueden contradecirse mutuamente. Presupone un nivel de fatalismo, por el cual una persona no podría librarse de sus rasgos psicológicos o de ciertas tendencias futuras. Al contrario, la psicología moderna considera la personalidad como algo dinámico. También asume, sin proveer demostración más que anecdótica, que dos personas nacidas bajo las mismas influencias, tendrán rasgos comunes entre sí.

Componentes de la carta astral

El diagrama de la carta astral está diseñado bajo la forma de anillos concéntricos divididos en 12 sectores de 30° de amplitud cada uno, que mediante la identificación de elementos y sus relaciones, permiten valorar las situaciones preponderantes en la vida tanto presente como futura del consultante. Estos elementos son:

Los signos zodiacales

Se basa en la división de la Eclíptica en doce sectores de 30° cada uno. Cada sector cuenta con un significado simbólico basado en el concepto del ciclo y en la posición relativa de cada uno dentro del periodo de traslación de la tierra.

Los nombres de los signos del zodiaco corresponden a los mismos usados para designar las 12 constelaciones de la eclíptica, pero que no necesariamente guardan relación con estos, debido a los cambios producidos en el eje terrestre, producto de la Precesión de los equinoccios, y la Nutacion.

Los astrólogos consideran que los signos zodiacales representan el ropaje psicológico que adquieren los planetas por su presencia en ellos. Cada signo tiene unas características o energía dependiendo de la posición de su sector en la eclíptica e históricamente han sido agrupados y clasificados en elementos o energías.

Los signos se clasifican en primer lugar, tomados de dos en dos, en Positivos y Negativos comenzando por Aries, que es positivo, se van alternando. Básicamente, a los positivos se les atribuye extroversión y acción, mientras que a los negativos se les atribuye introversión y pasividad. También se denominan masculinos (los primeros) y femeninos (los segundos).

Si los agrupamos de tres en tres, tendremos las Triplicidades, en las que cada signo está representado por un elemento: fuego, tierra, aire o agua.

Los símbolos de los signos.

Tomados de cuatro en cuatro, tenemos las Cuadruplicidades o cualidades. Según estas, los signos pueden ser: cardinales, fijos o mutables.

Los signos

Aries simboliza el renacimiento y su símbolo representa los cuernos de un carnero.
Tauro simboliza la consolidación y su símbolo representa la cabeza de un toro con sus cuernos.
Géminis simboliza la conciencia concreta y su símbolo representa las estrellas Cástor y Pólux.
Cáncer simboliza la familia y su símbolo representa un cangrejo.
Leo simboliza la fuerza de la vida y su símbolo representa la melena del León
Virgo simboliza el servicio y el trabajo y su símbolo representa la cosecha.
Libra simboliza el equilibrio y la armonía y su símbolo representa la balanza.
Escorpio simboliza la pasión y su símbolo representa al escorpión.
Sagitario simboliza la conciencia superior y su símbolo representa la flecha del arquero.
Capricornio simboliza la sabiduría y su símbolo representa la montaña.
Acuario simboliza la revolución y su símbolo representa el jarrón de los vientos.
Piscis simboliza la disolución y su símbolo representa dos peces.

Los planetas

Los planetas en la astrología son los actores principales dentro del tema de la carta astral, y es necesario advertir que la palabra planeta, en astrología, no tiene el mismo significado que en astronomía. Para los astrólogos la denominación planeta incluye, desde los planetas astronómicos conocidos en el sistema solar (Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) hasta los que por convenciones astronómicas ya no poseen esta definición (Ceres y Plutón), La astrología también incluye una serie de objetos menores como asteroides (Palas, Vesta, Juno) y cometas (Quirón) que junto con los mayores El Sol y La Luna (llamados luminarias) refuerzan la posible interpretación del tema natal.

Símbolos de los planetas.

En astrología cada planeta tiene varios significados,​ dependiendo del área existencial que se enfoque. Los significados son los que siguen:

El sol simboliza la esencia, la personalidad y la forma como enfrentan el mundo.
La luna simboliza la familia, la estabilidad emocional y la imaginación.
Mercurio la mente racional, la inteligencia y la forma de comunicar.
Venus la belleza, las relaciones y la feminidad.
Marte la fuerza, la energía y la masculinidad.
Ceres la nutrición y el renacimiento.
Júpiter el poder, el temperamento, la expansión de la sabiduría y la comprensión.
Saturno la ley, la restricción, la paternidad y la disciplina.
Urano lo original, la revolución o el cambio.
Neptuno la intuición, la disolución y la parte espiritual.
Plutón la capacidad de transformación o regeneración.

Las dignidades

Dependiendo de su emplazamiento en los signos zodiacales, los planetas tienen una serie de afinidades o vinculaciones específicas que son contempladas bajo términos cualitativos y son básicas a la hora de realizar la interpretación de la carta natal. Son, entre otras, la regencia, la exaltación, el detrimento y la caída.

Las casas

Las casas astrológicas son divisiones que se realizan del espacio angular existente entre las líneas del Meridiano local y del Horizonte, tanto sobre el cielo (semimeridiano superior) como bajo la Tierra (semimeridiano inferior). De la intersección de estos ángulos o ejes, resultan cuatro espacios: Horizonte Este, parte visible y parte invisible y Horizonte Oeste, visible e invisible. Cada uno de estos cuatro espacios se subdivide, generalmente, en tres partes, dependiendo del sistema de casas usado, con lo cual se obtienen doce casas. Históricamente ha habido muchos cambios en el sistema de cálculo y se conocen hasta veinte sistemas de división de casas.

La casa comienza en la llamada cúspide (o grado inicial) y se extiende por un sector circular variable hasta la siguiente cúspide.

No todas las casas se consideran igualmente importantes, ya que algunas lo son especialmente, éstas son las 4 casas angulares (las casas asociadas a los signos cardinales) :

La cúspide de la Casa I (o Ascendente), que astronómicamente es el Horizonte Este es un elemento de la carta natal (o Punto sensible) de especial estudio por los astrólogos, ya que determina el planeta regente o gobernador del tema natal, y obviamente también simboliza el ego.
La Casa VII, que es el punto opuesto a la Casa I (Descendente).
La Casa X (Mediocielo o Medium Coeli), que astronómicamente equivale al cenit en el Meridiano local.
La Casa IV, punto opuesto de la Casa X, equivale al nadir en el semimeridiano inferior.

Los aspectos

Los aspectos son las distancias angulares que existen entre dos o más planetas. Indican cómo se relacionan diferentes facetas de nuestra vida de acuerdo a los planetas implicados, así como los signos y casas relacionados con dichos planetas.

Existen aspectos mayores, que son los que resultan de dividir el círculo entre 1 (conjunción), entre 2 (oposición), entre 3 (trígono) y entre 4 (cuadratura). Los aspectos menores son los que resultan de dividir el círculo entre 5 (quintil), entre 6 (sextil), etc.

Los aspectos mayores son los más importantes.

Aspectos mayores:

Conjunción 0º: Unión de fuerzas y cualidades.
Oposición 180º: Dos extremos de nuestra vida en los que hemos de alcanzar el equilibrio.
Trígono 120º: Armonía entre las facetas de nuestra vida relacionadas con los planetas implicados en este aspecto.
Cuadratura 90º: Tensión entre los apartados de nuestra vida relacionados con los planetas implicados. Hay que realizar una tarea constructiva, tomar una disciplina para que la influencia de ambos planetas trabajen de forma correcta. En todos los casos, implica acción y sucesos relacionados con las áreas que conecta. Asimismo, puede manifestarse en el plano físico.
Si la distancia angular entre dos planetas o entre un planeta y un punto sensible no es exactamente la de un «aspecto», es decir, cuando sobra o falta algún grado, se habla de «orbe», término de origen astronómico. En astrología natal se admite que los planetas siguen aspectados incluso cuando el aspecto no es exacto, esto es el orbe, la cantidad de grados que propician la activación de estos aspectos, aunque se pone un límite admitido, dependiendo del planeta y el aspecto que se haga con el planeta. Hay astrólogos muy estrictos y otros que lo son menos. En astrología predictiva (direcciones y progresiones) se suelen admitir orbes más estrechos o exigentes.

Los aspectos se clasifican en benéficos o armónicos y en maléficos o inarmónicos. La primera nomenclatura es arcaica y actualmente se considera en desuso por la mayoría de los astrólogos. La escuela dominante hoy día aboga por considerar que los aspectos inarmónicos (normalmente los derivados de divisiones pares del círculo) provocan más tensión y obligan a superar pruebas, con lo que el beneficio es mayor, aunque se «sufra» más.

Cálculo de la carta astral

Para calcular una carta astral es necesario saber con exactitud la fecha (día, mes y año) y la hora (hora y minutos) del nacimiento de la persona o del evento. También es imprescindible conocer la latitud y la longitud del lugar (tanto del nacimiento como del evento). Si no se conoce la hora o el lugar, es imposible establecer la posición exacta de las casas, las cuales son indispensables para conocer, entre otras tantas cosas, el signo ascendente. La posición de los planetas puede calcularse a partir de las efemérides planetarias sin conocer la hora, porque para la mayoría de ellos basta con saber su posición a 0h de Tiempo Universal, que es como modernamente se publican estas.

El objetivo de los cálculos que siguen es encontrar la llamada A.R.M.C o Ascensión Recta del Mediocielo, o cúspide de la Casa X, para poder situar las casas en el mapa natal.

La hora del evento (nacimiento o cualquier otro) es normalmente Hora Oficial. Hay que restar las horas de adelanto correspondientes (por horario de verano o por ahorro energético).
Se toma la Hora Sidérea (HS) a 0h de Tiempo Universal de unas efemérides planetarias, para el día, mes y año que interese.
Se convierte la longitud del lugar en grados, minutos y segundos en tiempo (horas, minutos y segundos) y se suma a la HS. Si la longitud es Este, se restará. Con esto hemos llegado a la HS para medianoche del lugar para el que se quiere levantar el tema natal.
A este resultado se le suman las horas, minutos y segundos desde las 0h hasta la hora de nacimiento. Con esto obtenemos la HS en el momento del nacimiento o ARMC.
Teniendo la ARMC (cúspide de la Casa X), ya se pueden calcular el resto de las casas mediante la suma de 180° para obtener las opuestas.
Se sitúan los planetas.
Se calculan los grados de diferencia entre los planetas y los puntos sensibles de la carta natal. Los puntos sensibles son los ángulos y los partes arábigos. Si la diferencia de longitud corresponde a un aspecto (+/- un orbe establecido), se identifica esa distancia angular como aspecto.
Se calculan algunos partes arábigos.

Rectificación

Si la hora de nacimiento no se puede obtener, o no es precisa, algunos astrólogos tratan de encontrarla mediante una serie de técnicas conocidas como rectificación. Esto se hace generalmente realizando una lista de eventos importantes en la vida de la persona, y calculando a qué hora del nacimiento daría las progresiones más apropiadas y/o los tránsitos para estas fechas. Otro método, a menudo combinado con el anterior, es buscar el Ascendente que parece describir a la persona con mayor precisión – especialmente en lo que se refiere a la apariencia física. Sin embargo, no todos los astrólogos aprueban los sistemas de rectificación, dado que suelen ser técnicas inexactas.

Horóscopos en público

La validez de los horóscopos que se publican diariamente en la prensa ha sido intensamente debatida por diversos investigadores incluso por aquellos que creen o consideran una influencia planetaria por cada sector. Basados en el hecho de que esta información (la que es publicada regularmente en medios impresos o virtuales) solo se basan en la posición de los planetas y sus aspectos a cada signo en particular, puede que esto solo sea válido para 1/12 de la población que los lee. Haciendo que la credibilidad de todo el sistema planetario sea puesto en duda por la población en general aumentado la cantidad de objetores por cada información errónea o no consecuente a las expectativas o circunstancias de quienes la leen.

Críticas

El interés por los horóscopos y el signo zodiacal ha sido muy popular a lo largo de la historia y hoy. Hay muchos seguidores fieles, desde celebridades hasta el público en general. Con tantos creyentes, y tal vez una conexión personal con el horóscopo o el zodíaco, puede ser difícil aceptar que la astrología no se base en evidencia científica y que se trate de una pseudociencia.​

Críticas de la psicología

Las cartas astrales o los signos del zodíaco se utilizan a menudo para predecir los rasgos de personalidad de un individuo. Sin embargo, el uso de cartas astrales para predecir la personalidad no es válido ni confiable. En un estudio doble ciego que probó la fiabilidad del zodíaco para predecir la personalidad, un astrólogo tuvo que hacer coincidir el signo zodiacal de una persona con su resultado del IPC (Inventario de Personalidad de California). El IPC es un método confiable para determinar la personalidad individual. En un estudio doble ciego, se encontró que los astrólogos no pudieron hacer coincidir correctamente el signo zodiacal con el resultado del IPC más allá de la asignación aleatoria.​ Esto significa que la astrología no es más que una prueba de azar y no es una forma confiable de predecir la personalidad.

Del mismo modo, el signo zodiacal se puede utilizar para crear horóscopos que predicen los eventos que sucederán en la vida de un individuo. Sin embargo, al igual que usar el signo zodiacal para los rasgos de personalidad, usarlo para horóscopos tampoco es confiable. La predicción de un astrólogo para un horóscopo generalmente no está relacionada con la predicción de otro astrólogo.​ Sin embargo, muchas personas todavía creen que su horóscopo se alinea perfectamente con los eventos en sus vidas. Hay algunas explicaciones posibles para esto. Los horóscopos tienen una redacción vaga y se basan en actividades cotidianas comunes. Debido a esto, es más fácil para las personas relacionarse con estas afirmaciones y aumentar su creencia de que es una ciencia real. Además, las expectativas de una persona suelen llevarla a sesgar la forma en que percibe la información, por lo que se confirman sus expectativas. En un estudio, los horóscopos de los participantes se emparejaron con los eventos de su día anterior. Cuando a los horóscopos se les presentó el signo zodiacal del participante, otros participantes tuvieron más probabilidades de informar que el horóscopo coincidía con los eventos del día anterior en comparación con cuando su signo zodiacal no estaba presente. Esto hace que los horóscopos parezcan confiables, cuando no son válidos.

Críticas científicas

Aunque tiene sus defensores, la astrología ha sido rechazada por la comunidad científica. Algunos horóscopos basan sus predicciones en el «movimiento» de las estrellas. Sin embargo, esto es inexacto, ya que las estrellas en realidad no se mueven, sino que parecen moverse porque la Tierra gira sobre su eje y orbita alrededor del Sol. Además, ninguna de las respuestas dadas por la astrología se basa realmente en la ciencia. Según un astrónomo estadounidense, la razón por la que las personas dependen de los horóscopos se explica por un fenómeno psicológico conocido como sesgo de autoselección, que es la tendencia de los seres humanos a buscar interpretaciones o confirmaciones de lo que ya esperan ser cierto.​ Por lo tanto, la razón por la que la astrología puede parecer que funciona es porque nuestros cerebros están conectados para buscar patrones, incluso cuando ninguno existe. Muchos profesionales de la astrología afirman que la astrología es de hecho una ciencia; sin embargo, a pesar de muchos ensayos y experimentos, la efectividad y la evidencia científica de la astrología aún no se han demostrado. En conclusión, la astrología no tiene ningún mecanismo verificable detrás de ella y los astrólogos no siguen ningún tipo de método científico en su proceso, por lo que no se puede clasificar como ciencia.

Crítica cristiana

En el Cristianismo, muchos dicen que la gente no debe usar horóscopos ni practicar astrología en general, citando a Deuteronomio 4:19, Deuteronomio 18:10-12 e Isaías 47:13-14 de la Biblia.​ El evangelista y ministro Billy Graham ha dicho: «Dios hizo las estrellas (así como todo lo demás en el universo), pero pretendía que fueran un testigo de su poder y gloria, no como un medio para guiarnos o predecir el futuro».

Fuente: Wikipedia.

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Astrología y Espiritualidad

Sintoísmo

El sintoísmo o shinto es una religión japonesa cuyos orígenes se remontan al inicio de la cultura japonesa. Sus principios filosóficos constituyen la raíz del pensamiento, la religiosidad y la filosofía del Japón, aunque no sea la religión practicada por la mayoría de la población.

Algunos rasgos de la espiritualidad sintoísta se pueden rastrear ya en el período Yayoi (300 a. C a 300 d. C aproximadamente), cuando las islas estaban habitadas por pequeñas comunidades agrícolas todavía sin escritura. De esa época son los primeros textos, de origen chino, que mencionan poblaciones que practicaban un culto animista.

El sintoísmo se menciona por primera vez en textos japoneses recién en el siglo VIII, cuando ya circulaban por las islas otras religiones orientales, como el taoísmo, el confusionismo y el budismo. En ese contexto, aparece la palabra shinto para diferenciar la religión local, que seguía la vía de los kami, es decir, el camino de los dioses, de las religiones recién llegadas, como el butsudo o vía del Buda.

En la actualidad, es difícil saber qué porcentaje de la población japonesa practica el sintoísmo porque este culto no excluye la práctica de otros credos religiosos como el budismo e incluso el cristianismo. Además, muchos japoneses que se declaran no creyentes participan de las ceremonias sintoístas.

Características

No existe un fundador del shinto ni una persona o figura que encarne sus principios. El sintoísmo es más bien una cosmovisión que fue desarrollando un sistema mitológico a lo largo del tiempo.

No existen libros ni escrituras sagradas que codifiquen las cuestiones dogmáticas o teológicas.
El shinto aparece mencionado por primera vez en fuentes escritas japonesas en dos textos: el Kojiki, una crónica de antiguos hechos del Japón, redactado en 712. Y el Nihonshoki, también del siglo VIII, que recopila hechos de la historia japonesa junto a elementos míticos, documentos literarios, ritos y elementos de la cosmovisión local.
Entiende el cosmos como un espacio animado y habitado por fuerzas vitales espirituales, los kami. Se los conoce como Yaoyorozu-nokami, que significa “los 8 millones de dioses” haciendo referencia a la idea de que son incontables y se debe respetar a todos los elementos de la naturaleza porque cualquier cosa puede ser un kami. Todos los fenómenos son sagrados porque forman parte del principio de la vida.
Un kami no es una divinidad individual o personal. Es la conceptualización de un principio espiritual. Puede manifestarse en una roca, una planta, un animal, o un antepasado familiar, incluso las personas al morir pueden transformarse en kami.

Es una filosofía práctica ética que sostiene la conexión continua con la infinidad de seres que habitan el mundo. Lo natural y lo sobrenatural, lo espiritual y lo corpóreo, lo visible y lo invisible están unidos e interrelacionados.
Practica la búsqueda de la felicidad presente.
La introducción del budismo en el siglo VI modificó algunas concepciones del sintoísmo, como la idea de circularidad, generación y regeneración y también incorporó a este culto la construcción de templos.
Existen algunas ceremonias específicas sintoístas en el calendario japonés pero la práctica se basa en rituales personales como la construcción de altares familiares o las visitas a los templos.

La mitología sintoísta

El mito del origen del shinto narra un mundo caótico en el que el cielo y la tierra no estaban separados y todo era indeterminado e ilimitado.

En un momento, lo puro y claro se dispersó, ascendió y se transformó en cielo, lo pesado y turbio se depositó y se convirtió en la tierra.

Cuando se separaron el cielo y la tierra, en la alta meseta del cielo surgieron los primeros dioses hasta formar un panteón de 5. Estos dioses no tenían forma, género ni sexo, se los llamó Kotoamatsukami, que significa los dioses celestiales distinguidos.

Luego aparecieron siete generaciones de dioses ya con características individuales. De ellos surgió la pareja primordial, el dios Izanagi y diosa Izanami, quienes fueron los responsables de ordenar el mundo.

Los primeros dos hijos de esta pareja eran imperfectos y fueron descartados, de modo que perfeccionaron el ritual de creación y así procrearon los dioses sanos, las 8 islas que forman el archipiélago japonés, los seres vivos y los kami o deidades fundamentales: el mar, los ríos, las praderas, los árboles, etcétera.

Al dar a luz al dios del fuego, Izanami murió quemada y descendió a los infiernos. Y, aunque Izanagi intentó rescatarla del mundo de los muertos, la diosa ya era un cadáver en descomposición y no regresó. Izanagi, entonces, realizó un rito de purificación y del agua surgieron los dioses más importantes: al limpiar su ojo izquierdo, surgió Amaterasu, la diosa solar; de la nariz, Susanoo, el dios del viento, el mar y las tormentas; del ojo derecho, Tsukuyomi, la diosa lunar.

Amaterasu se convirtió en la diosa más importante de la mitología sintoísta y, hasta la finalización de la Segunda Guerra Mundial, en Japón se sostenía que la familia imperial descendía de ella.

Fuente: Enciclopedia Iberoamericana.

Paola Maurizio.

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Taoísmo

El taoísmo o daoísmo (en chino, 道教; pinyin, dàojiào; literalmente, ‘enseñanza del camino’) es una tradición filosófica y espiritual de origen chino la cual enfatiza vivir en armonía con el tao (la ‘vía’ o el ‘camino’).

El tao es una idea fundamental en la mayoría de las escuelas que forman parte de la filosofía china; sin embargo, para el taoísmo es referido como el principio de unidad absoluta, y al mismo tiempo mutable, que conforma la realidad suprema y el principio cosmogónico y ontológico de todas las cosas.​ Así, para los taoístas el tao constituye la fuente, el patrón y la sustancia de todo lo existente.

El Dào Dé Jīng (en chino: 道德經) también conocido como Tao Te King o Tao Te Ching, es el libro que condensa las enseñanzas atribuidas al filósofo Lao-Tse, también llamado Lao Tzu, Lao Zi, Laozi (en chino simplificado y tradicional: 老子; en pinyin: lǎozǐ; literalmente ‘viejo maestro’) o Laocio.[5]​ Y aunque la existencia histórica de tal personalidad aún se debate, el libro es considerado como clave para la tradición taoísta. Junto con el Zhuangzi se consideran los textos clave de la tradición.

Y aunque los valores éticos taoístas varían dependiendo de las distintas escuelas, por lo general tienden a enfatizar el wu wei («la no acción» o acción sin intención), la naturalidad, la simplicidad, la espontaneidad, y sobre todo, los «Tres Tesoros»: 慈 «la compasión», 儉 «la frugalidad», y 不敢為天下先 «la humildad», mientras que pone menos énfasis en las normas y el ritual (en oposición al confucianismo).

El objetivo fundamental de los taoístas es alcanzar la inmortalidad, si bien, a veces no se entiende esta literalmente, sino como longevidad en plenitud. De la misma manera, se decía que las personas que vivían en armonía con la naturaleza eran inmortales. Lao-Tse fue deificado como dios taoísta ―un inmortal― encabezando un enorme panteón de héroes folclóricos., generales famosos y sabios, todos los cuales alcanzaron la inmortalidad. Así como la representación de uno de Tres Puros. Por otra parte, el logro de la inmortalidad a través de la alquimia externa (waidan) y la alquimia interna (neidan) fue un objetivo importante para muchos taoístas históricamente.

Las primeras formas del taoísmo se desarrollaron en el siglo IV a. C., influenciadas por las teorías cosmológicas de la Escuela de Naturalistas y el I Ching. La Escuela de Naturalistas fue una escuela filosófica que sintetizó los conceptos de yin-yang y los Cinco Elementos; Zou Yan es considerado el fundador.​ La primera forma organizada de taoísmo, la escuela Tianshi («Maestros Celestiales») surgió en el siglo II a. C. Xuanxue («aprendizaje profundo», también «neo-taoísmo») fue un importante movimiento filosófico influenciado por el confucianismo, que se centró en la interpretación del I Ching, el Dào Dé Jīng y el Zhuangzi y que floreció durante los siglos III a VI d. C. Los filósofos más importantes de este movimiento fueron He Yan, Wang Bi, Los siete sabios del bosque de bambú, Ge Hong y Guo Xiang.​ Los pensadores como He Yan y Wang Bi se centraron en la naturaleza profunda del Tao, que vieron como mejor ejemplificado por el término «Wu» (nada, no-ser, negatividad).​ Otras escuelas alcanzaron prominencia a lo largo de la historia de China, como la escuela Shangqing durante la dinastía Tang (618-907), la escuela Lingbao durante la dinastía Song (960-1279) y la escuela Quanzhen, que se desarrolló durante los siglos XIII-XIV y durante la dinastía Yuan.

Posteriormente, el taoísmo se mezcló con elementos del confucianismo, el budismo y la religión tradicional china. La forma concreta de religión taoísta que fue llevada a Taiwán en el siglo XVII es típica de esta tradición. La característica más distintiva de la práctica actual es la veneración de los antepasados.

Los conceptos taoístas influyeron en la medicina tradicional china y en distintas disciplinas como el taichí chuan, el chi-kung y diversas formas de artes marciales. Las tradiciones taoístas posteriores también fueron influidas por el budismo chino.

Fundamentos del taoísmo

El Taoísmo establece la existencia de dos fuerzas: una pasiva, otra activa. Yin y yang aparentemente se oponen aunque en realidad se complementan simultáneamente entre sí, es decir que son interdependientes de manera absoluta y funcionan como una unidad. Son el yin (fuerza pasiva/sutil, femenina, húmeda…) y el yang (fuerza activa/concreta, masculina, seca…), representan el dinamismo de la naturaleza, el origen de todas las cosas manifiestas o existentes. No confundir con la dualidad de extremos opuestos e irreconciliables como «bien versus mal». (Véase yin-yang).

El significado más antiguo que existe sobre el tao dice: «Yi yin, yi yang, zhè wei tao», es decir, «un aspecto yin, un aspecto yang, eso es el tao».

Puede ejemplificarse esta concepción a partir del significado de las palabras: literalmente, yang significa ‘la ladera luminosa (soleada) de la montaña’, y yin ‘la ladera oscura (sombría) de la montaña’; entiéndase la idea de montaña como símbolo de unidad. Así, aunque representan dos fuerzas aparentemente opuestas, forman parte de una única naturaleza; siendo representadas en algunas tradiciones igualmente a través de creencias religiosas, tales como los Tres Puros.

La igualdad entre estas dos fuerzas entraña la igualdad de sus manifestaciones consideradas en abstracto. Por ello el taoísta no considera superior la vida a la muerte, no otorga supremacía a la construcción sobre la destrucción, ni al placer sobre el sufrimiento, ni a lo positivo sobre lo negativo, ni a la afirmación sobre la negación.

Las cosas cotidianas e insignificantes tienen un significado mucho más profundo del que nosotros le damos.

Por otro lado el Tao no puede definirse como una «fuerza conciliadora», aunque efectivamente esa es una de sus expresiones, el Tao por naturaleza es indefinible, indescriptible e inalcanzable por el pensamiento humano. Es lo primero que el Tao te king enseña:

El Tao que puede ser nombrado no es el Tao eterno. El nombre que puede ser pronunciado no es el nombre eterno.
De manera que aunque el Tao es trascendente eterno, inconmensurable e indescriptible, antecede a la multiplicidad, lo contiene y lo sustenta todo también es inmanente y se encuentra presente en la pluralidad de todas las cosas impermanentes:

Del clásico taoísta Tao Te Ching, se sostiene que:

«El Tao produjo Uno (Wuji produjo Taiji); Uno produjo Dos (Taiji produjo el Yin y Yang); Dos produjo Tres (la multiplicidad); Tres produjo los «10000 seres» (Todas las cosas y seres existentes)». (Cap. 42)
Por lo tanto Lao-Tse distingue dos aspectos del Tao, por un lado está el Tao Eterno e indescriptible, y por otro lado está el Tao como lo impermanente manifestado como existencia. Del Tao eterno no se puede hablar ya que su naturaleza es incognoscible y trasciende la capacidad de comprensión humana, pero del Tao como manifestación o existencia si se puede hablar y es desde allí que se construye el taoísmo filosófico. Sin embargo ambos aspectos del Tao son inherentemente inseparables, son una misma realidad.[14]​

Lo innombrable es el principio del cielo y de la tierra.Lo nombrable es la madre de las diez mil cosas.

Sin deseos se puede ver el Misterio;

Con deseos se puede ver sus manifestaciones.

Los dos brotan de la misma fuente, pero tienen diferentes nombres para una misma realidad.

Para este «algo» eterno no existe nombre, dado que los nombres derivan de experiencias; finalmente, y por necesidad de ser descrito o expresado, se manifiesta en la existencia y se lo denominó tao, que significa ‘camino’ o ‘sendero [recto o virtuoso]’ que conduce a la meta.

Cuando Lao-Tse habla del tao en su aspecto trascendente procura alejarlo de todo aquello que pueda dar una idea de algo concreto. Prefiere encuadrarlo en un plano distinto a todo lo que pertenece al mundo. Porque el tao es como el espacio vacío para que se manifieste el todo. «Existía antes del Cielo y de la Tierra», dice, y, efectivamente, no es posible decir de dónde proviene. Es madre de la creación y fuente de todos los seres.[15]​

Algo formado confusa y misteriosamente,Nacido antes que el Cielo y la Tierra.

En el silencio y en el vacío, Solo e inmutable, Siempre presente y en movimiento,

Quizás sea la madre de las Diez Mil Cosas. No sé su nombre, Llámalo Tao.

A falta de una mejor palabra, lo llamo lo grande.

El tao tampoco es temporal o limitado; al intentar observarlo, no se lo ve, no se lo oye ni se lo siente. Es la fuente primaria cósmica de la que proviene la creación. Es el principio de todos, la raíz del Cielo y de la Tierra (la madre de todas las cosas). Pero si intentamos definirlo, mirarlo u oírlo, no sería posible: el tao regresa al no-ser, ahí donde es insondable, inalcanzable y eterno.

Todas las cosas bajo el Cielo gozan de lo que es, lo que es surge de lo que no es y retorna al no-ser, con el que nunca deja de estar ligado.

El tao del no-ser es la fuerza que mueve todo lo que hay en el mundo de los fenómenos, la función, el efecto de todo lo que es: se basa en el no-ser.

El mundo de los seres puede ser nombrado con el nombre de no-ser y el mundo de los fenómenos con el nombre de ser. Las diferencias recaen en los nombres, pues el nombre de uno es ser y el del otro, no-ser, pero aunque los nombres son distintos, se trata de un solo hecho: el misterio desde cuyas profundidades surgen todos los prodigios.

Al encontrar el camino que conduce de la confusión del mundo hacia lo eterno, estamos en el camino del tao.

El taoísmo excluye el concepto de ley y lo sustituye por el de orden. Es decir, las cosas son de determinada manera debido a que su posición en un universo en permanente movimiento les confiere una naturaleza que las obliga a ese comportamiento. Así lo explica Dong Zhongshu, filósofo chino del siglo II a. C.:

Cuando se vierte agua en el suelo, esta evita las partes secas y va hacia las que están húmedas. Si dos troncos se colocan en el fuego, este evita el mojado y enciende el seco. Todas las cosas rechazan lo que es distinto y siguen lo que es igual.
Del mismo modo, las cosas hermosas llaman a otras cosas en la clase de las hermosas, las repulsivas llaman a otras en la clase de las repulsivas. Esto proviene del modo complementario en que se corresponden las cosas de la misma clase. Las cosas se llaman unas a otras, lo igual con lo igual; un dragón trayendo lluvia; un abanico apartando el calor; el sitio donde ha estado un ejército, llenándose de zarzas… Las cosas, hermosas o repulsivas, tienen todas un origen. Si se cree que construyen el destino es porque nadie conoce dónde está su origen. No hay ningún suceso que no dependa para su inicio de algo anterior, a lo que responde porque pertenece a la misma categoría, y por eso se mueve.
Tao es el nombre global que se da al orden natural. El objetivo del tao es enseñar al hombre a integrarse en la naturaleza, enseñarle a fluir, a integrarse en sí mismo en concordancia y armonía. El tao no es un creador porque nada en el mundo se crea ni el mundo es creado. Enseñar a compenetrarse con esta naturaleza y armonía de tal modo que llegue a experimentar en su propio cuerpo sus ritmos vitales. Sintonizándose el cuerpo humano mediante una serie de ejercicios con estos ritmos, ganando así serenidad mental y energía física.

A principios del Siglo IV a. C. los filósofos chinos escribían sobre el yin y el yang en términos relacionados con la naturaleza.

Observando de la perspectiva del tao, se ve cómo todas las cosas se elevan, se vuelven grandes y luego retornan a su raíz. Vivir y morir es simplemente entrar y salir[cita requerida]. Las fuerzas de la mente no tienen poder sobre quien sigue el tao. El camino del no-ser lleva a la quietud y la observación, y conduce de lo múltiple al uno. Para poder recorrer ese camino hace falta preparación interna. Mediante la práctica espiritual[cita requerida], la perseverancia, el recogimiento y el silencio se llega a un estado de relajación[cita requerida] que debe ser tan sereno que posibilita la contemplación del ser interior, el alma, y así se logra ver lo invisible, escuchar lo inaudible, sentir lo inalcanzable.

Una historia representativa del pensamiento taoísta sería la siguiente: (Adaptado a partir de Las religiones del mundo, de Huston Smith).

El caballo de un campesino se escapó. Ante la conmiseración de su vecino, el campesino le dijo: «¿Quién sabe si es bueno o malo?». Y tuvo razón, porque al día siguiente el caballo regresó acompañado de caballos salvajes con los cuales había trabado amistad. El vecino reapareció, esta vez para felicitarlo por el regalo caído del cielo, pero el campesino repitió: «¿Quién sabe si es bueno o malo?». Y otra vez tuvo razón, porque al día siguiente su hijo trató de montar uno de los caballos salvajes y se cayó, rompiéndose una pierna. El vecino volvió a mostrar su pesar, y recibió nuevamente la anterior pregunta: «¿Quién sabe si es bueno o malo?». Y el campesino tuvo razón una cuarta vez, porque al día siguiente aparecieron unos soldados para reclutar al hijo, pero lo eximieron por encontrarse herido.

Lejos de una amoralidad o de una moralina latitudinaria, el taoísmo preconiza la armonía, allí está el equilibrio, un absoluto sobre las relatividades.

Esta ética se refleja en el arte.

Al llegar el budismo a China, el contacto entre el budismo y el taoísmo produjo entre otros efectos la escuela religiosa y filosófica budista Chán (sinización de la palabra sánscrita dhyana, que significa: meditación) y, esta, al pasar a Japón originó el zen.

El taoísmo influyó en numerosas áreas del conocimiento como la medicina y ciertas escuelas de meditación, e incluso las artes marciales. Existe un paralelismo en ciertas concepciones del taoísmo con el Tantra, en especial la visión del mundo como un ecosistema, y la consideración de una vía de iluminación dentro del acto sexual.

El gran taoísta Lin An define el camino de la felicidad de la siguiente manera:

La gran mayoría de las personas,qué vacías y mal se sienten, porque usan

las cosas para deleitar su corazón, en lugar de usar su corazón para disfrutar de las cosas.

Características y elementos principales

Lao-Tse: Siglo VII a. C., obra principal Tao te ching.
Preconiza: Armonía del hombre con el tao, al curso etéreo y dialéctico de los acontecimientos.
Reprueba: La guerra, la resignación, la codicia, los prejuicios, los convencionalismos, los tabúes, la desigualdad, la sumisión, el sometimiento dogmático a normativas absolutistas o preconceptos prejuiciosos (lealtad filial, nacionalismo, legalismo, sumisión al culto, etc.).
Preceptos: No posee un dogma al cual los fieles deben limitarse.
Virtudes: Piedad, magnanimidad, abnegación, bondad, sacrificio personal, plantar árboles (entregar algo a la naturaleza u otros humanos), hacer caminos (en los mismos modos que los árboles), ser introspectivo, ser analítico, contemplativo y meditativo, fomentar la honestidad y la equidad, enseñar al que no sabe.

Subdivisiones

Las dos principales «ramas» del taoísmo son el taoísmo religioso y el taoísmo filosófico.​ Mientras el primero hace énfasis en aspectos rituales, ceremoniales y espirituales, el segundo tiene una aproximación más laica. Sin embargo algunos autores cuestionan esta división y consideran que es artificial. Algunos taoístas filosóficos consideran que su posición «purga» al taoísmo de elementos rituales y religiosos que no eran propios del taoísmo original.

Además cada una de estas dos vertientes se encuentra a su vez subdividida entre múltiples órdenes y escuelas de pensamiento.

Historia

Los siete sabios del bosque de bambú, bordado, 1860-1880
Las raíces del taoísmo se pueden rastrear hacia el siglo IV a. C. El taoísmo temprano retomó las nociones cosmológicas de la Escuela del Ying-Yang (Naturalistas) y fue profundamente influenciada por uno de los más viejos textos de la cultura China, el I Ching, el cual expone un sistema filosófico acerca de cómo se debe mantener el comportamiento humano en concordancia con los ciclos alternos de la naturaleza. El miembro de la escuela «Fajia» o «Legalista» Shen Buhai (c. 400 a. C. – c. 337 a. C.) pudo también haber sido una gran influencia al poner en práctica en el ámbito de la política el concepto del wu wei.

El taoísmo filosófico se desarrolló a partir de los escritos de Lao-Tse y Zhuangzi. Según la leyenda china, Lao-Tse vivió durante el siglo VI a. C. y tradicionalmente se fecha en ese siglo la redacción del Dàodéjing, aunque según algunas investigaciones actuales es bastante posterior.

Siglo IV a. C.-siglo II a. C.: influye en la alquimia, la medicina tradicional china, la magia y la adivinación, por lo que se convierte en culto popular. Posteriormente influyó en las artes marciales, con sus conceptos de chi aplicados tanto a la salud como al combate, surgiendo así diversos estilos de kungfú taoísta (principalmente en la montaña Wudang), y también disciplinas como el chi kung y el taichí.
Siglo II d. C.: el sacerdote imperial Zhang Daoling es el primer pontífice del taoísmo como religión; sincretiza la religión tradicional china con el taoísmo, para renovar el culto religioso imperial e imponer su forma de taoísmo teísta como doctrina de culto; esta interpretación religiosa es considerada por algunos contraria a la ideología taoísta original netamente filosófica que proponían Lao-Tse y Zhuangzi.
1927: El pontificado imperial, es abolido por el gobierno chino.
Promete la inmortalidad, en su sentido religioso como forma de vida eterna, pero en su sentido filosófico como alegoría de un concepto ontológico impulsor de la autosuperación.
Observación fundamental: Alcanzar la inmortalidad, longevidad en plenitud, las personas que viven en armonía con la naturaleza son inmortales.
Lao-Tse es deificado como inmortal taoísta (héroes folclóricos, generales famosos y sabios), tomándose como tal esta idea de las deidades solo por los seguidores del taoísmo religioso, siendo tales alegatos rechazados por el taoísmo filosófico.
Se mezcló con elementos del confucionismo, budismo y creencias locales (taoísmo religioso), formando un sincretismo religioso que algunos consideran incompatible con los conceptos originales del Tao te king de Lao Tse.
Lo nuevo: adoración de los antepasados, solo es aceptado por el taoísmo religioso; pero no está asimilado por el taoísmo filosófico.

Textos taoístas

Dào Dé Jīng (también conocido como Tao Te King o Tao Te Ching), es el libro principal Taoísta que condensa las enseñanzas atribuidas al filósofo Lao-Tse.
Igualmente otros textos destacados del Taoísmo son:

Hua Hu Ching, texto taoísta escrito o compilado en el siglo IV por un taoísta chino llamado Wang Fu, aunque también atribuido tradicionalmente a Lao-Tse; se considera como un complemento al texto Dào Dé Jīng.

Wen Tzu (Wenzí), texto taoísta escrito hace más de dos mil años, conocido como la «comprensión de los misterios del Tao», que es atribuido a un discípulo de Lao Tse, (quién habría recogido directamente las palabras del maestro); es un escrito que presenta las enseñanzas del Tao Te King, como una forma de continuación del mismo, al penetrar en la comprensión del misterio del Tao descritos en el Tao Te King.

Zhuangzi, uno de los dos textos fundacionales del Taoísmo – junto con el Dàodé jīng (Lao-Tse) – y generalmente es considerado como uno de los escritos taoístas más importantes para la enseñanza del Tao.

Lie Zi, texto Taoísta atribuido a Lie Yukou (Lie Zi), a quien se considera un personaje legendario. Generalmente es considerada la más práctica de las obras taoístas principales, frente al más filosófico Dàodé jīng o al más poético Libro de Zhuangzi.

Qingjing Jing, literalmente ‘Clásico de claridad/pureza y quietud/tranquilidad’) es un clásico texto breve taoísta de autor anónimo escrito en la dinastía Tang, el cual combina temas filosóficos del Tao Te Ching con la forma de presentación lógica presente en los textos budistas; y con una forma literaria que recuerda al Sutra del corazón. Instruye a los estudiantes del Tao a practicar la eliminación del deseo para cultivar la pureza espiritual y la quietud del Tao.

Tai Yi Jin Hua Zong Zhi, texto Taoísta que se enfoca en las prácticas taoístas para refinar la esencia y transformar el qi, mediante la meditación. Para ello se ocupa de describir un método para aliviar los pensamientos y ejercitar el qi, abogando por la abstinencia y reduciendo las actividades conscientes, para evitar la «fuga de la conciencia». En su esencia postula que hay dos cosas intangibles en los seres humanos, «espíritu primitivo» y «conciencia del espíritu». Su versión más conocida es la traducción realizada por Richard Wilhelm, conocida como El secreto de la flor de oro.

I Ching, libro oracular chino cuyos primeros textos presentes se suponen escritos hacia el 1200 a. C. Su contenido original es de procedencia taoísta, pero igualmente es considerado como uno de los Cinco Clásicos confucianos.

Fuente: Wikipedia.

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Astrología y Espiritualidad

HINDUISMO

El hinduismo es la religión que profesan y practican la mayoría de las personas que viven en India y Nepal. También se da entre poblaciones significativas fuera del subcontinente y tiene más de 900 millones de seguidores en todo el mundo. Se puede decir que el hinduismo es la religión viva más antigua del mundo, o al menos los elementos que se encierran dentro de ella se remontan a muchos miles de años atrás. A diferencia de la mayoría de las demás religiones, el hinduismo no tiene un solo fundador, ni una sola escritura, ni un conjunto de enseñanzas común. A lo largo de su extensa historia, han surgido un gran número de figuras clave que enseñan diferentes filosofías y escriben numerosos libros sagrados. Por estas razones, los escritores a menudo se refieren al hinduismo como una forma de vida o como una familia de religiones en lugar de definirlo como una sola religión.

Historia del hinduismo
La palabra hinduismo proviene del idioma persa hindú, que era la manera en que los persas pronunciaban el nombre del río Sindhu. El hinduismo tiene su origen en los años 3000 y 2000 antes de Cristo. Se originó cuando en India, se dio una mezcla de creencias religiosas. Inició con la creencia de que los dioses eran elementos que se encontraban en la naturaleza. Tiempo después, apareció la deidad llamada “brahmán”. Tiempo antes que Jesucristo naciera, una escritura hindú llamada  Bhagavad Gita, surgió dando origen a la veneración de los dioses como único medio para lograr la salvación. El hinduismo se dividió entonces en dos diferentes corrientes: una que se centraba en todas las cosas, y otra que se centró en la dedicación de la vida a los dioses.

Fundador
El hinduismo como religión surgió en la India hacia el año 1750 a.C. No se tienen datos sobre un único fundador, o de profetas de la religión o de una estructura institucional que la resguardara. Se considera que los pueblos arios que invadieron la India trajeron en su cultura y con ella a los primeros dioses.

Características del hinduismo

Sus principales características son:

Es una religión originaria de la India, llena de religiosidad y expresiones culturales.
Tienen una gran cantidad de ritos, pensamientos y diferentes actitudes en cuanto a la religión.
Creen profundamente en la reencarnación.
El ser absoluto o la divinidad se puede expresar por medio de diferentes manifestaciones.
Practican la ley de causa y efecto.
Creen en el karma, y se refieren a ella como que toda acción en la vida tiene un efecto.
Creen en el dharma, la responsabilidad y las obligaciones que se adquieren en la vida.
El ser esencial se conoce con el nombre de Atman.

Símbolos del hinduismo

Om o Aum: Es el símbolo mayormente reconocido a nivel mundial y su sonido se utiliza en la meditación. Es la primera palabra de una plegaria y simboliza el universo y la realidad. Representa los tres aspectos de Dios: el Brahma, el Vishny y el Shiva.
La Esvástica: Es un signo de suerte y fortuna. Esta variación de la cruz estuvo presente en el antiguo hinduismo y se utiliza para representar la honestidad, la verdad, la pureza y la estabilidad.
Sri Yantra: Tiene nueve triángulos entrelazados que se irradian desde un punto central. De los nueve, los cuatro triángulos en posición vertical representan el lado masculino o Shiva; mientras que los cinco triángulos invertidos representan lo femenino o el Shakti.
Tilaka: Símbolo que se coloca normalmente en la frente de un devoto del hinduismo.
Rudraksha: Árbol del cual se dice que sus semillas azules representan las lágrimas de Shiva, el Destructor.
El Loto: Es una planta que representa la creación y se usa para simbolizar el Vishnu, el Brahma y el Lakshmi.

Dioses

Brahma, el Creador: Es la primera divinidad del hinduismo.
Vishnu, el Preservador: Representa el orden, la paz, y el amor
Shiva, el Destructor: Simboliza el otro lado del universo respecto a Vishnu, o sea, la muerte y la guerra.
Lakshmi, la Fortuna: Es a diosa de la fortuna y la belleza, muy venerada en hogares y negocios.
Krishna, morador de corazones: Está dotado de amor y tiene el poder de destruir el dolor y los pecados.
Ganesha, el dios de la inteligencia.

Ritos

Uno de los ritos principales se da en los templos, donde los sacerdotes se encargan de llevar todos los días ceremonias de ofrendas. El nacimiento y la primera vez que los niños se alimentan con sólidos es muy importante. El rito del primer corte de pelo en los niños y la purificación luego de la llegada de la menstruación. Tienen ritos para el matrimonio y bendición para las mujeres embarazadas, para que puedan tener hijos varones. Tienen altares o templos domésticos en un lugar de las casas que ha sido consagrado para la oración. Acostumbran a encender una lámpara de aceite y hacen ofrendas de luz y de incienso a los dioses. La base de los ritos son las ofrendas.

Libro sagrado

Se conoce con el nombre de Vedas a los cuatro textos más antiguos de la literatura india. El RigVeda, consta de 1.028 himnos dedicados a un panteón de dioses. Al Rig-Veda le fueron agregados otros dos Veda, el Yajur-Veda o el libro del sacrificio y el Sama-Veda que contiene los himnos. El cuarto libro, el Atharva-Veda que es una colección de hechizos mágicos. Los Veda son considerados normas reveladas, y no pueden ser alterados ni siquiera en una sílaba.

Líder

El hinduismo no tiene un líder en común, pues los pueblos que la practican adoran y veneran a una gran cantidad de diferentes dioses.

Representantes
Algunos de los principales representantes son:

Patanjali: Fundador de uno de los seis darsana: el del Yoga basado en el Samkhya.
Sankara: Principal representante del advaita-vedanta en su tiempo (788-820 d.C.), que se le vio como una encarnación de Siva.
Swami Ramalinga: Describió la ciencia de la inmortalidad en su filosofía conocida como El sendero perfecto a Dios.
Ramana Maharisi: Uno de los máximos representantes del advaita-vedanta de la India moderna.
Shivananda: Maestro de espiritualidad.

Países donde se practica el hinduismo

, Nepal, India.
Bangladés, Bután, Pakistán, Guyana, Singapur, Sri Lanka.
Arabia Saudita
Birmania
Costa Rica
Estados Unidos
Indonesia
Malasia
México
Panamá
Reino Unido

Fuente: Euston.

Gabriela Briceño V.

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