Televisión
Paco Cabezas y Nerea Barros entran en ‘La red púrpura’: “Hay que tener cierta elegancia y no caer en la pornografía”

“Pocas veces he hablado de algo de lo que esté orgulloso”, afirma Paco Cabezas, exultante ahora que se estrena La Red Púrpura en Atresplayer. La segunda entrega de la saga literaria del colectivo Carmen Mola es en palabras del cineasta “la que me hizo hacer esta serie”, que comenzó hace un año su andadura con La Novia Gitana. Ahora, el sevillano no esconde su satisfacción por el producto final, sin miedo incluso a la hipérbole: “Si la primera era El Padrino, esta es El Padrino II”, llega a decir en un encuentro con prensa, en el marco del Festival de Cine de San Sebastián.
A su lado, Nerea Barros también comparte el entusiasmo por el trabajo conjunto. La actriz afirmaba en la rueda de prensa del proyecto su convencimiento de que Elena Blanco era el personaje de su carrera. A juzgar por cómo habla de la experiencia, lo es no solo por los niveles de capas que le permite descubrir el rol, sino por el propio trabajo creativo que se ha desarrollado con Cabezas. “Nunca jamás con Paco he tenido que llegar a una secuencia y tener una marca. Primero se trabaja el espacio y la secuencia, vemos qué queremos hacer ahí, lo sentimos y, cuando lo tenemos claro, entra el director de foto y se empieza a hablar de luz”, afirma la ganadora de un Goya a mejor actriz revelación por La isla mínima. “Esa forma de trabajar hace que eso surja así”.
Y así surge La red púrpura, una adaptación que no tiene miedo a distanciarse progresivamente de la matriz literaria y que, como también remarcaron ambos en la puesta de largo del producto, tampoco tiene temor alguno por » enfangarse «. En este caso, la búsqueda de la inspectora de su hijo desaparecido, integrado en esa peligrosa red que comercializa con la muerte a través de retransmisiones de crímenes, le permite al director hablar sobre algo que le preocupa sobre manera.
“No podemos controlar lo que nuestros hijos ven: en el primer capítulo vemos a un adolescente viendo un viendo en el que torturan y asesinan a una persona. Al fin y al cabo nuestros hijos están viendo vídeos pornográficos sin ningún tipo de control; hay violaciones grupales… ¿Por qué está pasando? Tal vez no estamos controlando lo que está pasando en la sociedad”, reflexiona el realizador.
Precisamente esa escena inicial del primer episodio plantea ya dudas sobre cómo representar la violencia, especialmente para un director que nunca ha tenido remilgos en sumergirse en universos tenebrosos (de Carne de neón y Tokarev a sus incursiones en American Gods). El realizador expone su filosofía, partiendo del ejemplo de Tiburón de Spielberg, cuya aleta sugería un horror mayor que el que encerraba la imagen concreta del escualo. “Hay que tener cierta elegancia en lo que estás contando y no caer en la pornografía. A la vez, como director no quiero marcarme un límite”.
El año pasado hicisteis un trabajo muy intenso de promoción de ‘La novia gitana’, encomiando a la audiencia a verla y prometiéndole un gran impacto. Un año después, llega ‘La red púrpura’, su continuación, con las expectativas bien altas y con pleno conocimiento de causa por parte del público. ¿Cómo abordáis esa expectativa? ¿Cómo de fuerte es el regreso al universo narrativo?
PACO: Es difícil de explicar. Aunque adoro la primera temporada, cuando hemos visto la segunda, lloraba como una magdalena por lo emocional que es y lo potente que es el final. Me han llamado los jefazos de Antena 3 para decirme que estaba de puta madre la temporada. Y yo estaba en plan: ‘Ya, ya…’ [risas]. Realmente es increíble cómo puede estar mejor que la primera. Si la primera era El Padrino, esta es El Padrino II.
Realmente es una serie que creo que hablaba de temas muy potentes, de cosa que no se suelen hablar en las series, como la violencia y de los hijos, de cómo se puede querer a un hijo y que se convierta en un monstruo, qué hacer con un hijo que va por un camino por el que no puedes detenerle… Son mil cosas que están pasando en la sociedad y que contamos de manera metafórica. Es una manera de impactar en la sociedad. No podemos controlar lo que nuestros hijos ven: en el primer capítulo vemos a un adolescente viendo un viendo en el que torturan y asesinan a una persona. Al fin y al cabo nuestros hijos están viendo vídeos pornográficos sin ningún tipo de control; hay violaciones grupales… ¿Por qué está pasando? Tal vez no estamos controlando lo que está pasando en la sociedad. Habla de temas muy actuales, muy potentes, y lo hace como un thriller superpotente, pero trayendo cosas a la platea de las que no se suele hablar en la sociedad.
¿Sentíais la presión por igualar el buen rendimiento de la primera parte?
PACO: De manera orgánica no lo he pensado demasiado, porque conocemos a los personajes, estamos tan enganchados a la historia… Las dos temporadas se han rodado muy juntas. Nerea se quitó el vestuario y a los dos o tres meses estaban otra vez. No nos dio tiempo a reflexionar demasiado, en el mejor sentido de la palabra. No dio tiempo a que diera miedo. Recuerdo que cuando leí las dos novelas, la segunda es la que me enganchó muchísimo, la que me hizo hacer esta serie. La primera me encantó, pero la segunda era… Hostia. No nos ha dado mucho miedo, al contrario. Era encontrarse con una familia. Era muy bonito el rodaje. Oscurísimo y violentísimo, pero pensaba: ‘Qué bien me lo estoy pasando’.
NEREA: Era muy oscuro todo. Yo todo el rato me peleaba con los de cámara, con el directo de fotografía. ‘Ya me estás poniendo un negro’. Nunca he tenido una luz blanca para darme. Todo negro, negro, negro… Pero es cierto. Pocas veces me ha pasado. En películas hay gente que se implica, otros que no y lo ven más como un curro, se van y se trasladan a otro… En esta serie, ya ocurrió el año pasado, pero todos están superimplicados. No paro de recibir mensajes de todo el mundo de que se estrena ya. Todo el mundo, desde alguien de dirección y producción a los cámaras. Hay algo muy bonito de familia, a pesar de contar las barbaridades que contamos.
PACO: Es una serie muy bestia a muchos niveles. Mira que he hecho cosas: Penny Dreadful, series americanas como American Gods, que tiene mucha violencia y muy pictórica. Pero nunca he llegado al nivel que llega esta serie. Yo me decía: ‘Esto no puede ir más allá. Es imposible ir más allá de donde estoy yendo’. Todo ello sabiendo que estás contando una historia muy emocional, y muy importante, quiero pensar. Estoy deseando que la gente lo vea para ver hasta dónde hemos llegado.
Nerea: como actriz, ¿a qué nivel has sentido volver a meterte en la piel del personaje?
NEREA: Algo positivísimo en esta segunda parte, en la que ya no está la trama como en la primera fuera de la BAC y que la BAC investiga, es que es la BAC y lo que ocurre con la búsqueda del hijo de Elena. Esto hace que se desarrolle mucho más cada uno de los personajes. Como espectador no solo empiezas a empatizar con Elena, que ha costado una barbaridad porque es la antiprotagonista, sobre todo siendo una mujer, y que no sonría y esté contenida es muy extraño y genera un tipo de rechazo hasta que vas entendiendo hacia el final lo que le pasa. En esta temporada hay una evolución absoluta: Elena se rompe, se desestructura con mucha más facilidad. Los eventos que ocurren la van modificando continuamente, la BAC se rebela, empiezas a entender a cada personaje: ves partes de Orduño, de Mariajo… A todos les pasan cosas. Es muy rica.
PACO: Una cosa que estaba pensando ahora es que es una serie muy feminista. Los tres personajes femeninos son los más activos, los que hacen que avance la trama todo el rato (Elena, Chesca y Mariajo), los masculinos de alguna forma son más parados. Detienen el tren de la BAC, porque se replantean las cosas que están haciendo. Las mujeres van tirando adelante. Estoy muy contento de haber contado una serie en la que los personajes femeninos son el tren dramático que tira hacia delante.
Decías que con la primera temporada querías trasladar lo que habías aprendido en tus años en América, especialmente en el tratamiento de la violencia en plano. ¿Había, de cara a esta segunda temporada, alguna asignatura pendiente, algo que quisieras plasmar de tus años fuera y que no hubieras visto en nuestra televisión?
PACO: Sí. Hay muchas set pieces de acción, mucho más grandes de las que hicimos en La novia gitana. Tienen una onda muy French Connection, con muchas escenas de vigilancia, con personajes hablando los unos con los otros, tratando de encontrar y cazar a alguien. Hay un elemento muy de los setenta, que a mí me flipa, como de French Connection y de La conversación de Coppola. Esto es muy friki: La conversación empieza con un plano de zoom lentísimo… y verás que en el capítulo 2 está exactamente ese zoom [risas].
No soy muy consciente de las referencias. Es una cosa muy graciosa. Estoy tan contento del lugar en el que estoy como contador de historias, tan cómodo, que no referencio otras películas, ni pienso en otras. Hemos encontrado algo muy bonito y queremos mostrárselo al público. Lo mismo con la música: toda la banda sonora de La red púrpura es también flamenco pero le hemos metido un componente electrónico, como está pasando en la realidad, con El niño de Elche o Rosalía. Ahora tenemos dos series completas con música flamenca. A mí me flipa que podamos hacer eso y que la gente lo pueda disfrutar.
Contando temas tan duros como decía que se abordan, ¿cuesta desconectar durante el periodo de rodaje de lo que ocurre en el set? ¿Tenéis algún mecanismo para ello?
NEREA: Yo, deporte. Es cierto que no he tenido tiempo para hacer los deportes que me gustan, que son ir al mar, donde me limpio entera, pero iba con el carver a rodaje, en monopatín. También es cierto que, como dice Paco, es muy duro pero me siento una privilegiada estando con vosotros, pudiendo hacer lo que hago.
PACO: Hablar de algo de lo que uno está orgulloso marca mucho la diferencia. Yo pocas veces he hablado de algo de lo que esté orgulloso. Siempre está la opción de pensar: ‘Pero realmente está esto tan bien?’. De verdad, estamos muy orgullosos.
¿Cómo era entonces el ambiente en el set?
NEREA: En el propio rodaje, ha crecido la familia, está todo el mundo implicado, y no suele pasar siempre. Todo el equipo era muy fan de lo que pasaba, siempre. No veías a ninguno bostezar, que pasa y lo entiendo, es normal. Y no. Estaban siempre ahí: veías a gente contigo emocionada. Todos sabemos lo que nos cuesta. Como actriz hablaba mucho con Lucía y con Mona: cómo trabajamos esto que es tan loco y tan duro, pero buscando organicidad a cada cosa. Qué hacemos y por qué pasa esta locura, cómo ha llegado hasta ahí y cómo lo afrontas. Intentando ser lo más honestas posibles, disfrutando y queriéndonos en cada momento.
PACO: Hemos tenido casos de nuevos como Roberto Álamo, que hace la entrada. Yo me decía: ‘Hostias, Roberto Álamo, a ver este hombre…’. Y recuerdo que el segundo día de rodaje fui con la guitarra al camerino y nos pusimos a cantar juntos; él canta muy bien, pero le da vergüenza. Y ya empezamos a entendernos desde ese momento. A él le encantaba el personaje, que es una especie de animal encerrado, un asesino. Alguien criado como si fuera el Azarías de Los santos inocentes, pero convertido en asesino. Lo disfrutó tanto… Decía: ‘Me están dando un personaje que no me habían ofrecido nunca, tan brutal, y me están dando libertad’. Hay unas escenas entre él y el niño, el hijo de Elena, con las que dices: ¡¿Cómo estamos haciendo eso?’ Viendo el monólogo yo, desde el monitor, me decía: ‘Madre de dios, lo que estamos haciendo… Alguien debería detenernos en algún momento’ [risas].
Volvéis a San Sebastián, al festival de cine, con la segunda temporada. ¿Cómo veis ahora mismo los límites entre cine y ficción televisiva?
NEREA: Por eso hablo del privilegio de la serie. Normalmente, una película la tienes y se acaba; aquí, puedes disfrutar haciendo una peli, y peli, peli, peli, parón… Y peli, peli, peli. Rodamos una película, no hay diferencia
PACO: El acabado es de peli. Y pasa una cosa muy bonita: en las series, algo que ocurre es que cuando llega la segunda temporada le has cogido mucho cariño a los personajes, y cuando los vuelves a ver es como encontrarte con un viejo amigo, cosa que en las películas no pasa, es otra energía. Aquí te reencuentras con la BAC y el gustazo como creador era que no necesitaba presentar nada más, no tengo que presentarles porque ya les conocemos. Ahora podemos disfrutar las relaciones, lo que les va a pasar, cómo van a sufrir, cómo las pasan putas. Es muy bonito que en esta temporada pasan muchísimas cosas, más que en ninguna otra, lo mejor para el espectador es la conexión emocional con todos los personajes y cómo vamos en ese viaje emocional. Es lo que disfruto de series como Succession.
Como director, ¿sientes algo diferente a nivel técnico o de dirección de actores?
PACO: En ningún caso. He tenido menos tiempo y más presión trabajando en una película como Mr. Right, con Sam Rockwell y Anna Kendrick. En esa película íbamos con menos presupuesto y menos tiempo y más corriendo que aquí, donde haces las cosas con más calma y más cariño. El cine independiente no es como antes. Ahora incluso tienes más tiempo con las series. No ya a tiempo de contar, que lo tienes, sino a tiempo de rodar.
NEREA: Paco al principio revolucionaba todo, porque es un director que ensayamos en rodaje. Trabajamos mucho los personajes antes, pero él ensaya en rodaje, y es una maravilla. Para mí, con mi forma de trabajar, me viene fantástico. Yo hasta que no estoy en el sitio, si coloco el texto antes, se agarra a unos lugares que son de memoria no de memoria emocional. Hay un intercambio de energías, no sé si es muy loco o me entendéis… Pero va por ahí. Ir con Paco una hora antes, aunque sean las cuatro de la mañana, llegar y tener ese espacio para la secuencia, con todo trabajado, trayendo esta propuesta, y Paco tiene la suya, y de repente y poder encontrar una en la improvisación, de forma que todo es orgánico. Hay mucha verdad, hay un viaje y un transito en esa secuencia maravillosa. Nunca jamás con Paco he tenido que llegar a una secuencia y tener una marca. Nunca. Primero se trabaja el espacio y la secuencia, vemos qué queremos hacer ahí, lo sentimos y, cuando lo tenemos claro, entra el director de foto y se empieza a hablar de luz.
PACO: Muchos directores empiezan al contrario.
NEREA: Es lo que pasa siempre.
PACO: Hay otros directores que, mientras al actor le están maquillando, ya deciden cómo van a rodar, dicen: ‘Siéntate ahí’.
NEREA: Lo habréis visto muchas veces. Haces cosas y todo por la luz. Aquí nunca ha pasado eso. Por eso también hay algo tan potente por debajo. Esa forma de trabajar hace que eso surja así.
La violencia, y la relación que establecemos con ella, es la clave de ‘La red púrpura’, como se refleja en esas grabaciones snuff que se investigan. Hay ejemplos reconocibles que se sumergen en torno a ello, a esta leyenda urbana, como ‘Asesinato en 8mm’ o ‘Hardcore’, u otros más ignotos y recónditos como ‘Faces of Death’.¿Había límites autoimpuestos sobre cómo representar esa violencia de acceso libre que se trata de cuestionar? ¿Cómo se trabajaba para no caer en lo escabroso?
PACO: Yo siempre pienso en Tiburón de Spielberg. Pienso que uno tiene más miedo a ver la aleta del tiburón que al tiburón completo. Nosotros llegamos a grabar un vídeo snuff, que les dimos a los productores en el segundo día de rodaje. Y dijeron… ‘¿Pero esto no será así, no? Esto no puede ser, no se puede enseñar en televisión’. Y yo les respondí que no, que era todo mentira: la chica [la actriz] estaba muy feliz, y no pasó nada. Pero quería que los actores lo vieran. Quiero proyectar el vídeo en una pared mientras estamos rodando y ver la cara de los actores viéndolo. Mona Martínez cuando lo vio…
NEREA: Mona estaba… No podía verlo más.
PACO: La idea era tener ese impacto de lo que estaban viendo. Sin embargo, al espectador lo escondo y le dejo ver solo cinco segundos. Pero vas a escuchar un grito y vas a pensar: ‘Dios mío’. Imaginas que es algo mucho peor. De todas formas, es muy delicado. Hay que tener cierta elegancia en lo que estás contando y no caer en la pornografía. A la vez, como director no quiero marcarme un límite. Como director quiero hablar de una problemática. Le puse el capítulo a mi hija de 15 años y mientras mi mujer me decía que era muy fuerte para mi hija, mi hija ha visto cosas mucho más fuertes que esas. Vivimos en una burbuja, pensamos que nuestros hijos están a salvo, cuando están viendo barbaridades. Es una problemática muy interesante. Es una historia teatral con un final superpotente que espero que la gente entienda que estamos hablando de una metáfora. Que la relación tormentosa entre una madre y un hijo es una metáfota de lo que nos pasa a todos, y que se pone en la carne.
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Televisión
Sofía Suescun, de ser vetada en Telecinco a convertirse en colaboradora de ‘Socialité’ por ser la ‘reina de realities’

Cambio de caras en Socialité. El programa de actualidad del corazón contaba con Carmen Alcayde para comentar la actualidad de los programas de telerrealidad de Telecinco. Ahora, el formato presentado por María Verdoy y Antonio Santana le ha cedido al testigo a la “reina de los realities”: Sofía Suescun.
La navarra será la encargada de dar los principales titulares sobre los realities del espacio producido por Fénix Media. De hecho, eran los propios presentadores los que recordaban que la ganadora de Supervivientes 2018 también tiene el título de ‘reina de los realities’, apodo que usa de la misma manera Adara Molinero.
“Arrancamos este Socialité con la reina de los realities”, anunciaban Verdoy y Santana. Y, a decir verdad, ese título le viene ni que pintado a la pamplonesa. Tras su paso por Mujeres, hombres y viceversa en 2016, Suescun ha participado en una buena cantidad de formatos de telerrealidad, siendo un rostro casi imprescindible de Mediaset.
Su paso por el dating show fue posterior a su victoria en la décimo sexta edición de Gran Hermano, en la que participó junto con su madre, Maite Galdeano. Ganadora de la edición 2018 de Supervivientes, ha participado en otros realities como GH Dúo, Solo/a; además de participar en otros formatos como Ven a cenar conmigo o como colaboradora de La casa fuerte o Ya es mediodía.
Tercera finalista de Supervivientes: All Stars, Suescun se mostraba emocionada en su debut como copresentadora de Socialité este pasado sábado 15 de marzo. “De verdad que es un placer estar con vosotros, socialiteros”, expresaba, para después ser la encargada de dar los titulares de la actual edición de Supervivientes.
La pamplonesa se hacía eco de la discusión entre Montoya y Manuel, confesando haber tenido el “gran reto de descifrar palabra por palabra lo que se dijeron”. “Me ha llevado más de 30 horas poder hacerlo”, comentaba de manera irónica.
El cambio de Carmen Alcayde por Sofía Suescun no se sabe si es de manera temporal o definitiva. Eso sí, confirma que la pamplonesa se ha convertido en reclamo para Telecinco. Lo cierto es que su ascenso ha sido paulatino y ha ido de la mano tanto de Kiko Jiménez, dado que su novio es tertuliano en Fiesta, como del conflicto que vive con su madre.
Antes de convertirse en una de las invitadas que mejores cifras le ha reportado a De viernes, provocando que su conflicto materno-filial traspasase el universo Telecinco y se comentase dentro de la opinión pública, lo cierto es que Suescun estuvo apartada de Mediaset durante tres años.
Aparentemente, un desencuentro entre la cadena y la influencer por temas de representación provocó que no apareciese en formatos de Mediaset hasta el año pasado, cuando apoyó a su novio con un vídeo en Supervivientes. Además de participar en la edición All Stars, en la que quedó como tercera finalista.
Fuente: El Español.
Miguel Ángel Pizarro.
Televisión
Patricia Marco, directiva de Mediaset: «En ‘Madres, desde el corazón’ hemos descubierto todo tipo de maternidades»

«La innovación es un camino necesario, pero cargado de minas», ha comenzado diciendo Cruz Sánchez de Lara en los primeros segundos del pódcast Arréglate que nos vamos. En este caso, la vicepresidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL se refiere a la revolución en el ámbito de la televisión, que, a nivel nacional, ha liderado Patricia Marco, la invitada de este episodio.
Ella es la directora de División de Televisión, actualmente de la OTT y Diversificación Digital en Mediaset, y también «me ha tirado a la piscina sin flotador, sabiendo que no sabía nadar», ha confesado Cruz Sánchez de Lara haciendo alusión a los nuevos programas de televisión que ella misma presenta: Madres: desde el corazón y Madres: voces desde el alma.
«Es una cabeza privilegiada», «una mujer que conoce los medios y la televisión como pocas personas»: así han presentado las conductoras a su invitada. «Desde 2023 le encomendaron la revolución, la televisión de pago, el streaming, la diversificación digital… Además, estuvo 22 años de directora de antena en Mediaset», explican.
Por su parte, Patricia Marco se ha dirigido a la vicepresidenta de EL ESPAÑOL como «una magnífica escritora y una abogada de las grandes causas». Y así, en un ambiente cálido y de confianza profesionales que se respetan y conocen a la perfección, ha comenzado una charla sobre superación, maternidad y prejuicios.
La idea de Patricia
Para empezar, Cruz Sánchez de Lara comienza agradeciéndole que contase con ella para estos proyectos televisivos en los que ahora está sumergida. «¡La idea fue solo tuya! Y, aunque yo sea la que doy la cara, detrás hay muchísima gente trabajando», ha exclamado.
«Así es, esto surgió porque me gusta mucho el true crime, y te elegí porque eres una contadora de historias espectacular», responde Patricia. «Te escuché hablar en un foro de mujeres y tu relato llegó al corazón de todos. Por eso pensé en ti cuando buscaba a alguien que hablara con sensibilidad. Nos envolviste a todas en una historia llena de sentimientos, transmitías sinceridad y tienes una voz preciosa», ha explicado.
Cruz, emocionada ante sus palabras, continúa: «Rápidamente, me di cuenta de que Patricia sabía muy bien lo que quería desde el principio. Con Aurah Ruiz, por ejemplo, nos dimos cuenta de lo que son los prejuicios cuando nos dijeron que la entrevistada sería ella y vimos a una señora explosiva en bikini bailando reguetón».
Entonces, en uno de los instantes más emocionantes de este capítulo del pódcast, Charo Izquierdo, directora de ENCLAVE ODS, confiesa: «Para mí, ese programa ha sido una bofetada contra mis propios prejuicios». Y añade: «Lo que necesitamos es que nos cuenten historias de verdad. Realmente llegas a la gente cuando le tocas el corazón».
Cruz menciona también a Ana Obregón: «Será la invitada de nuestro siguiente programa. La emisión coincidirá con el cumpleaños de Anita, cumplirá 2 años el 20 de marzo, casi en el Día del Padre».
«Queríamos conocer a mujeres ya populares por su trayectoria, pero que nos sorprendieran con su historia personal», explica Patricia. En el otro formato de Mitele Plus, Madres: Voces desde el alma, las protagonistas son personas anónimas que han pasado por el gran trauma de perder a alguno de sus hijos de manera violenta.
«Es una lección de vida ver cómo, ante la adversidad, han podido arropar a sus otros hijos y mantener la memoria viva de los que se fueron. Muchas de ellas son felices a pesar de todo y afirman que han sido capaces de interiorizar la situación, así que se quedan con los años de vida que pasaron con ellos», confiesa la invitada.
La maternidad de Patricia
«En este programa hemos descubierto todo tipo de maternidades: biológicas, adoptivas… Y parece que, para algunas personas, las mujeres que adoptan son madres de segunda categoría, pero no, para nada», añade.
Y habla con conocimiento de causa: «Yo adopté a mis dos hijos mayores y luego me quedé embarazada del tercero. Sentía un peso social que me decía que no sabía qué era ser madre si no lo había hecho de manera biológica».
«La innovación es un camino necesario, pero cargado de minas», ha comenzado diciendo Cruz Sánchez de Lara en los primeros segundos del pódcast Arréglate que nos vamos. En este caso, la vicepresidenta ejecutiva de EL ESPAÑOL se refiere a la revolución en el ámbito de la televisión, que, a nivel nacional, ha liderado Patricia Marco, la invitada de este episodio.
Ella es la directora de División de Televisión, actualmente de la OTT y Diversificación Digital en Mediaset, y también «me ha tirado a la piscina sin flotador, sabiendo que no sabía nadar», ha confesado Cruz Sánchez de Lara haciendo alusión a los nuevos programas de televisión que ella misma presenta: Madres: desde el corazón y Madres: voces desde el alma.
Fuente: El Español.
Cruz Sánchez de Lara y Charo Izquierdo.
Televisión
La primera semifinal de El Desafío nos deja el nombre del primer finalista y la victoria de Lola Lolita

La primera semifinal de El Desafío nos ha dejado una noche mágica. Lola Lolita se convertía en la ganadora de la gala por primera vez esta temporada gracias al increíble número de pole dance que ha realizado junto a su pareja Isaac Belk.
Una gala en la que hemos conocido el nombre del finalista de la quinta temporada. Gotzon Mantuliz ha continuado líder en la clasificación y, por tanto, se ha convertido en el primer concursarte en clasificarse para la gran final.
Sin duda ha sido una noche que ha hecho historia: Victoria de Marichalar ha sido la primera mujer en el programa en quemarse en bonzo, Brasero ha demostrado que es todo un actor y Feliciano y El Cordobés han fracasado en sus desafíos.
¡Así ha sido la primera semifinal del programa!
Victoria de Marichalar, primera mujer en llamas
Victoria de Marichalar se ha enfrentado a ‘Las puertas del infierno’, una de las pruebas más peligrosas del programa. La concursante ha recorrido un circuito en llamas, y se ha convertido en la primera mujer de la historia del programa en quemarse en bonzo.
Un desafío para el que ha pasado muchos nervios. El jurado le ha dado la segunda posición de la noche al otorgarle tres sietes. ¡Ha sido una pasada!
Gotzon enamora con su percusión
El líder de la edición se ha convertido en un percusionista profesional. El concursante ha interactuado con un videomapping en riguroso directo. Cada golpe ha sido fundamental para demostrar que él es perfecto en cualquiera de las pruebas que le corresponde.
Gotzon ha conseguido mantener el liderazgo a pesar de haber quedado cuarto esta noche, y convertirse así en el primer finalista de la edición.
El talento oculto de Genoveva con el bajo
Genoveva Casanova se ha enfrentado esta noche a un reto musical. La mexicana ha aprendido esta semana a tocar el bajo y convertirse en una miembro más de la banda de El Desafío.
Un reto con el que ha sorprendido al dejar claro que este instrumento no se le da nada mal. Genoveva se ha integrado muy bien en la banda y no ha conseguido una mala puntuación del jurado, aunque sigue yendo última en la clasificación.
Feliciano López vuelve a fallar con su reto
A Feliciano López le ha tocado esta semana ‘La maniobra imposible’. Un reto en el que ha tenido que aprender a conducir un coche marcha atrás por railes asimétricos. Un reto que tenía una doble complicación para él ya que nunca había conducido un coche con marchas.
El tenista no ha logrado superar la prueba ya que no ha recorrido esa pasarela y el coche se ha caído de la madera.
Lola Lolita brilla con Isaac Belk en una preciosa coreografía de pole dance
Lola Lola ha ganado la primera gala de la edición gracias a la increíble actuación de pole dance que ha hecho junto a su novio.
Isaac Belk ha acudido al programa para demostrar que entre ellos hay mucha química y que, a pesar de lo complicado del desafío, han dejado a todos maravillados con su número.
Lola Lolita se ha llevado los tres dieces del jurado y ha ganado la gala en una noche que para ella pasará al recuerdo.
El Cordobés no consigue el reto sobre botellines
El Cordobés también ha fracaso esta semana en su reto. El concursante ha tenido que recorrer sobre una bicicleta un circuito de botellines.
No lo ha logrado en ninguno de las tres oportunidades que ha tenido, aunque en la primera ha estado muy cerca de conseguirlo. Era complicado, y en los ensayos sí que lo ha hecho sin caerse, pero esta noche no ha podido ser.
Brasero da la nota representando al jovencito Frankenstein
Roberto Brasero se ha convertido esta noche en la estrella del musical de ‘El jovencito Frankenstein’. Una versión muy loca con la que nos ha hecho reír y ha sorprendido jurado al convertirse en todo un actor.
Fuente: Antena 3.
Celia Gil.
Radio Millenium Online


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