Televisión
Muere la actriz, cantante y presentadora Carmen Sevilla a los 92 años

El nombre de Carmen Sevilla evocará en muchos espectadores televisivos la figura de una afable y madura presentadora que cometía pintorescos lapsus en sus intervenciones como presentadora de Cine de barrio en TVE. Para muchos aficionados al cine, supondrá el lejano recuerdo de una actriz embarcada en mediocres películas seudoeróticas en la década de los setenta, antes de retirarse de la gran pantalla. Sin embargo, Carmen Sevilla triunfó como cantante durante dos décadas, participó en El show de Ed Sullivan cuando la presencia de cualquier artista español en la televisión estadounidense era una quimera y estuvo presente en 60 películas junto a los artistas más grandes de su época, desde Jorge Negrete a Luis Mariano, desde Jorge Mistral a Vittorio de Sica, y llegó a rodar a las órdenes de Nicholas Ray y a ser partenaire de Charlton Heston.
Carmen Sevilla ha muerto este martes en Madrid, a los 92 años. Sufría de alzhéimer desde 2009, cuando aún presentaba Cine de barrio, programa en el que realizó su última aparición en televisión en diciembre de 2010. El volumen de la carrera artística de esta cantante y actriz resulta, aún hoy, apabullante. También casi desconocido. Según su biografía oficial, María del Carmen García Galisteo, su nombre real, nació en Sevilla el 16 de octubre de 1930, aunque la artista siempre recordó que, en realidad, lo hizo en 1931. Cuando comenzaba su carrera, de la mano de la legendaria Estrellita Castro, quien la había descubierto cuando contaba solo 12 años, se vio obligada a mentir acerca de este dato para conseguir el carnet profesional del Sindicato del Espectáculo. Empapada desde niña de ambiente flamenco, también llegaría a formar parte de las compañías de El Príncipe Gitano y de Paco Reyes. Carmen Sevilla debutó en el cine español en 1947, con un breve papel en Serenata española, a las órdenes del por entonces mítico Juan de Orduña. Solo un año más tarde ya compartía pantalla, de igual a igual, nada menos que con Jorge Negrete en Jalisco canta en Sevilla.
En 1961 Carmen Sevilla se puso bajo el mando de un mito cinematográfico como Nicholas Ray en Rey de reyes, superproducción de Samuel Bronston rodada en España, en la que encarnó a María Magdalena. En la cima de su popularidad llegaría El balcón de la luna, película que hoy puede verse como todo un emblema kitsch que reunió por primera vez en un largometraje a Carmen Sevilla, Lola Flores y Paquita Rico. Camino del Rocío, de Rafael Gil (1966) y Enseñar a un sinvergüenza, de Agustín Navarro (1969), serían algunos de sus éxitos en la década de los sesenta, en la que Sevilla se consolidó también como cantante, lanzando al mercado más de 15 discos, muchos de ellos con canciones compuestas por quien era su marido, Augusto Algueró, uno de los músicos más populares del país. Su unión despertó el entusiasmo de la España de la época, como lo demuestra el hecho de cerca de 300.000 personas se congregasen en los alrededores de la basílica del Pilar de Zaragoza el día de su boda, en febrero de 1961. Eran años en los que Carmen Sevilla trabajaba de modo frenético convertida en una absoluta estrella. En la Navidad de 1965 llegó a participar como invitada en el legendario programa de la televisión estadounidense El show de Ed Sullivan.
Los años setenta vieron, sin embargo, el declinar de su carrera cinematográfica, que sufría ante la llegada de un nuevo cine, alejado de los postulados en que se había movido toda su carrera. Carmen Sevilla intentó acceder a papeles dramáticos, aunque no llegó a ser bien acogida por los nuevos directores y hubo de participar en demasiadas películas indignas de su talento, algunas de ellas de baja estofa en forma de mediocridades seudoeróticas. No obstante, Carmen Sevilla regalaría en la pantalla un pequeño papel junto a Charlton Heston en la coproducción Marco Antonio y Cleopatra, dirigida por el propio actor, y protagonizaría una interesante película de Gonzalo Suárez, La loba y la paloma. Queda como su última aparición cinematográfica la película Rostros, en 1978.
La popularidad de Carmen Sevilla, sin embargo, estaba lejos de declinar y su resurrección de cara al público llegaría por la televisión. Con 61 años, y una década después de alejarse del mundo del espectáculo, Valerio Lazarov, director de la recién creada Telecinco, la reclutó para ejercer de presentadora televisiva en el espacio diario Telecupón, en una colaboración que duraría hasta 1997. En esos seis años presentaría también en la cadena espacios como El juego del zodiaco, Date un respiro o Mañana serán estrellas, junto a un también redivivo Manolo Escobar. Tras abandonar Telecinco en 1997, Carmen Sevilla, ya convertida en un icono catódico, fichó por Antena 3, donde presentaría programas como La noche de Carmen. La carrera de Carmen Sevilla despuntaba de nuevo y las cadenas televisivas se convirtieron en su medio natural. Después de pasar por Canal Sur y la desaparecida Canal 9, la artista desembarcó en TVE para abordar su última y muy exitosa etapa como presentadora: en 2003, la cadena pública la reclamó para presentar Cine de barrio, un espacio por el que aún es recordada gracias a su habitual simpatía y cercanía hacia los invitados y los espectadores. El 14 de diciembre de 2010, con 80 años, grabó su último programa.
Finalizaba así la presencia pública de Carmen Sevilla. Una artista con mayúsculas, que supo ganarse el favor del público popular y que peleó por acceder a otros registros interpretativos, que en muchas ocasiones le fueron negados para, finalmente, convertirse en una presencia querida en los hogares españoles gracias a la pequeña pantalla.
You may like
Televisión
Los coaches de ‘La Voz’, desconcertados con la primera actuación de la gala: “¿Puede ser él?”

La semana pasada se produjo en La Voz una de esas situaciones que sólo pueden darse una vez porque las normas del programa así lo establecen. Los coaches decidieron darle una segunda oportunidad a uno de los concursantes, que había estropeado su actuación sobre el escenario por culpa de los nervios. Todos coincidieron en que Gonzalo Sarfatti, si lograba calmarse, tenía un gran potencial que demostrar.
Malú, Antonio Orozco, Pablo López y Luis Fonsi no sabían en qué gala volverían a encontrarse con él, pero este joven argentino no les hizo esperar: regresó con su guitarra este mismo viernes en los primeros minutos de la tercera gala. Fue el primero en salir a escena.
Les costó apretar el botón rojo, pero finalmente, a pocos segundos de que acabara la canción, todos los coaches se habían dado la vuelta. Sarfatti prefirió fichar por el equipo del artista puertorriqueño.
Televisión
Así afina ‘Camilo Superstar’, el “ni biopic ni musical” de Atresplayer: “Tendría emoción aunque no fuera Camilo Sesto”

El pasado 8 de septiembre se cumplían 4 años del fallecimiento de Camilo Sesto. Lo hacía habiendo visto su imagen pública desvirtuada durante el último par de décadas, reducido su impacto en la música popular en español a nivel global. El single Mola mazo, pista inédita correspondiente a su recopilatorio Camilo Sesto Nº1, supuso un intento por recuperar su imagen como representante del signo de los tiempos, y un descabalgue con respecto a ese mismo contexto. Frente a esa imagen memificada surge Camilo Superstar, la nueva producción original de Atresplayer, segundo caballo de batalla de la plataforma de Atresmedia en su paso por el Festival de Cine de San Sebastián.
Aunque ha sido La Red Púrpura la que ha concitado la atención en el certamen donostiarra, la que nos ocupa sirve a Atresmedia para demostrar la “variedad” que, en palabras del director de Atresplayer, Emilio Sánchez-Ceballos, define su catálogo. Un catálogo a cuya incorporación ya han puesto fecha: el 19 de noviembre. San Sebastián, cada vez más abierto a difuminar las líneas entre cine y televisión, se presenta como el escenario ideal para dar empaque a una obra sobre una estrella enigmática y sobre la que hay más presuposiciones que certezas. Una estrella con la que el tiempo no ha hecho plena justicia, pero que mantiene un cierto poder de fascinación también entre quienes ahora emprenden el desafío de descubrir su relevancia en la cultura pop patria.

“No es un biopic ni una serie musical”, asevera Montse García, directora de ficción de Atresmedia en la presentación ante medios en el Kursaal, poco después de la proyección del primero de los capítulos que conforman esta ficción. Su actor protagonista, esmerado en la mímesis con el intérprete de Algo de mí, lo asevera: “Es una historia que habla de Camilo Sesto porque toca, pero tendría emoción aunque no fuera Camilo Sesto”.
Eso sí, el nombre de Camilo es reivindicado a través de la ficción: “Camilo era un icono cultural global”, explica Curro Novallas. El que fuera responsable de Mentiras, también en el grupo, es el principal motor del proyecto, como director y productor ejecutivo. El equipo creativo principal se completa con Tatiana Rodríguez (Mataharis, La cocinera de Castamar) en el guion y con Sonia Martínez en la producción. Esta última reitera que nunca hubo una intención de hacer “una serie enorme sobre su vida”, de ahí el afán por “contar una buena historia, colocando a un icono cultural en el centro”: “Acotarlo nos parecía muy especial”, indica, y explica cómo Novallas contactó con los autores de Jesucristo Superstar para dar forma a la idea y poder construir el relato en torno al musical.
“Creí que no íbamos a encontrar al actor para hacer esto”
Precisa la productora ejecutiva de Buendía Estudios en que el interés de contar una historia como esta surgió cuando “entró en nuestra vida la familia de Camilo”. En particular señala la función como “ametralladora de anécdotas” de Lourdes Ornelas, la que fuera pareja y madre del único hijo de Camilo, así como de su representante. Ambas personas fueron cruciales para profundizar en la figura del retratado, a través de largas conversaciones y con documentación y material que ofrecieron y pusieron en las manos del equipo.
De esa marmita de información sobre Sesto se extrajo finalmente este segmento vital que abarca principalmente tres años, los que tardó el cantante en levantar el musical, aunque prestando atención, a través del capítulo inicial, en la construcción del icono casi religioso que luego adquirirá tono martírico al empeñar su fortuna en una producción asediada por el régimen y la censura. El juego de espejos entre Sesto y su visión mesiánica de sí mismo, así como el reflejo de esa mitad de los setenta, hacen de Camilo Superstar “una de las series mas complicadas” a las que afirma haberse enfrentado la mujer que levantó La casa de papel.
Para emprender el viaje por la trayectoria de Sesto, Atresmedia confió en Alejandro Jato, emergente actor vigués que había hecho sus pinitos que se había bregado en producciones gallegas de renombre como Serramoura y otras a nivel nacional como Servir y proteger y HIT. Camilo Superstar significa su alternativa como protagonista. “Creí que no íbamos a encontrar al actor para hacer esto”, reconoce Martínez sobre una elección de casting que fue “amor a primera vista”.
Jato se sometió a largas charlas con el entorno de Sesto para componer la composición del personaje, una que se alejara del referente más cercano. A ello ayudó no solo la voz de Lourdes como guía, sino la autobiografía que el propio Sesto escribió sobre quién era él en la intimidad, de puertas para adentro. Ello, sumado a la réplica de ciertos gestos y un trabajo vocal para el que contó con una ayuda de una foniatra, contribuye a la mímesis entre persona y referente.
“Puede haber 500 capítulos hasta el ‘Mola mazo’”
A ese respecto, y especialmente en lo que a la representación de cierta ambigüedad sexual, unos y otros aseguran que “no censuramos en nada” la realidad y, por ende, el retrato del artista, algo que defiende Novallas: “El proceso fue muy natural, con la libertad que sentíamos que pedía el trabajo”. En ese sentido, Martínez recalca el muy distinto signo de los tiempos: al fin y al cabo, Camilo tenía 26 años cuando emprende el proyecto de Jesucristo Superstar, en 1972. “Ganaba millones y tenía casas… Y ahora sería un niñato acabando la carrera”, comenta sardónica la cara de Buendía Estudios.
“Recolocamos el personaje para homenajear a ese icono cultural”, añade Novallas para resumir lo que pretende ser Camilo Superstar: no tanto una serie biográfica, sino un relato de un cambio de era a nivel sociocultural a través de un artista del que seguiremos conociendo solo una pequeña parte.
De hecho, ya advierten que como autores no han sido “incapaces de averiguar” los motivos por los que, después del largo proceso para llevar a buen puerto el musical de en España, decidió dejarlo apenas dos meses después del estreno. “No sé qué se le pasó por la cabeza”, confiesa Martínez, mientras que Jato, a partir de su comprensión de su alter ego, plantea una hipótesis afín al concepto de la serie: “Él funcionaba un poco así, en el enamoramiento. Se enamoraba de algo, de una canción o una persona, y nada le dura, nada permanece. Hay una insatisfacción todo el rato: cuando lo vive, lo vive a tope. Pasó el tren, sintió la llamada, pasó otro tren y se enamoró del que pasó después”.

El noviazgo de Atresplayer con Camilo Sesto se alarga, como hemos advertido, durante cuatro episodios. El grupo de comunicación, que se precia de la variedad tonal entre La red púrpura, preestrenada un día antes, y esta, en las antípodas con una clave colorida y luminosa, marca sus directrices: “La historia es la que nos da. Si da para cuatro, son cuatro”, apunta Montse García, que defiende que no hay duraciones establecidas o predeterminadas al hacer las series con sello Atresmedia.
Ahora bien, Sonia Martínez no se corta en afirmar que “de las conversaciones que hemos tenido podemos tener varias series”: “Puede haber 500 capítulos hasta el Mola mazo. Imagina lo que hay”. Si contará Con el viento en su favor o no será algo que habrá que esperar a ver una vez a partir del 19 de noviembre. En todo caso, cuatro años parecen suficientes para redescubrir al Camilo detrás del Superstar.
Así es ‘Jesucristo Superstar’
Camilo Sesto, en un arrebato de inspiración, decide adaptar en los años 70 el musical más moderno y transgresor de la época, Jesucristo Superstar, un éxito internacional que, en plena dictadura, consigue revolucionar el país y hacer historia.
Una odisea llena de contratiempos, algunos fortuitos, pero muchos de ellos provocados por la propia coyuntura del momento. Sortear la censura, la mano negra de su representante, las amenazas y sabotajes de los movimientos ultracatólicos dispuestos a todo por impedir su estreno, se irán intercalando con las dificultades inherentes a un montaje de esta envergadura.
Pero no estará solo en esta gesta. Contará con otros idealistas que, como él, sintieron el impulso de arriesgar y traer a este país la ópera rock más revolucionaria del momento. Los cuatro mosqueteros de esta odisea se enfrentarán a todo tipo de obstáculos. Buscar un teatro adecuado, sortear la censura, asumir el despliegue técnico que exige la obra, seleccionar al elenco y estrenar el musical mientras Franco agoniza. Además, Camilo debe cumplir sus compromisos con la discográfica que le exige entregar su próximo álbum en las mismas fechas.

Televisión
‘Aladdin’ (10.5%) cumple el deseo de Telecinco, pero ‘La Voz’ (18.3%) tiene un genio mejor

Esta vez sí, Telecinco se ha llevado una pequeña alegría con su ciclo de estrenos de Walt Disney. Tras haber emitido con muy poco éxito algunas de sus últimas películas, la cadena de Mediaset protagonizó este viernes una notable subida en el horario de máxima audiencia.
La nueva versión de Aladdín (2019) –encabezada por Mena Massoud, Naomi Scott y Will Smith– reunió frente al televisor a 1.006.000 espectadores, el 10.5% de quienes lo tenían encendido. No es una cifra demasiado alta, pero el consumo de televisión está desplomado y Telecinco no está teniendo mejores datos que estos (en septiembre promedia un 9.6%).
La película de la semana pasada, Frozen II, apenas llegó al 7.1%.
Eso sí, el ‘genio de la lámpara’ no hace milagros: Aladdin se quedó muy por debajo del programa que lidera las noches de los viernes. La Voz se inmutó más bien poco ante la mágica historia de Telecinco. El talent show de Antena 3 volvió a liderar sin problemas, esta vez con el 18.3% de la audiencia (siete décimas menos que la semana pasada), casi 1,6 millones de espectadores.
El cine de La 1 retrocedió dos décimas al dar Un golpe con estilo (8.2%), y el de Cuatro cayó al 4.7% con la ayuda de John Rambo (-1.3 puntos). laSexta Columna (6.2%) ganó tres décimas y Equipo de investigación (6.7%) avanzó otras dos.
Por la mañana, la segunda votación para investir presidente de Alberto Núñez Feijóo reunió al 18.1% de la audiencia en la retransmisión de La 1, superior a la cobertura que hizo laSexta con Al Rojo Vivo (12.3%).
En la tarde, sin embargo, la cadena pública no tuvo tantos aciertos: La Moderna (8.6%) perdió 1.2 puntos y La Plaza se hundió al 6.1% (-1.5), aunque La Promesa (13.2%) siguió dándole alegrías. Cosa que agradecería Telecinco, pero TardeAR, el nuevo magacín de Ana Rosa Quintana, repitió ayer su peor dato de audiencia: un 9.5% de cuota de pantalla.
Radio Millenium Online


Simulacro de ataque nuclear de Rusia: afectaría a 11 zonas horarias distintas

Pavo con salsa de queso

El leopardo y el manul
Tendencia
- Astrología y Espiritualidad2 años ago
Calendario Chino
- Cocina2 años ago
Tortilla Española o Tortilla de Patatas
- Cocina2 años ago
Ponche Crema Venezolano
- Ciencias y Nuevas Tecnologías3 años ago
«Este agujero negro recién descubierto podría ser una reliquia creada antes de que se formaran las primeras estrellas y galaxias»