Ciencias y Nuevas Tecnologías
Los humanos llegaron a América 7.000 años antes de lo que se pensaba
Un nuevo estudio llevado a cabo con granos de polen y una maravillosa tecnología médica ha podido confirmar las fechas en que se dejaron las huellas encontradas en White Sands National Park.
Cuándo y cómo se asentaron los humanos por primera vez en el continente americano es un tema muy controvertido. En el siglo XX, los arqueólogos creían que los humanos llegaron a Norteamérica no antes de hace unos 14 000 años.
Pero hemos descubierto algo diferente. Nuestro último estudio apoya la tesis de que ya había personas en América hace unos 23 000 años.
Los expertos del siglo XX pensaban que la aparición de los humanos había coincidido con la formación de un corredor libre de hielo entre dos inmensas capas de hielo a caballo entre lo que hoy es Canadá y el norte de EE. UU. Según esta idea, el corredor, provocado por el deshielo al final de la última Edad de Hielo, permitió a los humanos adentrarse desde Alaska en el corazón de Norteamérica.
Poco a poco, esta idea se fue desmoronando. En las últimas décadas, las fechas de los primeros indicios de la presencia humana han retrocedido de 14 000 a 16 000 años. Esto sigue siendo coherente con el hecho de que los humanos no llegaran a América hasta el final de la última Edad de Hielo.
En septiembre de 2021, publicamos un artículo en Science que databa las huellas fósiles descubiertas en Nuevo México en hace unos 23 000 años, el punto álgido de la última Edad de Hielo. Fueron hechas por un grupo de personas que pasaban por un antiguo lago cerca de lo que hoy es White Sands. El descubrimiento añade 7 000 años al registro de la presencia humana en el continente, reescribiendo la prehistoria americana.
Si los humanos estaban en América en el apogeo de la última Edad de Hielo, o bien el hielo planteaba pocas barreras a su paso o llevaban allí mucho más tiempo. Tal vez llegaron al continente durante un periodo anterior de deshielo.
Nuestras conclusiones fueron criticadas. Sin embargo, ahora hemos publicado pruebas que confirman las primeras fechas.
DATACIÓN DEL POLEN
Para mucha gente, la palabra polen evoca un verano de alergias y estornudos. Pero el polen fosilizado puede ser una poderosa herramienta científica.
En nuestro estudio de 2021, llevamos a cabo la datación por radiocarbono de semillas de gramíneas comunes encontradas en capas de sedimentos por encima y por debajo de donde se hallaron las huellas. La datación por radiocarbono se basa en cómo una forma particular –llamada isótopo– del carbono (carbono-14) sufre una desintegración radiactiva en organismos que han muerto en los últimos 50 000 años.
Algunos investigadores afirmaron que las fechas de radiocarbono de nuestra investigación de 2021 eran demasiado antiguas porque estaban sujetas al llamado efecto » agua dura «. El agua contiene sales de carbonato y, por tanto, carbono. El agua dura es agua subterránea que ha estado aislada de la atmósfera durante algún tiempo, lo que significa que parte de su carbono-14 ya ha sufrido desintegración radiactiva.
Según los críticos, las semillas de Ruppia maritima, una planta acuática común en las acequias, podrían haber consumido agua antigua, alterando las fechas de forma que parecieran anteriores.
Es muy acertado que plantearan esta cuestión. Esta es la forma en que la ciencia debe proceder, con afirmaciones y reconvenciones.
¿CÓMO COMPROBAMOS NUESTRAS CONCLUSIONES?
La datación por radiocarbono es robusta y bien entendida. Se puede datar de este modo cualquier tipo de materia orgánica siempre que se disponga de suficiente cantidad. Así que dos miembros de nuestro equipo, Kathleen Springer y Jeff Pigati, del Servicio Geológico de Estados Unidos, se dispusieron a datar los granos de polen. Sin embargo, los granos de polen son muy pequeños, de unos 0,005 milímetros de diámetro, por lo que se necesitan muchos.
Esto planteaba un enorme reto: se necesitan miles de ellos para obtener suficiente carbono para datar algo. De hecho, se necesitan 70 000 granos o más.
La ciencia médica aportó una solución extraordinaria a nuestro desafío. Utilizamos una técnica llamada citometría de flujo, que se utiliza más comúnmente para contar y tomar muestras de células humanas individuales, para contar y aislar polen fósil para la datación por radiocarbono.
La citometría de flujo aprovecha las propiedades fluorescentes de las células, estimuladas por un láser. Estas células se mueven a través de una corriente de líquido. La fluorescencia hace que se abra una compuerta, lo que permite desviar, muestrear y concentrar células individuales en el flujo de líquido.
Tenemos granos de polen en todas las capas de sedimentos entre las huellas de White Sands, lo que nos permite datarlas. La principal ventaja de disponer de tanto polen es que se pueden seleccionar plantas como los pinos, que no se ven afectadas por el agua antigua. Nuestras muestras se procesaron para concentrar el polen que contenían mediante citometría de flujo.
Tras un año o más de laborioso y costoso trabajo de laboratorio, obtuvimos como recompensa unas fechas basadas en el polen de los pinos que validaban la cronología original de las huellas. También demostraron que los antiguos efectos del agua estaban ausentes en este yacimiento.
El polen nos permitió asimismo reconstruir la vegetación que crecía cuando las personas dejaron las huellas. Obtuvimos exactamente los tipos de plantas que esperaríamos que hubieran existido durante la Edad de Hielo en Nuevo México.
Un dato interesante es que utilizamos una técnica de datación diferente llamada luminiscencia ópticamente estimulada (OSL, por sus siglas inglesas) como comprobación independiente. La OSL se basa en la acumulación de energía en el interior de granos de cuarzo enterrados a lo largo del tiempo. Esta energía procede de la radiación de fondo que nos rodea.
Cuanta más energía encontremos, más antiguos podremos suponer que son los granos de cuarzo. Esta energía se libera cuando el cuarzo se expone a la luz, por tanto lo que se está datando es la última vez que los granos de cuarzo vieron la luz del sol.
Para tomar muestras del cuarzo enterrado se introducen tubos metálicos en el sedimento y se extraen con cuidado para evitar exponerlos a la luz. Se toman granos de cuarzo del centro del tubo, se exponen a la luz en el laboratorio y se mide la luz emitida por los granos. Esto revela su edad. Las fechas obtenidas mediante OSL corroboraron las que habíamos obtenido con otras técnicas.
Los diminutos granos de polen y una maravillosa tecnología médica nos ayudaron a confirmar las fechas en que se dejaron las huellas y, por ende, cuándo llegaron los humanos a América.
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Ciencias y Nuevas Tecnologías
Científicos crean un plástico totalmente biodegradable que se descompone en el mar
Gran descubrimiento para el medio ambiente. Un grupo de científicos japoneses han creado un plástico que se descompone completamente con agua de mar. Es totalmente biodegradable, y podría reducir la contaminación por microplásticos que se acumula en mares y océanos. El trabajo ha sido publicado en la revista ‘Science’ y ha sido liderado por investigadores dirigidos por Takuzo Aida en el Centro RIKEN para la Ciencia de la Materia Emergente (CEMS).
Hablamos de un plástico reciclable y totalmente degradable en los océanos. Es duradero y no contaminará nuestros océanos. El material es tan fuerte como los plásticos convencionales y biodegradable. Se descompone en el mar. Científicos buscaban desarrollar materiales seguros y sostenibles que puedan reemplazar a los tradicionales nada sostenibles y dañinos para el medio ambiente.
Aunque existen algunos plásticos reciclables y biodegradables, sigue existiendo un gran problema. Los actuales biodegradables acaban en el océano y no se pueden degradar. Esto provoca que los microplásticos dañen la vida marina. Este equipo de investigadores se han centrado en resolver el problema con plásticos supramoleculares, polímeros con estructuras unidas por interacciones reversibles.
Los nuevos plásticos han sido fabricados combinando dos monómeros iónicos que forman puentes salinos reticulados, que proporcionan resistencia y flexibilidad. Estos materiales no son tóxicos ni inflamables, es decir, no emiten CO2, y pueden remodelarse a temperaturas superiores a 120 grados como otros termoplásticos.
En las pruebas iniciales, uno de los monómeros era un aditivo alimentario común llamado hexametafosfato de sodio y el otro, cualquiera de varios monómeros basados en iones de guanidinio. Ambos pueden ser metabolizados por bacterias, lo que garantiza la biodegradabilidad una vez que el plástico se disuelve en sus componentes.
«Si bien se pensaba que la naturaleza reversible de los enlaces en los plásticos supramoleculares los hacía débiles e inestables, nuestros nuevos materiales son exactamente lo opuesto», apunta el líder del trabajo. Los nuevos plásticos no son tóxicos ni inflamables, lo que significa que no emiten CO2, y pueden remodelarse a temperaturas superiores a 120 grados, como otros termoplásticos. Además, se pueden personalizar según las necesidades y resisten los arañazos.
«Con este nuevo material, hemos creado una nueva familia de plásticos que son fuertes, estables, reciclables, pueden cumplir múltiples funciones y, lo que es más importante, no generan microplásticos», concluye Takuzo Aida.
Fuente: Antena 3 Noticias.
Luis Alcantud.
Ciencias y Nuevas Tecnologías
La acuicultura y sus comunidades cercanas: la alianza que garantiza pescado para todos
En un mundo en el que el acceso a alimentos sostenibles y de calidad comporta un gran desafío, la acuicultura se ha erigido como una pieza fundamental para asegurar el suministro de pescado para todos. Con todo, más allá de su contribución a la producción de alimentos, la acuicultura también desempeña un papel esencial en la revitalización de las economías locales, en el mantenimiento de tradiciones y en el fortalecimiento del tejido social de muchas comunidades rurales y litorales de nuestro país.
Un ejemplo vivo de esto es Carnota, una localidad gallega que ha encontrado en la acuicultura una fuente de esperanza y prosperidad para sus habitantes.
CARNOTA: UNA COMUNIDAD QUE RESPIRA CON EL MAR
La importancia de la acuicultura radica no solo en el hecho de que asegura pescado para todos, sino en que se convierte en un medio de subsistencia y arraigo para muchos pueblos que, de otro modo, se verían amenazados por la despoblación y el abandono. Es el caso de Carnota, un municipio situado en el suroeste de la provincia de A Coruña.
Con sus 25 kilómetros de costa, el mar siempre ha sido el motor económico de esta región, moldeando la vida de sus habitantes durante generaciones. Pero, con el transcurrir del tiempo, las oportunidades vinculadas a la pesca tradicional se han ido reduciendo, lo que ha obligado a muchos a plantearse la migración en busca de mejores oportunidades.
Sin embargo, la acuicultura llegó a Carnota para cambiar esta narrativa. El sector acuícola en Galicia ha impulsado el cultivo de rodaballo y lenguado de forma extraordinaria, alcanzando una capacidad de 5.700 y 1.570 toneladas anuales respectivamente de estas especies, a la vez que ha empleado a cientos de personas, siendo en algunos casos la acuicultura el único empleador de la zona. Así, muchas familias que antes se veían obligadas a abandonar sus municipios han encontrado en esta actividad una razón para quedarse.
Además, el empleo generado por la acuicultura no se limita a trabajos manuales o de producción. En Carnota, este sector ha fomentado la formación y especialización de trabajadores en áreas como la biología marina, la gestión medioambiental y la tecnología aplicada a la acuicultura. Este proceso de capacitación ha permitido que muchos jóvenes puedan desarrollar una carrera profesional en su propia comunidad, evitando tener que trasladarse a grandes ciudades para encontrar empleo cualificado.
Las oportunidades que trae la acuicultura a estas comunidades donde se desarrolla se han traducido en un efecto dominó en toda la comunidad. Los comercios locales ven aumentar sus ventas gracias al poder adquisitivo de los trabajadores acuícolas y sus familias, y los servicios como escuelas y centros de salud se han mantenido activos y han mejorado gracias a una población que, lejos de decrecer, se ha consolidado.
En el caso de Carnota, las colaboraciones también se extienden a actividades deportivas y culturales. Por ejemplo, la asociación Canle, fundada en 1992 por un grupo de vecinos de Carnota, organiza de forma regular eventos como la Carreira a Pé, que se celebra cada agosto combinando deporte y festividad, y que culmina con una tradicional sardiñada. Además, la asociación realiza proyecciones de cine, exposiciones y jornadas relacionadas con la vida marítima, como las Xornadas de Andar ao Mar, que buscan mantener vivas las tradiciones pesqueras locales, incluyendo la construcción y preservación de embarcaciones tradicionales como la lancha xeiteira.
TECNOLOGÍA PARA LA SOSTENIBILIDAD
Uno de los grandes retos de la acuicultura ha sido siempre compatibilizar el crecimiento productivo con la sostenibilidad medioambiental. Las instalaciones acuícolas han implementado tecnologías de flujo continuo abierto, que permiten que el agua circule de manera constante, minimizando el impacto en el entorno. El agua que entra y sale de las instalaciones pasa por un proceso de filtrado natural que contribuye a mejorar la calidad del ecosistema local.
La cercanía de los viveros de Carnota con la Reserva Marina de Interés Pesquero de Os Miñarzos es un ejemplo de cómo la acuicultura puede convivir en armonía con el medio ambiente. En la zona de salida de las aguas de los viveros, se ha observado un aumento en la biodiversidad marina, con especies de alto valor comercial como el pulpo o las nécoras, beneficiándose de las condiciones creadas por la actividad acuícola. Los pescadores locales, que también gestionan la reserva junto con la Xunta de Galicia, son los primeros en defender la coexistencia de la acuicultura y la pesca tradicional, conscientes de que ambas actividades se complementan y garantizan la sostenibilidad del ecosistema.
EL FUTURO DE LA ACUICULTURA Y LAS COMUNIDADES LOCALES
El caso de Carnota es un ejemplo paradigmático de cómo la acuicultura puede ser un factor de desarrollo para muchas comunidades tanto costeras como de interior que se enfrentan al gran reto de la despoblación. Gracias a esta actividad, es posible asegurar una fuente sostenible de pescado para todos, sin poner en riesgo los recursos naturales ni la biodiversidad. Pero, como se ha demostrado en Carnota, la acuicultura no podría existir sin el apoyo de las comunidades locales que la acogen y la hacen suya.
Sin la implicación y la colaboración de los habitantes de estas localidades, sería imposible que esta actividad prosperase. Es un modelo de simbiosis donde ambas partes se benefician: las comunidades encuentran en la acuicultura una fuente de empleo y desarrollo económico, mientras que la acuicultura encuentra en las comunidades el entorno idóneo para prosperar. Sin acuicultura no habría pescado para todos, pero tampoco lo habría sin aquellas comunidades que la acogen y la apoyan. Es una relación de dependencia mutua que, bien gestionada, tiene el potencial de transformar el futuro de muchas zonas rurales que, como Carnota, miran al mar como su principal fuente de vida.
El futuro de la acuicultura pasa por seguir innovando en tecnologías sostenibles y por fortalecer los lazos con las comunidades locales. La participación activa de los vecinos en la toma de decisiones, la creación de empleo cualificado y la promoción de iniciativas culturales y educativas son aspectos clave para garantizar que la acuicultura siga siendo un motor de desarrollo y bienestar para todos.
Fuente: National Geographic España.
Ciencias y Nuevas Tecnologías
Un calamar gigante de 10 metros aparece en la playa de Llanes, Asturias, causando asombro entre los expertos
Un calamar gigante de la especie Architeuthis Dux, de aproximadamente 10 metros de longitud, ha sido descubierto este viernes en la playa de El Sablón, en Llanes. El insólito hallazgo ha generado expectación entre científicos y curiosos que se acercaron al lugar para observar de cerca a este habitante de las profundidades marinas. Según informaron las autoridades locales, el espécimen fue localizado por los servicios de limpieza del municipio, quienes dieron aviso a las autoridades medioambientales del Principado de Asturias.
Difícil de ver en su hábitat natural
El Architeuthis Dux, popularmente conocido como ‘calamar gigante’, es una criatura extremadamente difícil de observar en su hábitat natural. Según explica a El País Luis Laria, presidente de la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas, se trata de un evento muy poco frecuente. “Estos animales viven en las grandes profundidades del océano, en zonas como la sima de Carrandi frente a la costa asturiana, lo que hace excepcional el que aparezcan varados en playas como esta”, señaló Laria.
Puede alcanzar hasta los 17 metros y los 300 kilos
El calamar gigante ha sido comparado con los famosos ‘kraken’ de la mitología escandinava, criaturas marinas que, según las leyendas, eran capaces de hundir barcos enteros con sus gigantescos tentáculos. Sin embargo, en la realidad, estos cefalópodos son relativamente inofensivos para los humanos, aunque no aptos para el consumo debido al alto contenido de amoniaco en su masa muscular, lo que los convierte en tóxicos, tal y como subraya Laria. “Este animal puede alcanzar hasta los 17 metros de largo y pesar más de 300 kilos, lo que lo hace una de las especies de calamares más grandes del planeta”, añadió el experto.
21 ejemplares conservados por la Cepesma
El mar Cantábrico es uno de los pocos lugares del mundo donde es más probable encontrar a estos colosos marinos. De hecho, de los 21 ejemplares conservados por la Cepesma, la mayoría han sido hallados en estas aguas, lo que ha convertido esta zona en un punto clave para el estudio y conservación de esta enigmática especie.
Cambios en las corrientes o alteraciones en los ecosistemas
El descubrimiento de este calamar gigante en Llanes no es solo un evento aislado, sino que se une a otros varamientos recientes de criaturas marinas que han aparecido en distintas costas del mundo, en especial en Nueva Zelanda. Los científicos todavía no han determinado la causa exacta de estos varamientos, pero se barajan hipótesis que incluyen factores como cambios en las corrientes oceánicas o alteraciones en las condiciones de los ecosistemas submarinos.
Se espera que en los próximos días se decida su destino
En el caso de este ejemplar asturiano, el próximo paso será decidir si será cedido al Cepesma para su estudio y conservación, como ha ocurrido con otros especímenes similares en el pasado. Técnicos de Medioambiente del Principado de Asturias ya han retirado el cuerpo del calamar, y se espera que en los próximos días se decida su destino.
Fuente: Antena 3 Noticias.
Ignacio Gutiérrez.