Ciencias y Nuevas Tecnologías
Confirmado: Theia chocó contra la Tierra y formó la Luna

Una nueva serie de medidas de dos isótopos del oxigeno de la Luna confirman que nuestro satélite natural se formó a partir de la colisión contra nosotros de otro cuerpo de tamaño planetario hace unos 4.500 millones de años. El trabajo, presentado durante la Conferencia de Geoquímica Goldschmidt, en California, se publica esta semana en Science.
La mayoría de los científicos creen que la Luna se formó a partir del impacto contra la Tierra de un cuerpo del tamaño del planeta Marte, al que se le ha dado el nombre de Theia. La inmensa cantidad de escombros producidos por la colisión (probablemente la mayor de las sufridas por la Tierra en toda su historia) formó una densa nube de residuos alrededor de nuestro mundo que, obedeciendo las leyes de la gravedad, se fueron uniendo hasta dar forma a lo que hoy es nuestro satélite.
Y ahí es donde surge el problema. De hecho, la extraordinaria similitud hallada entre los ratios de estos elementos en la Tierra y la Luna entran en conflicto con la idea de que nuestro satélite está formado, en su mayor parte, por materiales procedentes de Theia. Si fuera así, su composición debería diferenciarse claramente de la de la Tierra. Algo que, en la práctica, no sucede.
Rocas lunares traídas por astronautas
Ahora, un grupo de investigadores alemanes, liderados por Daniel Herwartz, han aplicado una serie de tecnicas nuevas y más refinadas para comparar las proporciones de dos isótopos del oxígeno en varias muestras lunares llegadas a la Tierra en forma de meteoritos. Sin embargo, decidieron decidieron reforzar sus conclusiones analizando muestras más «frescas», ya que las utilizadas habían podido cambiar sus isótopos al entrar en contacto con el agua de la Tierra.
Esas nuevas muestras fueron proporcionadas a los investigadores por la NASA, y procedían de la colección de rocas lunares traídas directamente a nuestro planeta por los astronautas de las misiones Apolo 11, 12 y 16. Y resultó que contenían niveles significativamente más altos de los isótopos de oxígeno analizados que sus homólogos terrestres.
Según Herwartz, «las diferencias son pequeñas y resultan difíciles de detectar, pero están ahí. Lo cual significa dos cosas: primero, que ahora podemos estar razonablemente seguros de que la gran colisión se produjo. Y segundo, que por fin podemos hacernos una idea de la geoquímica de Theia. Parece que Theia tuvo que ser muy similar a lo que nosotros llamamos «condritas de tipo E». Y si eso es cierto, podremos predecir la composición geoquímica e isotópica de la Luna, que es una mezcla de materiales de Theia y de la Tierra. El siguiente objetivo es saber cuánto material de Theia ha sobrevivido en la Luna».
Un error de menos de 3 partes por millón
La mayor parte de los modelos estiman que entre un 70% y un 90% de la Luna está compuesto de materiales de Theia, mientras que entre el 10% y el 30% restante procede de la Tierra primitiva. Sin embargo, algunos modelos argumentan todo lo contrario y defienden que no puede haber más de un 8% de Theia en la Luna actual. El doctor Herwartz afirma que los nuevos datos indican que sería posible una mezcla del hasta el 50% (mitad Theia, mitad Tierra), aunque se necesitan nuevas investigaciones para confirmarlo.
La técnica utilizada por el equipo de científicos es capaz de analizar las muestras y sus isótopos a un sorprendente nivel de detalle: 12 partes por millón (con un margen de error de más/menos 3 partes por millón). Mucho más de lo que cualquier análisis había conseguido hasta ahora.
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La NASA advierte de una ‘tormenta solar caníbal’ que pondrá en riesgo las comunicaciones

Esta semana, la NASA ha lanzado una advertencia sobre una inminente amenaza para las comunicaciones terrestres debido a una intensa erupción solar. Esta erupción, denominada por la agencia espacial como la ‘tormenta caníbal’, podría desencadenar apagones de radio y perturbaciones en las redes eléctricas.
La agencia espacial estadounidense ha identificado este fenómeno a partir de cuatro eyecciones de masa coronal en el sol. Estas explosiones solares expulsan plasma solar a una velocidad asombrosa de 800 kilómetros por segundo, impactando directamente contra la Tierra. Lo peculiar de esta situación es que algunas de estas eyecciones son tan potentes y rápidas que terminan absorbiendo a sus predecesoras, originando así el apelativo ‘tormenta caníbal’.
Las eyecciones son de gran intensidad
Las eyecciones masivas provienen de la mancha solar AR3500, y se consideran de una intensidad considerable, según la NASA. Si bien se espera que estas explosiones solares generen auroras boreales más brillantes de lo habitual, varios satélites podrían resultar afectados por este fenómeno.
«¡Un golpe directo! La NASA ha detallado la zona en la que una impresionante tormenta solar impactará contra la Tierra. Se prevé que la tormenta golpee la Tierra el mediodía del 1 de diciembre. Junto con dos tormentas anteriores que ya están en camino, significa que tenemos un golpe de 1,2,3. Si el campo magnético está orientado correctamente, se espera que llegue a latitudes medias. Es probable que haya problemas de recepción en #radio y #GPS , especialmente en el lado nocturno de la Tierra. Las condiciones G3+ son posibles con esta serie de tormentas», advertía en X la física Tamitha Skov.
No es un riesgo para las personas
Las defensas naturales de nuestro planeta, principalmente el campo magnético terrestre, se encargan de desviar estos flujos eléctricos solares hacia los polos, lo que, según los expertos de la NASA, no representa un riesgo directo para los seres humanos. Sin embargo, estas erupciones solares tienen el potencial de generar interrupciones a nivel global en las comunicaciones, e incluso podrían causar cortes temporales en la red de Internet.
Aunque se afirma que no representan un peligro para la salud humana, estas erupciones solares podrían desencadenar fallos significativos en las redes de comunicación y sistemas eléctricos a nivel mundial. La situación está siendo monitoreada de cerca por los especialistas, con la esperanza de minimizar los impactos de esta poderosa ‘tormenta caníbal’.
Ciencias y Nuevas Tecnologías
Encuentran un extraño sistema solar con seis planetas y características «extraordinarias»

Un equipo de científicos liderado por el astrofísico español Rafael Luque, de la Universidad de Chicago (EE.UU), ha descubierto la localización de un extraño sistema solar situado en la estrella HD110067, en la constelación septentrional de Coma Berenices.
Esta estrella ya era conocida por los expertos, pero no así sus exoplanetas. El equipo de Rafael Luque ha publicado su descubrimiento en la famosa revista ‘Nature’. El propio Luque ha explicado a EFE que se trata de un sistema «muy peculiar» por varias características.
La principal se basa en que no ha sufrido grandes cambios desde su formación, algo que no es frecuente. Es de los pocos sistemas conocidos cuyos planetas se encuentran completamente en resonancia, ya que presentan patrones que se repiten mientras se mueven alrededor de su estrella.
Se trata de un caso excepcional, ya que los seis planetas localizados guardan esa resonancia con un ritmo preciso y un patrón único para cada pareja. Esta resonancia sucede al inicio de la formación del sistema, aunque durante los primeros millones de años suelen atravesar algún proceso caótico que provoque grandes cambios como puede ser un planeta muy masivo o un gran impacto.
En el 99% de los casos, los sistemas pierden esa resonancia, tal y como explica Enric Pallé, firmante del estudio y miembro del Instituto de Astrofísica de Canarias.
Asegura que se trata de un sistema «extraordinario» porque conserva su configuración desde que se formó hace unos mil millones de años, según una estimación. Algo que tampoco es muy habitual es que los seis planetas transiten por delante de su estrella, según la perspectiva que se tiene desde la Tierra.
Permitirá reconstruir la historia
Gracias a las características citadas, los científicos podrán reconstruir la historia de este sistema solar desde su formación, llegando incluso a determinar cómo era el disco de polvo y gas a partir del que se formó, tal y como ha señalado el astrofísico Enric Pallé.
Ciencias y Nuevas Tecnologías
Una pirámide construida por una civilización desconocida desafía la historia de la humanidad

Una pirámide situada en el oeste de Java, Indonesia, acaba de poner patas arriba todas las teorías existentes sobre el desarrollo de la civilización humana. Construida miles de años antes que las pirámides egipcias y el primer asentamiento humano —Göblekli Tepe, en Turquía— contiene un núcleo de cámaras ocultas que serían aún más antiguas de lo que antes se pensaba.
Es lo que ha descubierto un nuevo estudio liderado por el geólogo Danny Hilman Natawidjaja, publicado en la revista científica Archaeological Prospection. La pirámide de Gunung Padang —cuya traducción aproximada es ‘montaña de la iluminación’— se construyó durante un periodo de miles de años, con un núcleo podría haber sido construido por una civilización desconocida aproximadamente en torno al 25.000 a.C. Comparativamente, Göblekli Tepe se levantó en 9.500 a.C. y la pirámide egipcia más antigua —la pirámide escalonadade Zoser, en la necrópolis de Saqqara, al sur de Menfis— se construyó en torno al 2.670 a.C. La idea de que una construcción así de compleja se construyera antes de la fundación de las sociedades agrícolas que conocemos es algo que, por ahora, es incomprensible.
Una cronología que derriba la historia establecida
Sorprendentemente, Gunung Padang fue construida durante el último período glacial. Según este estudio, esta cronología desafía completamente nuestra idea de cómo la humanidad dio sus primeros pasos primeros pasos hacia la civilización en el valle del río Éufrates.
El estudio dirigido por Natawidjaja ha empleado técnicas avanzadas como la tomografía y el análisis de radiocarbono para investigar el yacimiento arqueológico sin destruirlo, revelando la presencia de cámaras ocultas y estructuras subterráneas a las que todavía no han accedido.
Nuevas preguntas sin respuesta
El descubrimiento plantea preguntas fundamentales sobre los constructores de la pirámide y sus avanzadas técnicas de construcción. Para empezar, Gunung Padang desafía la creencia de que las habilidades humanas para la mampostería surgieron con la agricultura hace aproximadamente 11,000 años. La llamada montaña de la iluminación indica que la historia de la humanidad es mucho más compleja de lo que se creía anteriormente.
Si efectivamente Gunung Padang se levantó en un periodo que iría del 25.000 al 14.000 antes de Cristo, su existencia marcaría una nueva fecha para el inicio de la civilización en los libros de historia.
Pero las implicaciones van aún más allá, porque no tenemos ni idea de quién construyó realmente esta pirámide. No sabemos qué sociedad realizó esta proeza ni tenemos ninguna referencia de quiénes fueron los responsables de esas cámaras ocultas. Quizás la exploración de las mismas puedan darnos pistas sobre los misteriosos constructores de esta estructura. Tampoco sabemos cuál era su propósito.
Núcleo de grandes cámaras ocultas
Por ahora, sólo sabemos que los análisis tomográficos en Gunung Padang revelan que estas son grandes cámaras ocultas que sugieren un nivel de planificación y conocimiento arquitectónico mucho más avanzado de lo que se esperaría de una civilización de esa época.
Gunung Padang también parece haber experimentado varias fases de construcción a lo largo de varios milenios, un hecho que plantea intrigantes preguntas sobre la continuidad y evolución de las prácticas constructivas en el sitio a lo largo de un período tan extenso.
Una civilización desconocida
Según el equipo responsable de la investigación, «los constructores de la Unidad 3 y la Unidad 2 en Gunung Padang debían poseer notables capacidades de albañilería, que no se alinean con las culturas tradicionales de cazadores-recolectores que se suponía eran los homínidos típicos de la época.”
Los constructores de Gunung Padang probablemente pertenecían a una civilización muy anterior a la historia registrada, seres que utilizaron herramientas manuales rudimentarias para esculpir sus elementos meticulosamente.
Es un descubrimiento que, aseguran, «desafía la creencia convencional de que la civilización humana y el desarrollo de técnicas avanzadas de construcción surgieron solo durante el período cálido de principios del Holoceno o el comienzo del Neolítico, con el advenimiento de la agricultura hace aproximadamente 11.000 años».
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