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Vida Sana

12 alimentos y compuestos amigos de los telómeros y la longevidad

Destacan por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Y también por su asociación positiva con la preservación del ADN y la longitud de los telómeros.

La mayoría de los tejidos del cuerpo se regeneran constantemente de manera natural: las células viejas o dañadas son reemplazadas por otras nuevas y sanas.

Sin embargo, los tejidos van perdiendo capacidad para regenerarse y esto se asocia con el acortamiento de los telómeros. Estas estructuras que protegen los extremos de los cromosomas se acortan cada vez que una célula se divide.

COMPUESTOS QUE ACTÚAN SOBRE TUS TELÓMEROS

Si conseguimos que los telómeros mantengan su longitud, lograremos vivir más años con más salud.

La dieta tiene un papel básico en la integridad de los telómeros. Algunos alimentos los dañan, pero otros muchos retrasan el deterioro celular. Toma nota, esta es la lista de los compuestos más importantes para favorecer la longevidad y de los alimentos que los contienen.

POLIFENOLES: TÉ VERDE

En ratones a los cuales se les administraron polifenoles a través de la dieta se vieron telómeros más largos en comparación con los ratones a los que no se les suministró. En el estudio se emplearon concretamente polifenoles de las semillas de la uva.

El té verde, el aceite de oliva y los cereales integrales también son ricos en distintos polifenoles con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

ÁCIDOS GRASOS OMEGA-3: SEMILLAS DE CHÍA

Las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes inducidas por los ácidos grasos omega-3 reducen la inflamación y el daño oxidativo del ADN y, por lo tanto, pueden reducir el acortamiento de los telómeros. Las semillas de chía son una buena fuente, aunque puedes obtenerlos de muchos otros vegetales.

ÁCIDO FOLICO: ESPINACA CRUDA

En verduras de hoja verde como la espinaca, en brócoli y coles de Bruselas y en legumbres como judías, garbanzos…

Ayuda a los sistemas de defensa y nervioso, y a la integridad del ADN y su metilación, lo que influye en la longitud de los telómeros.

CURCUMINA, EL SECRETO DE LA CÚRCUMA

Es el ingrediente activo de la cúrcuma y posee propiedades similares a los polifenoles. Los ratones que fueron alimentados con dietas que contenían curcumina mostraron disminución de daños en el ADN y una tendencia a telómeros más largos en comparación con los animales que fueron alimentados con una dieta de control.

VITAMINA E: ACEITE DE GERMEN DE TRIGO

En los frutos secos y las semillas, y en los aceites de ellas que se obtienen por presión en frío.

Evita la oxidación de las células grasas y en laboratorio se observó que puede limitar el daño oxidativo del ADN telomérico.

VITAMINA C: PIMIENTO ROJO

Los pimientos rojos son los campeones, pero naranjas, kiwis, arándanos, moras, frambuesas, granadas, acerolas son otros de los alimentos más ricos en vitamina C.

Esta vitamina antioxidante colabora en la síntesis de la hemoglobina junto con otras vitaminas y elimina sustancias reactivas de oxígeno que podrían acortar los telómeros.

VITAMINA B3: CACAHUETES SIN TOSTAR

Como fuente de vitamina B3 te proponemos los cacahuetes, pero también son alimentos ricos en vitamina B3 el puré de patatas, el extracto de levadura, el pimentón, los tomates secados al sol y el arroz integral.

Interviene en el metabolismo de los hidratos, grasas y proteínas, y podría influir en los telómeros al favorecer la estabilidad del ADN.

ZINC: SEMILLAS DE CALABAZA

Las semillas de calabaza son muy ricas en zinc. También lo aportan el tofu, los frutos secos, el arroz integral, el chocolate negro, la levadura de cerveza, las semillas de sandía…

Este mineral participa en la estabilidad de la membrana celular y en la fabricación de insulina. Su déficit provoca daño en el ADN.

MAGNESIO: SEMILLAS DE SÉSAMO

Encontramos magnesio en legumbres, plátanos, almendras, nueces, semillas de girasol, brócoli, cacao, espinacas… Las semillas de sésamo son unas auténtica mina de minerales, entre ellos también magnesio.

Participa en la actividad de una amplia gama de enzimas, incluidas las implicadas en la replicación, reparación y síntesis del ADN.

COENZIMA Q10: ACEITES DE SOJA Y DE SEMILLAS

La Coenzima Q10 es un antioxidante producido por las propias células que protege los fosfolípidos de la membrana celular, la proteína de la membrana mitocondrial, la lipoproteína de baja densidad y el ADN linfocitario del daño oxidativo. Modifica el estrés oxidativo y podría inhibir el acortamiento de los telómeros y modificar el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Aunque se encuentra en algunos alimentos, como el aceite de soja y las semillas de sésamo, en personas con factores de riesgo cardiovascular puede ser adecuada la suplementación.

SELENIO: ARROZ INTEGRAL

El arroz y otros cereales integrales son una buena fuente de selenio y fáciles de incorporar a la dieta. También se encuentra en las legumbres, los frutos secos y las setas, el ajo, la levadura de cerveza, el germen de trigo…

Participa en la producción de energía celular, reduce el estrés oxidativo y posee un efecto antiinflamatorio.

VITAMINA A: ZANAHORIA

Una gran fuente de provitamina A es la zanahoria. También se encuentra en los albaricoques, boniatos, calabaza, brócoli y col.

Desempeña un papel importante en la respuesta inmunitaria y su deficiencia puede conducir al desgaste de los telómeros.

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Cultiva tus propios alimentos

Avanzar hacia la sostenibilidad alimentaria requiere que asumamos mayores compromisos tanto individuales como colectivos sobre la producción de alimentos. Un huerto urbano en maceta a una pequeña huerta comunitaria pueden ser el principio de un proceso de transformación importante y necesario.

La necesaria transición hacia la sostenibilidad alimentaria

La producción de alimentos tiene un enorme impacto sobre la biodiversidad, la degradación de los suelos y sobre las emisiones de gases de efecto invernadero. Impactos que, si continuamos con el modelo actual no dejarán de incrementarse para atender a una demanda comercial de alimentos seguirá creciendo en el horizonte 2050.

Según la FAO, para ser sostenible, la producción de alimentos debe satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras, y al mismo tiempo garantizar la rentabilidad, la salud ambiental, la equidad social y económica.

Cultiva tus propios alimentos

Un pequeño pero importante paso para evitar los problemas que ocasiona la agricultura intensiva en la actualidad, es el cultivo de parte de tus alimentos. Además de la satisfacción por comer algo que has sembrado, cuidado, hecho crecer y que te permitirá redescubrir los sabores de un tomate, una fresa o una sencilla lechuga, implicarte en el cuidado de un huerto es un primer paso en la transformación necesaria hacia la sostenibilidad alimentaria.

A continuación, enumeramos algunos de los beneficios que tiene producir tu propio alimento.

Fomenta el consumo local

Cuando se asumen como un proyecto a largo plazo, los huertos urbanos pueden llegar a ser una vía para el autoconsumo de alimentos. En cualquier caso, aunque nuestra producción no sea suficiente el aprendizaje acerca de la producción de alimentos orientará nuestras decisiones hacia el consumo local y de productos de temporada.

Nos ofrece información para tomar mejores decisiones

La instalación de un huerto, por pequeño que sea, es un proceso de aprendizaje constante que nos permite adquirir o recuperar conocimientos y desarrollar nuevas habilidades.

Este aprendizaje nos ofrece más información acerca de lo que comemos y por tanto nos permite decidir qué es lo que queremos comer y valorar los productos con criterios que transcienden el precio.

Potencia la conciencia sostenible

El cuidado de una producción desde la siembra nos reconecta con los ciclos naturales. La responsabilidad de gestionar y mantener un huerto que produce nuestros alimentos nos hace más conscientes de la importancia del manejo de todos los procesos, desde la tierra en la que plantamos al agua con la que se riega y los aportes que se hacen al

Además, en nuestra escala podemos llegar a niveles de sostenibilidad en las prácticas de cultivo que, si bien son la tendencia, su implementación en grandes explotaciones es más difícil.

Aprender de la huerta en la escuela

Las escuelas también puede ser un buen lugar para crear un huerto urbano que, más allá de permitir hacer algunas cosechas, se convierta en un recurso educativo para abordar diferentes contenidos.

Los ambientalistas nos han estado advirtiendo durante años para conservar el combustible para disminuir nuestro impacto en el planeta. Algunos de nosotros lo hemos tenido en cuenta al caminar, andar en bicicleta, compartir el coche, combinar viajes.

Si bien, usted probablemente aprecia estos esfuerzos, francamente, la mayoría de nosotros no cambio. Eso fue hasta que los precios del gas alcanzaron un máximo histórico el año pasado. Como resultado, las personas realmente modificaron sus comportamientos para conservar el gas. El hecho de que fue una bendición para el medio ambiente no fue el catalizador, aunque el efecto fue el mismo.

En pocas palabras, a veces se necesita un golpe en la billetera para generar un cambio real. Ahora que toda la economía está en una recesión, las personas están respondiendo endureciendo y reduciendo el consumo en general, no solo en la bomba. El costo de todo parece ser mayor estos días, especialmente en la tienda de comestibles, un viaje que no se puede saltear. Tal vez pueda omitirlo, o al menos reducir drásticamente su factura, cultivando su propia comida.

Cultivar frutas y verduras parece abrumador para la mayoría de las personas, pero en realidad es mucho más simple de lo que parece. Además, no tiene que cambiar su estilo de vida suburbano o urbano por una vida en los palos en nombre de la autosuficiencia o los ahorros. Todo lo que necesita son unos pocos pies cuadrados de actividades al aire libre, una fuente de agua y un poco de tiempo. Tus abuelos lo hicieron, y tú también.

Si aún no está convencido, considere estos beneficios de la jardinería en el patio trasero: 

Mejora la salud de tu familia

Comer más frutas y verduras frescas es una de las cosas más importantes que usted y su familia pueden hacer para mantenerse saludables. Cuando estén creciendo en su patio trasero, no podrá resistirlos, y su contenido de vitaminas estará en sus niveles más altos a medida que los muerda directamente desde el jardín.

Padres, tomen nota: un estudio publicado en el Journal of the American Dietetic Association encontró que los niños en edad preescolar a los que casi siempre se les servían productos de cosecha propia tenían más del doble de probabilidades de comer cinco porciones de frutas y vegetales al día, y que les gustara más, que los niños que rara vez o nunca comieron productos de cosecha propia.

Ahorre dinero en comestible 

Su factura de comestibles se reducirá a medida que comience a abastecer su despensa con productos frescos de su patio trasero. Un paquete de semillas puede costar menos de un dólar, y si compra una reliquia, especies no híbridas, puede guardar las semillas de los mejores productores, secarlas y usarlas el próximo año. Si aprende a secar, puede o preservar su cosecha de verano o otoño, podrá alimentarse incluso cuando la temporada de cultivo haya terminado.

Reduzca su impacto ambiental 

La jardinería en el patio trasero ayuda al planeta de muchas maneras. Si cultivas tus alimentos de forma orgánica, sin pesticidas ni herbicidas, utilizando fertilizantes orgánicos ahorrarás a la tierra la carga de contaminación innecesaria del aire y el agua, por ejemplo.

También reducirá el uso de combustibles fósiles y la contaminación resultante que proviene del transporte de productos frescos de todo el mundo en aviones y camiones refrigerados a su supermercado. 

Haz ejercicio al aire libre

La siembra, el desherbado, el riego y la cosecha agregan actividad física útil a su día. Si tienes hijos, ellos también pueden unirse. Asegúrese de levantar adecuadamente los objetos pesados ??y de estirar los músculos tensos antes y después de una actividad extenuante. La jardinería también es una forma de relajarse, quitar el estrés, centrar la mente y obtener aire fresco y sol.

Disfruta de una comida de mejor sabor

La comida fresca es la mejor comida! ¿Cuánto tiempo ha estado allí la comida en el estante de su supermercado? ¿Cuánto tiempo viajó desde la granja hasta su mesa? Comparar el sabor de un tomate de cosecha propia con el sabor de uno comprado en la tienda es como comparar manzanas con pasta de papel para empapelar.

Si sabe mejor, será más probable que coma los productos frescos y saludables que sabe que su cuerpo necesita. Construye un sentido de orgullo Ver una semilla florecer bajo su cuidado para convertirse en alimento en sus platos y en los de su familia es gratificante.

Cultivar su propia comida es una de las cosas más útiles e importantes que un ser humano puede hacer: es un trabajo que lo ayuda a prosperar, nutrir a su familia y mantener su salud. ¡Cuidar sus plantas y esperar mientras florecen y “dan fruto” ante sus ojos es una increíble sensación de logro!

Deja de preocuparte por la seguridad alimentaria

Con recordatorios sobre mantequilla de maní, espinacas, tomates y más, muchas personas están preocupadas por la seguridad alimentaria en nuestro mercado global de alimentos. Cuando cultiva de manera responsable sus propios alimentos, no tiene que preocuparse por la contaminación que pueda ocurrir en la granja, la planta de fabricación o el proceso de transporte.

Esto significa que cuando todo el mundo está evitando los tomates, por ejemplo, no tiene que ir sin ellos, puede confiar en que su comida es segura y saludable para comer.

Cualquiera que sea su motivación para iniciar su propio jardín trasero, es muy probable que disfrute de este nuevo hobby saludable, y que su billetera, el medio ambiente, su cuerpo y su paladar se lo agradecerán.

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Vida Sana

LA VUELTA DE LAS VACACIONES

Gran parte de vosotros acabáis de volver de vuestras vacaciones. Esto significa, salvo honrosas excepciones, que hemos tenido días de excesos alimentarios y de poca actividad física.

Tampoco vamos a decir que en vacaciones perdemos todo lo ganado durante el año, pero sí que lo descuidamos, por eso vamos a ver ocho hábitos para retomar una vida sana después de las vacaciones.

Los principales hábitos para retomar una vida sana
  1. Beber más agua: además de no tener calorías, es el mejor sistema de hidratación para nuestro organismo. Limitemos todo lo posible los refrescos azucarados y las bebidas con alcohol.
  2. Comer más frutas, verduras y hortalizas: las grandes olvidadas del verano. Sobre todo cuando salimos fuera a comer, normalmente los platos que pedimos son muy pobres en estos alimentos. Cuando hagamos la lista de la compra a la vuelta de las vacaciones, estos alimentos no deben faltar.
  3. Recuperar horarios de sueño: en vacaciones los horarios de descanso brillan por su ausencia. Lo mismo nos acostamos a las 3 de la mañana que nos echamos una siesta de dos horas. Recuperar una rutina de sueño nos va a ayudar a optimizar el descanso.
  4. De vuelta a hacer deporte: podemos comenzar con sesiones cortas de 20-30 minutos, tres-cuatro veces a la semana. Correr, pedalear, nadar, pesas, tenis, pádel…todo vale para comenzar a movernos.
  5. Comer menos, pero mejor: como hemos dicho anteriormente, mejorar nuestra dieta comiendo más frutas, verduras y hortalizas, pero también limitando las cantidades que han tendido a pasarse de rosca en las vacaciones. Como premisa, no llegar a ese punto de: «no me cabe más, estoy lleno». Hay que plantarse antes.
  6. Consumir más fibra en tu dieta: no es casual que mucha gente tenga problemas de hábitos intestinales cuando sale de vacaciones. Descuidamos mucho el consumo de fibra. Elige alimentos integrales y que no falten a diario las 5 raciones de frutas y verduras.
  7. Reducir el consumo de «chucherías»: nos referimos a esos alimentos con mucha densidad energética que han sido habituales en el verano, como helados o golosinas. Deben ser puntuales en nuestra dieta (una vez a la semana).
  8. Andar y subir escaleras: además de hacer deporte de forma específica, hay pequeños gestos que podemos hacer a diario e incrementarán nuestra actividad. Evita coger el coche en distancias cortas y ve andando, a lo largo de la semana sumarás varios kilómetros: todo cuenta, aunque sea andando. También podemos olvidarnos del ascensor un tiempo. Subir escaleras es un ejercicio muy completo, sobre todo para las piernas y el corazón. Lo que parece algo insignificante como subir tres pisos andando, es una actividad equiparable a hacer 3 series de ejercicios de piernas en el gimnasio.

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Vida Sana

Las 10 recomendaciones para protegerse de la ola de calor

España se encuentra actualmente inmersa en una ola de calor con temperaturas extremas que alcanzarán más de 40º C en gran parte de la península. Por ello, la OCU ha alertado a la población sobre los grandes riesgos de no adoptar la protección necesaria ante esta subida de temperaturas.

Es importante extremar las precauciones y adoptar mecanismos que nos ayuden a paliar el efecto del calor en nuestra salud. El decálogo elaborado por OCU recoge una serie de recomendaciones para afrontar la ola de calor actual con todas las garantías posibles, a fin de evitar complicaciones y riesgos.

1. Especial atención a los grupos de riesgo

Las personas mayores, los enfermos crónicos y los bebés y más pequeños son especialmente vulnerables ante las subidas de temperatura. Es imprescindible una especial atención ante estas olas de calor ya que los riesgos son mayores para este tipo de colectivos.

2. No dejes de lado la hidratación

Este punto es fundamental en todas las épocas del año pero, ante la subida de temperatura, hay que reforzarlo debido a que la sudoración produce más pérdida de líquidos. Hay que evitar la hidratación con bebidas de cafeína o refrescos azucarados. También es recomendable dejar de lado las bebidas alcohólicas ya que aceleran la deshidratación.

3. Controla tus comidas

Es imprescindible una buena alimentación pero evitando los atracones y las comidas copiosas. Ensaladas, gazpacho o frutas, son algunos de los alimentos más recomendables en esta época porque ayudan a mantener la hidratación de nuestro cuerpo.

4. Protégete de la exposición solar

La aplicación de crema solar es fundamental durante varias veces al día. De hecho, los más pequeños deben tener una protección con un factor alto, evitando que su exposición a los rayos solares sea demasiado prolongada. Además, hay que extremar esta precaución incluso debajo de la sombrilla ya que los rayos ultravioleta también pueden pasar a través de ella.

5. Siempre a la sombra

Reduce la actividad física y no realices deportes en las horas centrales del día, sobre todo si es al aire libre. Es mejor permanecer en lugares que se encuentren a la sombra o que estén climatizados.

6. Opta por ropa ligera

La ropa ligera y de tejidos transpirables nos ayudarán a mantener una temperatura corporal más óptima. Con altas temperaturas es mejor prescindir de las ropas ajustadas, optando por ropa más holgada. Además, el calzado también es esencial dado que nuestros pies deben respirar para evitar lesiones.

7. La mascarilla sigue protegiéndote

En plena pandemia del COVID-19 el uso de la mascarilla sigue siendo una de las medidas sanitarias más importantes para controlar los contagios. Aunque las altas temperaturas inciten a no usarla, es imprescindible llevarla siempre que la situación lo requiera.

8. Cuidado con el coche

El calor excesivo al conducir produce somnolencia al volante por lo que lo ideal es conseguir una temperatura del interior del vehículo adecuada. Las mascotas y el grupo de riesgo también pueden sufrir golpes de calor si la temperatura del vehículo es demasiado alta.

9. Deja el botiquín lejos del calor

Es imprescindible mantener las medicinas en un entorno fresco para evitar que el calor pueda estropearlas y, con ello, que pierdan sus propiedades.

10. Acude al médico si es necesario

En ocasiones, ni siquiera extremando las precauciones conseguimos evitar la aparición de síntomas asociados a un golpe de calor. Entre ellos podemos encontrar dolor de cabeza, malestar, confusión, sequedad… por lo que la primera opción es acudir a un especialista médico.

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